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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La India puede no ser ya la de Modi

El país seguirá creciendo deprisa, pero la naturaleza y la sostenibilidad de ese crecimiento están menos claras

elecciones india
Imagen del primer ministro indio en funciones, Narendra Modi, en la sede del BJP, en Nueva Delhi, el 4 de junio.Adnan Abidi (REUTERS)

Puede que India ya no sea de Narendra Modi. Los indios le han dado la oportunidad de dirigir el país durante otros cinco, pero es probable que su partido nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP) pierda la mayoría absoluta. El recuento le daba el martes 239 escaños de 543 (en 2019 obtuvo 353). Si sus aliados regionales (con los que sumaría 291) le abandonan, podría haber un nuevo líder. Hay múltiples razones. Los votantes tienden a volverse contra los políticos en activo. Además, el crecimiento del PIB, récord mundial, no está llegando a las masas con la suficiente rapidez: tras una década de Modi, la mayoría de la población sigue siendo lo bastante pobre como para acogerse al programa público de alimentos gratuitos.

La élite, junto a ejecutivos internacionales como Jonathan Gray, de Black­stone, y Jamie Dimon, de JP Morgan, aplaudieron las reformas de Modi. En privado, muchos indios temían su talante autoritario y sus posibles cambios de gran alcance en la Constitución laica, si conseguía su objetivo de 400 escaños.

Estos cambios ya no están sobre la mesa, sobre todo después de que el BJP parezca haber perdido mucho terreno en el estado más poblado, Uttar Pradesh, donde Modi consagró en enero un gran templo hindú en el emplazamiento de una mezquita arrasada por grupos hindúes en 1992. Es una señal de que la democracia sigue viva.

Pero la caída del mercado deja entrever los costes reales de la vuelta a la política de coalición. Es una reacción racional. Quienquiera que dirija India tendrá más difícil ser prudente. Deberá aumentar el gasto social para apaciguar a sus aliados políticos, con el espectro de un endeudamiento desenfrenado, una moneda más débil y más inflación. El imperio de infraestructuras de Gautam Adani sufrió un golpe especialmente duro. Adani Enterprises cayó un 19% en Bolsa por temor a que el Gobierno gaste menos y a que el magnate pierda la ventaja de su proximidad a Modi. Las perspectivas fiscales estarán más claras en julio, cuando el nuevo Gobierno esboce su Presupuesto.

Un Ejecutivo más débil puede no ser tan malo. Los principales líderes coinciden en gran medida en la dirección económica, y el país seguirá creciendo deprisa según los estándares mundiales con o sin Modi. Pero la naturaleza y la sostenibilidad de ese crecimiento están menos claras.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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