_
_
_
_
45º ANIVERSARIO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Materias primas críticas: saldremos reforzados

Son muy pocos los enclaves donde se extraen y procesan estos minerales. A la economía circular debe sumarse una apuesta firme por innovar en la producción

Una mina de litio en el desierto de Atacama, Chile.
Una mina de litio en el desierto de Atacama, Chile.Cristóbal Olivares/Bloomberg (Getty Images/Bloomberg Creative )

La necesidad de acelerar las transiciones energética, ecológica y digital ha puesto a la Unión Europea frente al espejo: no podemos sustituir las vulnerabilidades que ha generado nuestra dependencia de las importaciones de combustibles fósiles de países terceros por otro punto débil, derivado, esta vez, de las materias primas minerales asociadas a estas transiciones.

Son muy pocos los enclaves del mapa geológico mundial donde se producen la extracción y el procesamiento de minerales críticos. El litio, el níquel o el cobalto, fundamentales en la construcción de las baterías; las tierras raras, esenciales para la construcción de turbinas eólicas y motores de vehículos eléctricos, o el cobre, piedra angular de todas las tecnologías vinculadas a la electricidad, se concentran en muy pocos países.

Hay que impulsar el reciclado y la recuperación de materiales, mantener la inversión en innovación en nuevos materiales, actuar de un modo sostenible en suelo y subsuelo, devolviéndolos después a su estado natural, así como reducir la demanda para asegurar nuestros suministros, sobre todo habida cuenta de las previsiones de instituciones como la Agencia Internacional de la Energía o Irena, que estiman que el consumo de estos minerales se disparará en los próximos años: la demanda de litio será 40 veces mayor; la del cobalto y el níquel, 20 o 25 veces.

Consciente de esta situación, la Unión Europea ha incorporado algunas de estas líneas de trabajo en sus paquetes RepowerEU y Fit for 55. El paso más reciente en este sentido ha sido la propuesta de la Comisión Europea para el desarrollo de la Critical Raw Materials Act.

No queremos revivir las consecuencias que ha demostrado tener elevada dependencia de las importaciones de determinados suministros críticos. Por eso la Comisión propone que, no más tarde de 2030, el 10% de las materias primas que consumamos se extraigan en territorio comunitario, el 40% se procese dentro de nuestras fronteras y no más de un 70% de ninguna de ellas se importe de un mismo país.

El reciclaje también ha de jugar un papel fundamental y delega en los Estados miembros la obligación de reciclar, al menos, un 15% de esos minerales críticos, una norma que cada uno tendremos que desarrollar en nuestros propios programas nacionales.

Esa es la tarea con la que nos hemos comprometido ­desde el Gobierno de España. Así se refleja en la Hoja de Ruta de las Materias Primas Minerales que publicamos hace unos meses y que sienta las bases para la modernización de una industria fundamental para nuestra economía, la extractiva, siempre considerando las máximas cautelas sociales y ambientales. Esta hoja de ruta busca asegurar el suministro de las necesidades de nuestro país, impulsando a la industria hacia un modelo más sostenible, circular, seguro y eficiente, que se traduzca en una mayor competitividad de las empresas españolas, al tiempo que seguimos avanzando en la transición energética y la neutralidad climática.

Pero, una vez más, la vulnerabilidad que ahora afrontamos también lleva aparejadas oportunidades, especialmente para la industria. Una industria que apueste por el uso de materias primas alternativas y el impulso de la economía circular –como refleja la Estrategia de Descarbonización a 2050– será fundamental para superar con éxito los retos que implicará esta transición energética.

La Comisión Europea calcula que, aunque el reciclado de materias primas amortiguará sustancialmente el incremento de la demanda, no será suficiente: reutilizar el 100% de los residuos cubrirá, en el año 2050, solamente entre el 10% y el 20% de las necesidades europeas de materias primas. Por eso será fundamental que, al impulso necesario de la economía circular, se sume una apuesta firme y decidida por la innovación en los procesos productivos.

Teresa Ribera es vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

Más información

Archivado En

_
_