Los coches sabrán quién araña su pintura o los abolla
Es mucha la tecnología que está llegando a nuestros coches y ya se ha podido ver cómo algunos coches vienen equipados con sistema de navegación, conexión y entretenimiento espectaculares, son capaces de aparcar solos, mandarles ordenes desde los teléfonos inteligentes e incluso conducir de manera guiada sin ayuda de piloto.
Ahora bien, desde Hella Group llega la siguiente propuesta con un sistema denominado Intelligent Damage Detection System que es capaz de conocer el momento y magnitud de un roce, golpe o incidente que afecte a cualquier parte del coche, dotándole así de una carrocería inteligente.
Esta tecnología está basada en una serie de sensores colocados en la parte interior de cada uno de los módulos de la carrocería del coche y que por lo tanto serán los encargados de sentir cuando se recibe un golpe o rasguño en cualquier parte de la carrocería y recoger información para poder determinar el momento exacto en el que se ha producido el choque y su intensidad, así como saber si el rozón o choque ha sido producido por otro coche, o cualquier otro objeto como la columna de un garaje o incluso un árbol.
Si a esto se le une la actual tendencia a ofrecer coches cada vez más conectados, la inclusión de cámaras y la importancia del GPS, se podría estar ante la posibilidad de que además de que estos sensores detectasen los rasguños o golpes en la carrocería, se pudiese saber el lugar exacto y el momento de incidente, e incluso activar las cámaras incluidas en el coche para sacar información del motivo del choque y de quién o qué ha provocado el golpe.
Sin duda un sistema que permitiría a los dueños saber quién le ha provocado esos daños en su coche, pero sin duda una herramienta que hace frotarse las manos a los propietarios de las compañías de seguros y empresas de alquiler de coches ya que podrían tener información de primera mano a la hora de resolver los posibles incidentes de sus clientes para determinar el culpable del mismo.
Algunos fabricantes de automóviles como BMW ya han mostrado su interés por esta tecnología que podría verse en futuros modelos en un plazo de tres años.