Objetivo, impulsar la juventud hacia un futuro prometedor
El acceso a la vivienda, la precariedad laboral y la falta de apoyo al emprendimiento son obstáculos que hay que remover
Impulsar y fortalecer la voz de la juventud es una meta clara hacia la que la sociedad actual debe ir. Y para ello es necesario unir a líderes de diferentes campos e ideologías desde un espacio transversal, una misión en la que deben involucrarse todos los actores de la sociedad. El objetivo es claro, lograr una sociedad en la que los jóvenes tengan aún más la capacidad de tomar decisiones, de construir su propio futuro, de emprender y de vivir con dignidad.
Está demostrado que la inversión constante en la juventud es fundamental, además de altamente beneficioso, para el progreso de una nación. Los jóvenes son la inversión más segura y rentable en cualquier escenario futuro y es hora de aprovechar todo el potencial que esta generación tiene. Por eso, es fundamental lanzar y promocionar el talento juvenil español para construir puentes y establecer espacios de diálogo entre este sector de la población y aquellos que actualmente ejercen responsabilidades en nuestra sociedad, tanto políticas como económicas. Estamos en un contexto donde hay que armar una nueva generación de grandes acuerdos en beneficio de España. Con un carácter constructivo y de suma entre los que piensan diferente.
Varios son los problemas que afectan directamente a los jóvenes hoy en día. Por un lado, la falta de acceso a una vivienda digna y asequible se ha convertido en una preocupación acuciante para muchas personas, especialmente para los jóvenes. La demanda supera ampliamente a la oferta, lo que ha llevado a un incremento desproporcionado de los precios. En este sentido, es necesario implementar políticas que fomenten la construcción de viviendas asequibles, promover la rehabilitación de edificios y facilitar el acceso a hipotecas asequibles para los ciudadanos. La vivienda no debe ser un privilegio, sino un derecho que esté al alcance de todos.
En cuanto a los salarios, es esencial garantizar que los trabajadores reciban remuneraciones justas y acordes no solo a su esfuerzo, sino también a su cualificación. La precariedad laboral y los bajos salarios no solo afectan la calidad de vida de las personas, sino que también generan desigualdades y limitan el potencial de crecimiento económico de cualquier país. Es vital promover una negociación colectiva sólida y equilibrada que asegure salarios dignos y condiciones laborales adecuadas para todos los trabajadores. Esto no solo beneficia a los individuos, sino que también impulsa el consumo y fortalece la economía en su conjunto.
El emprendimiento es otro factor clave para el desarrollo económico. Los emprendedores juegan un papel fundamental en la generación de empleo, la innovación y el crecimiento empresarial. Sin embargo, es fundamental eliminar las barreras burocráticas y administrativas que dificultan la puesta en marcha de nuevos negocios. Hay que hacerlo más accesible. Hay que ponerlo muy fácil. Además, es necesario fomentar la cultura emprendedora desde la educación, proporcionar apoyo financiero y asesoramiento a los emprendedores y promover la colaboración entre el sector público y privado para crear un entorno favorable para el emprendimiento, que en definitiva es construir y mejorar la sociedad.
Y lo más importante, la salud mental, clave para el bienestar social y el desarrollo colectivo. Una sociedad trabajada emocionalmente de forma individual tiene un mejor futuro. Es necesario disponer de tantos psicólogos como hagan falta en el sector público y, por otra parte, realizar colaboraciones público-privadas para así crear la figura del psicólogo, psiquiatra y educador social concertado. Es una temática que está en el debate público, un tema del que todo el mundo habla. Ahora falta ver los hechos y las medidas concretas que se puedan poner en marcha.
Pero, ¿cómo fomentamos el emprendimiento y el talento sin resolver todos estos problemas antes? Hay que abordar estas cuestiones con determinación. Y no hay tiempo que perder. Si todo el mundo tiene ganas de sumar, al final se suma. Imaginemos conseguir que todos los jóvenes, sin importar su origen o situación, vean que España es un país donde su talento está catapultado hacia lo más alto. Que es el sitio de Europa donde todos los jóvenes quieren estar y venir. Y eso lo podemos conseguir. Eso sí, hacen falta más espacios modernos, transversales y abiertos a todos para pensar y actuar respecto al presente y el futuro, con una perspectiva de servicio y de fomentar el desarrollo colectivo. Hay que ir hacia delante, crear los momentos y abrir caminos nuevos sin parar.
Para impulsar a la juventud hacia un futuro prometedor, debemos recordar que el verdadero progreso radica en la colaboración y el compromiso de toda la sociedad. No basta con reconocer los problemas que enfrentan los jóvenes, sino que es fundamental actuar con determinación y tomar medidas concretas para resolverlos. Debemos construir una sociedad donde el talento de cada joven sea valorado y cultivado, donde las oportunidades sean equitativas y donde se promueva el bienestar integral.
Solo a través de un esfuerzo conjunto, basado en valores de solidaridad y justicia, podremos abrir caminos hacia un futuro brillante, donde cada joven pueda alcanzar su máximo potencial y contribuir al desarrollo colectivo. Son esenciales líderes con vocación de servicio, ejecutores, con valores, rápidos y con capacidad de movilizar en espacios transversales y abiertos para fomentar el desarrollo colectivo y permitir que el talento de los jóvenes sea impulsado hacia su máximo potencial en España.
Tomás Güell es presidente de Lideremos
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