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Diálogo social

Aparicio emplaza a los sindicatos a negociar con los partidos políticos

En la huelga general del pasado día 20 no hubo 'ni vencedores ni vencidos', sostuvo ayer en el Congreso el ministro de Trabajo, después de recordar que el Gobierno tiene el aval de 13 acuerdos sociales desde que el PP accedió al mismo en 1996. Juan Carlos Aparicio añadió que desde que se torcieron las conversaciones con los sindicatos no ha sido posible la reanudación del diálogo pese a la buena intención del Ejecutivo. El ministro señaló que la oposición está en su derecho de 'alentar el conflicto', aunque en su opinión 'éste no es el camino que España necesita para seguir progresando'.

Aparicio explicó que el Ejecutivo no piensa cambiar su política laboral, pues ha contribuido a la creación de más de 3,5 millones empleos desde 1996, de los cuales un millón corresponde a jóvenes, que han reducido más de 20 puntos su tasa de paro y en 10 puntos la tasa de temporalidad. Además, mantuvo que 700.000 jóvenes encontraron empleo estable en 2001, y en lo que va de año está cifra se sitúa en 293.000.

El ministro insistió en que los salarios de tramitación no se eliminarán en los casos de nulidad del despido y readmisión, y sólo se suprimirán si el despido es declarado improcedente y no se produce la readmisión. En ese caso, añadió, el parado accederá de inmediato a la protección por desempleo en todos los supuestos.

La ofensiva parlamentaria contra Aparicio en la sesión de control al Gobierno corrió ayer a cargo de los diputados socialistas María Teresa Fernández de la Vega, Ramón Jáuregui y Leire Pajín, además del portavoz de IU Felipe Alcaraz. El PSOE acusó al ministro de promover la precariedad laboral y el despido libre, y también de no intentar un diálogo sincero con los sindicatos a pesar de que, a juicio de Ramón Jáuregui, 'le ganaron el pulso al Gobierno'. Alcaraz reprochó al Ejecutivo la forma en que quiso 'ganar el partido a través de la mentira y el miedo'.

En la misma línea que Aparicio, el secretario general de Empleo, Juan Chozas -que actuó como negociador del Gobierno en la reforma del desempleo- también animó a que los sindicatos se incorporen al debate político, tratando de que los grupos parlamentarios hagan suyas, vía enmiendas, las propuestas sindicales para reformar el decretazo.

Temor por los salarios

Chozas, tras intervenir en unas jornadas sobre el papel de las organizaciones empresariales en el diálogo social, fue más allá y precisó que en la tramitación parlamentaria del proyecto de ley del desempleo 'no habrá temas tabú y se podrá tratar cualquier cuestión que se considere de interés y donde se pudiera encontrar algún punto de encuentro'.

Chozas mostró además su temor por la posibilidad de que la resaca del 20-J afecte al acuerdo de negociación colectiva entre empresarios y sindicatos y confió en que la moderación salarial pactada en dicho acuerdo se renueve para 2003 porque, dijo, 'es una de las bases más sólidas para el crecimiento económico', informa Efe.

Sin embargo, el ofrecimiento del Gobierno de realizar cambios en el decretazo a través del trámite parlamentario no es suficiente para los sindicatos. El secretario de Organización de Comisiones Obreras, José Luis Sánchez, insistió ayer en que el Ejecutivo 'está abocando a una situación de conflicto si su apuesta es que las modificaciones de la reforma del desempleo se consigan sólo a través del Parlamento'.

Sánchez añadió que 'los españoles no han hecho una huelga general por un problema de mejoras técnicas, ni han acudido a manifestaciones para que el señor Aznar haga pequeñas modificaciones técnicas; han ido a la huelga porque rechazan todo el decreto'.

Finalmente lanzó una nueva acusación al Gobierno sobre el 20-J. Según denunció, el Ejecutivo aprovechó la jornada de huelga general para bombear los pantanos, cuando lo habitual es hacerlo los domingos, con el fin de incrementar el consumo de energía eléctrica, uno de los indicadores en los que se refleja el éxito o fracaso del paro general.

Precisamente ayer, los secretarios generales de CC OO, José María Fidalgo, y de UGT, Cándido Méndez, volvieron a arremeter contra la 'manipulación' del Gobierno a la hora de informar sobre el seguimiento de la huelga. Ambos líderes sindicales remitieron sendas cartas a la presidenta de la Comisión de Control Parlamentario de RTVE y al presidente del Consejo de Administración del Ente Público en las que critican duramente dicha 'manipulación informativa'.

En el texto de la misiva, muestran su 'máxima preocupación por la creciente pérdida de independencia y la insólita carencia de pluralismo' de la citada empresa pública. Tras exponer sus quejas, basadas en que 'se ha hecho añicos el más elemental código deontológico', sugieren que se promueva un debate parlamentario y se acelere al máximo el mecanismo que permita que el director general de RTVE sea elegido por el Parlamento.

Al cierre de esta edición Fidalgo y Méndez permanecían reunidos elaborando la estrategia conjunta de ambos sindicatos tras el 20-J. En función de la actitud del Gobierno, todo apunta a que el conflicto seguirá abierto.

La comparación de Lucas

La ocurrencia del día la tuvo ayer el ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, quien, durante un almuerzo en el que se conmemoraban 25 años de la Asociación Española de Codificación Comercial (Aecoc), se lamentó de que 'algunas organizaciones' no hayan entendido la última reforma del desempleo y añadió que 'los ciudadanos no son conscientes de estar viviendo un cambio histórico,

como no lo fueron los ciudadanos de la época de la Revolución Francesa o el descubrimiento de América'.

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