Commerzbank y dos posibles pretendientes
Si Berlín sigue adelante con la venta de su 15%, Deutsche Bank y Unicredit tendrán que decidir si quieren congelar 2.000 millones con la esperanza de una compra total en el futuro
El Gobierno alemán espera concentrar la banca y, al tiempo, obtener pingües beneficios. Está abierto a una venta del 15% que tiene en Commerzbank, que vale 13.000 millones. Puede deshacerse de la participación, valorada en 2.000 millones, en el mercado, como hizo Bélgica con algunas acciones de BNP hace un año. O venderla a otra entidad, como preludio de una posible compra. Los dos candidatos obvios son Deutsche Bank, de 24.000 millones, y Unicredit, de 45.000 millones, que ya opera en Alemania a través de HVB.
Commerzbank ya no es el banco con problemas de 2019, cuando tanto Deutsche como Unicredit exploraron una compra. Ha subido un 55% en cinco años, superando el 19% del Stoxx Europe 600 Banks. El CEO, Manfred Knof, que entró en 2021, ha aplicado recortes que entonces parecían inaceptables en Berlín: 10.000 empleos y la mitad de las sucursales.
Tanto Deutsche como Unicredit se solapan con Commerzbank. Pero los argumentos a favor de sinergias enormes se han debilitado. Hace cinco años, un comprador podría haber adquirido la entidad por el 28% de su valor contable y embolsarse 22.000 millones de beneficios sobre el papel: la diferencia entre su precio de mercado y el valor de su cartera de préstamos. Ahora que está valorado en un 45% de su valor contable, el potencial de revalorización se ha reducido a unos 16.000 millones. El entorno de tipos reducirá aún más esa posible ganancia inesperada. Las normas contables de la fusión obligarían a valorar a precio de mercado una parte significativa de los activos, como los préstamos a largo plazo con bajos tipos concedidos antes de 2021. Habría que amortizarlos porque la subida ha reducido su valor. El problema solo remitirá cuando la refinanciación gradual de la cartera acerque los precios de mercado a los contables. Y es posible que Berlín prefiera que el banco siga bajo control alemán. Si Unicredit se hace con el control, se convertirá en el segundo mayor de Alemania, con 800.000 millones en activos, el doble que su unidad italiana.
Pese a su CV, Andrea Orcel parece preferir comprar acciones propias. Pero si Berlín sigue adelante, los dos posibles aspirantes tendrán que decidir si quieren congelar 2.000 millones con la esperanza de que la caída de los tipos permita una compra total en el futuro. Puede que haya mejores ideas para ese dinero.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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