Vuelve el descuento de gestión de Orsted
Su baja valoración en Bolsa refleja las reservas de los inversores sobre el CEO, tanto como el temor a Trump
Donald Trump es famoso por odiar la eólica marina. Por ello, es lógico que el primer día de su mandato coincidiera con una caída del 15% en Bolsa del mayor promotor del sector, Orsted, valorado en 18.000 millones de euros. El problema para el CEO, Mads Nipper, es que eso refleja las reservas de los inversores sobre la gestión, tanto como el temor al republicano.
Los nuevos problemas proceden de una fuente conocida: las grandes amortizaciones de sus activos en EE UU. En agosto de 2023 ascendían a 2.100 millones, que se dispararon a 3.900 millones tres meses después. Ahora suman 1.600 millones. El alza de los tipos a largo plazo incrementó el coste de capital, deprimiendo el valor actual neto de su cartera de EE UU. Los arrendamientos de fondos marinos que había adquirido para su desarrollo, y que ahora trata de vender para evitar más problemas, son menos valiosos de lo que se pensaba. Y se han producido nuevos retrasos y se han disparado los costes de construcción de un proyecto clave ya en marcha, Sunrise Wind.
Nipper no puede hacer gran cosa sobre la dirección de los tipos, ni sobre el punitivo trato que Washington da a los permisos y subvenciones. Pero los accionistas ya habrán descontado estos riesgos. En todo caso, los decretos de Trump se centran en la concesión de licencias para nuevos proyectos, perdonando a los ya existentes. Y sus amenazas de retirar los subsidios a las renovables deben ser aprobadas por el Congreso.
Donde Nipper tiene un problema es en la previsión y gestión de costes. Muchos directivos han sido despedidos, pero él sobrevive. Por un tiempo pareció lógico. En 2024, ayudó a estabilizar la firma recortando las inversiones de capital en nuevos proyectos, vendiendo más deprisa los activos operativos y haciendo provisiones más conservadoras. Las últimas amortizaciones socavan la credibilidad que ha intentado restaurar.
Se ve en la valoración. Bernstein estima que los activos operativos valen 390 coronas danesas por acción. Dado que ya arrojan efectivo, la principal razón para que la firma valga solo 270 coronas es que los inversores temen que la dirección destruya más valor. Nipper puede señalar que EE UU supone menos de un cuarto de sus proyectos marinos en construcción. Pero tras haber dado a los inversores sorpresas desagradables más de una vez, Orsted debe valorar un cambio.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías