‘Flex-washing’, la falsa flexibilidad laboral
Esta práctica perjudica la atracción y retención de talento y por tanto al negocio
Encontrar empleados cualificados y productivos es tan importante para las empresas como que estén motivados y satisfechos con las políticas de la organización. Cuando se combinan estas características de forma equilibrada, se crea un entorno positivo y colaborativo tanto para los empleados como para las compañías.
Un número creciente de firmas están anunciando la vuelta presencial a la oficina. Sin embargo, una decisión tan importante, cuando se realiza de forma unilateral, puede provocar la reacción contraria, afectando a la confianza entre la empresa y el empleado, disminuyendo el compromiso y el rendimiento.
Durante este año hemos observado que cada vez son más los candidatos que optan por empresas con modelos de trabajo híbridos, frente a aquellas con una modalidad 100% presencial. Esto pone de manifiesto que, aunque el propósito de construir y mantener una cultura empresarial sólida es lícita, las compañías que no se adaptan a las demandas de sus empleados y candidatos pueden producir el efecto contrario y quedarse atrás.
Al tiempo, se está extendiendo el fenómeno conocido como flex-washing, que hace referencia a las empresas que ofrecen oportunidades de trabajo flexible, pero con unas expectativas y beneficios en la práctica limitados. La realidad es que, en los últimos años, el número de organizaciones que promueven políticas de flexibilidad durante los procesos de contratación o un tiempo determinado y que, posteriormente, en el día a día no se terminan de llevar a cabo, está en aumento. Esto puede dar lugar a que la reputación de la empresa resulte dañada y minar directamente la confianza entre la empresa y el empleado, provocando, en el peor de los casos, una fuga de talento.
Por otro lado, el flex-washing también puede tener un impacto directo sobre la productividad. Si los trabajadores sienten que los beneficios prometidos no se están teniendo en cuenta, la desmotivación y el estrés pueden aparecer, lo que se traduce en un bajo rendimiento, un ambiente laboral perjudicado, y consecuentemente derivar en una alta rotación de personal, pudiendo impactar directamente en los resultados del negocio.
La verdadera flexibilidad laboral tiene el potencial de ser un motor de atracción y retención del talento. Durante este año, por ejemplo, hemos podido analizar una gran mayoría de padres y madres trabajadores que priorizan la flexibilidad sobre el salario. Si los empleados tienen libertad para gestionar su tiempo o elegir la ubicación de su lugar de trabajo, están, generalmente, más motivados. Las empresas han de ser conscientes de que la flexibilidad real es una demanda creciente en el entorno laboral actual. No se trata solo de ofrecer días de trabajo en remoto u horarios flexibles: implica una cultura organizacional que valore y fomente la autonomía y el equilibrio entre la vida laboral y personal. Si las organizaciones implementan políticas efectivas de flexibilidad, se beneficiarían no solo de una mayor retención del talento, sino también de una reputación que atraerá a nuevos y mejores candidatos, ayudando al crecimiento de la empresa. En definitiva, el flex-washing es una práctica que las empresas deben evitar. Adaptarse al nuevo paradigma laboral con medidas veraces es esencial para construir un equipo motivado, comprometido y, en última instancia, más productivo.
Judith Planella es directora de marketing regional en Remote