ATL Capital: “Si los bancos no lo hacen mal, la Bolsa española lo hará bien”
La firma de gestión de patrimonios apuesta por los sectores financiero, defensa y salud para 2025, año en el que espera que los índices suban entre un 10% y un 14%
“España va bien y debemos ser muy optimistas con la Bolsa para este año”. Así de rotundo se muestra Jorge Sanz, presidente de la entidad de banca privada ATL Capital, para referirse a las previsiones que manejan para la renta variable de cara a este ejercicio. A juicio del directivo de la firma, que cuenta con unos 2.200 millones de euros en activos bajo gestión y más de 3.200 clientes, “con la economía española creciendo, el aumento de los beneficios empresariales y pasado el lío del independentismo con una patada hacia delante, la Bolsa española lo tiene que hacer bien de cara a los próximos 12 meses. Y es que a juicio de los expertos de ATL Capital hay una gran “diferencia entre la crispación política y la economía real en la calle”.
Tras dos años consecutivos de ganancias de doble dígito en la Bolsa española, Ignacio Cantos, socio director de ATL Capital considera que “si los bancos no lo hacen mal, la Bolsa española lo hará bien” y aprovecha para recordar que “la Bolsa española no existe como tal, los 7 magníficos los inventamos nosotros”, en referencia al elevado peso que tienen en el índice los grandes bancos, Iberdrola e Inditex.
Cantos añade que el entorno es favorable para los bancos. “Les va bien en un entorno de tipos a la baja y con la mora baja, algo que seguirá bajando teniendo en cuenta que con este crecimiento económico podría dar un impulso al crédito”, explica el experto.
El crecimiento de los beneficios empresariales será una de las claves para este año. ATL Capital espera que las compañías recojan la inercia de crecimiento económico y continúen ganando dinero. “Además, estamos viendo que los márgenes empresariales están en máximos y las cuentas bastante saneadas”, apunta Ignacio Cantos.
En este entorno, las previsiones apuntan a una aceleración de beneficios en Europa con crecimientos entre el 6% y el 8%, mientras que para Estados Unidos sitúa la banda entre el 10% y el 12%. Un punto relevante para los expertos de ATL Capital es la previsión de un crecimiento de los resultados empresariales más homogéneo en el mercado estadounidense. Estos expertos esperan que las grandes tecnológicas que han liderado el crecimiento en años anteriores moderen su ritmo mientras que las pequeñas y medianas compañías aceleren su crecimiento. En el conjunto global, estiman que los beneficios crecerán más del 10%.
“Con el escenario de crecimiento económico y de beneficios empresariales, todo hace pensar que será un buen año para la renta variable. Aunque debemos esperar rentabilidades más moderadas que las obtenidas en 2024, pensamos que las Bolsas pueden subir entre un 10% y un 14% también este año”, señala Mario Lafuente, socio director de ATL Capital. Tras el resultado electoral en EE UU con el triunfo de Donald Trump “va a ser un año de volatilidad, pero esto no tiene por qué ser malo para las Bolsas, sino que obliga a estar atentos para aprovechar las oportunidades que se presenten”, explica Cantos.
ATL Capital se muestra más positivo con Estados Unidos que con Europa. Recomienda rotar hacia pequeñas y medianas compañías americanas que ofrecen una valoración más atractiva frente a las grandes tecnológicas pero a pesar de ello siguen invertidos en las grandes.
Por otra parte, aunque considera que Europa es atractiva por valoración, por sus expectativas de menor crecimiento, recomienda ser selectivos. Entre sus preferencias, la firma apunta al sector defensa, financiero (bancos) y salud.
Economías, en crecimiento
En el plano macroeconómico, ATL Capital estima que las economías seguirán creciendo a un ritmo moderado y descarta que estemos ante un escenario de sobrecalentamiento económico tras dos años de tendencia positiva. ”Todavía podemos tener crecimientos a ritmos razonables varios años. De hecho, las principales economías tienen margen hasta volver a la tendencia de crecimiento prepandemia”, apunta Mario Lafuente.
En cuanto a los riesgos, ATL Capital considera que a pesar del tono optimista que proyecta 2025 para los mercados, existen ciertos riesgos que deben tenerse en cuenta. La política comercial de la administración Trump enfocada en los aranceles y tensiones con China podría generar mayor inflación por la elevación de los costes y afectar a la cadena de suministros. A su vez, el aumento del déficit público en Estados Unidos podría tensionar los mercados, explica la firma.
“Si los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años superan el 5,5%, podrían producirse ajustes significativos en los mercados financieros”, concluye dice. “Nuestra recomendación es mantener carteras diversificadas con un enfoque flexible para ir adaptando la estrategia a la evolución del entorno global de los mercados” recomienda la entidad de banca privada.
Además, ante la posibilidad de que se produzca algún momento de tensión en el mercado, incluimos deuda soberana que va a actuar como refugio para compensar posibles pérdidas que se generen a corto plazo en el resto de los activos”, explica Félix López.
Buen año para la renta fija
Desde ATL Capital son muy optimistas con la renta fija. “El punto de partida en términos de rentabilidad es muy bueno, por lo que 2025 se perfila como otro buen año para la renta fija, después de dos consecutivos de buenos retornos”, señala Félix López, socio director de ATL Capital.
En su opinión, la certeza de una bajada de tipos en Europa por sus condiciones de crecimiento y escaso enfrentamiento entre las políticas de los gobiernos y las políticas económicas reduce o elimina el principal riesgo de los activos de renta fija que es una subida abrupta de los tipos de interés.
“Con respecto a Estados Unidos, tenemos la duda de cuantas bajadas va a realizar, pero en todo caso hablamos de bajadas” señala Félix López. El pilar de la cartera de renta fija para 2025 será la deuda corporativa ya que las empresas se beneficiarán del crecimiento económico ofreciendo buenos retornos, con una duración entre tres y cinco años para asegurar una rentabilidad favorable en un escenario de bajada de tipos. “Nuestra recomendación es combinar deuda corporativa de alta calidad, y high yield para obtener un extra de rentabilidad”, añade.