¿Adaptarse a una nueva realidad o ignorarla? Es hora de transformarnos
Las fintech tienen un inmenso potencial de innovación y crecimiento, aunque todavía existen desafíos que deben superarse, como la regulación
El fenómeno fintech ha transformado las finanzas de manera innegable, revolucionando la forma en que las personas acceden a los servicios financieros en todo el mundo. Estos servicios tradicionales, que hasta ahora han sido la base de nuestras necesidades, se encuentran en medio de una transformación silenciosa. Con la creciente adopción de la tecnología en el sector financiero, ahora tenemos acceso a soluciones más innovadoras, como pagos instantáneos mediante dispositivos móviles, asesoramiento y gestión automatizada de inversiones o préstamos rápidos online para particulares y empresas.
El fintech se ha integrado a la perfección en nuestra vida diaria, cambiando nuestra forma de relacionarnos con el dinero. Esto plantea un dilema crítico para las instituciones y profesionales financieros: adaptarse a esta nueva realidad o ignorarla, pretendiendo que no les afectará. Sin embargo, es evidente que solo hay una opción eficaz y sostenible a largo plazo: aceptar el cambio.
Las innovaciones fintech están creando oportunidades de empleo en gestión de carteras, gestión de patrimonios y data science. Además, los servicios de consultoría, el análisis crediticio, la gestión de riesgos, la contabilidad y la auditoría también pueden beneficiarse de los avances fintech. A medida que los nuevos sistemas, procesos y modelos permitan la automatización y una mejor detección de los aspectos en los que debe centrarse el negocio, las competencias en estas áreas mejorarán. La adopción generalizada de la tecnología en el sector financiero dará lugar a servicios más asequibles, mejores experiencias para los clientes y una gama más amplia de productos y servicios. En última instancia, esto conducirá a un aumento de las tasas de rotación de clientes y a una mayor competencia.
Las fintech tienen un inmenso potencial de crecimiento e innovación en el futuro, impulsando avances significativos en el sector financiero en los próximos 5 a 10 años. En particular, se prevé que los ingresos en Europa y el Reino Unido se multipliquen por cinco de aquí a 2030.
Sin embargo, existen desafíos que deben superarse, como los cambios normativos y la necesidad de abordar las preocupaciones sobre la protección de los clientes. El marco regulatorio actual requiere modificaciones para abordar los desafíos surgidos del crecimiento de las innovaciones en tecnología financiera y mitigar los riesgos asociados. Estos riesgos incluyen potenciales debilidades en los algoritmos de asesoramiento financiero automatizado, problemas de privacidad y protección de datos y prácticas de venta inadecuadas.
En este panorama en constante evolución, las instituciones financieras tradicionales están aprovechando las técnicas de big data para mejorar su análisis y predicción del comportamiento de los clientes, en especial en la gestión de riesgos operativos y de cumplimiento.
En Europa, el papel de las instituciones europeas es fundamental para fomentar un ecosistema que promueva la innovación. En los últimos meses, se han aprobado diversas iniciativas legislativas centradas en la nueva regulación de los mercados de criptoactivos (MiCA), la promoción y reutilización de los datos de los ciudadanos europeos (Data Act y Data Governance Act), el desarrollo y uso de inteligencia artificial (AI Act) o la propuesta de revisión de la directiva de servicios de pago (PSD3).
Para la aplicación efectiva de esta normativa, es fundamental que todas las partes se comuniquen de manera efectiva. En el panorama actual, la relación entre los reguladores y las entidades financieras tradicionales ya no es bilateral, porque ha surgido un tercer actor disruptivo: las fintech y bigtech. Por lo tanto, los reguladores deben colaborar con estas entidades para desarrollar normativas efectivas que fomenten la innovación.
Durante el pasado XXVI Congreso de la Empresa Familiar, la presidenta del banco más grande de España declaró: “Nuestro mayor competidor será Apple; debemos transformarnos”. La revolución fintech ha planteado un dilema crucial para las entidades tradicionales: adaptarse a la nueva realidad o arriesgarse a quedarse atrás. En esta nueva realidad, la colaboración es fundamental, como demuestran los prometedores resultados del sandbox regulatorio en España. En su primera edición, el 60% de las colaboraciones lo fueron entre bancos y empresas fintech, todos con el objetivo común de impulsar el progreso de la industria.
El principal desafío para muchos reside en cómo la tecnología en el sector financiero tiene el potencial de alterar el panorama actual y dar lugar a nuevos modelos de negocio.
Esta revolución representa una nueva era en las finanzas, donde la colaboración, la adaptabilidad y la visión de futuro son esenciales. Si abrazamos con valentía esta nueva realidad, podremos moldear de manera colectiva un ecosistema financiero más inclusivo y tecnológicamente avanzado en beneficio de todos.
Zaira Melero /Josina Kamerling son CFA y miembro del Comité de Advocacy de CFA Society Spain/ directora de asuntos regulatorios de CFA Institute para EMEA
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