Lagarde llama a Europa a “estar preparada” para hacer frente a los aranceles de Trump
La presidenta del Banco Central Europeo asegura que el proceso desinflacionario sigue en marcha
Donald Trump no ha empuñado todavía la espada de los aranceles contra Europa, pero la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, cree que las autoridades comunitarias no deben esperar a que suceda para tener listo un plan de actuación. “Lo que tenemos que hacer aquí en Europa es estar preparados y anticipar lo que sucederá para poder responder”, afirmó en una entrevista a la cadena estadounidense CNBC celebrada durante el Foro Económico Mundial en Davos.
La francesa celebró que Trump no haya desplegado aranceles generalizados en su primer día en la oficina. “Es un enfoque muy inteligente… porque los aranceles generalizados no necesariamente dan los resultados que se esperan”. Y se mostró confiada que los gravámenes de la nueva Administración estadounidense sean “más selectivos”.
A finales del pasado noviembre, apenas tres semanas después de la victoria de Trump, Lagarde ya hizo otro llamamiento a los líderes europeos relacionado con los aranceles. Entonces, les pidió frenar la guerra comercial mediante la negociación, pactando con Trump la compra de ciertos productos estadounidenses, como gas natural licuado y equipamiento militar. “Es un escenario mejor que el de una estrategia pura de represalia, que puede llevar a un proceso de ojo por ojo donde nadie sale ganando realmente”, advirtió.
Trump ha amenazado repetidamente a Europa con aranceles, incluso después de ser investido el lunes. “La Unión Europea ha sido muy, muy mala con nosotros. Así que van a tener que pagar aranceles. Es la única forma... de hacer justicia”, señaló este martes. Numerosos líderes europeos se han pronunciado en Davos al respecto, desde el presidente español, Pedro Sánchez, que señaló que los aranceles serían perjudiciales tanto para la UE como para Estados Unidos, hasta el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, quien advirtió de que la UE respondería a una eventual imposición de aranceles “de forma proporcionada”.
Entre las alternativas si Trump finalmente se adentra en una política de proteccionismo agresivo, Lagarde pidió acabar con las barreras que aún limitan el mercado único, entre ellas la unión de capitales. Y defendió que “ser fuertes en casa”, sin caer en el proteccionismo, sería “una forma de responder al cambio en la política comercial de los Estados Unidos que deberíamos anticipar”.
Más allá del omnipresente debate sobre la nueva era con Trump al frente de la primera potencia mundial, Lagarde se refirió a la marcha de la economía europea y su potencial efecto sobre los recortes de tipos de interés previstos por el BCE. La presidenta de la institución remarcó que si bien la elevada inflación de los servicios y los fuertes aumentos salariales siguen siendo una fuente de preocupación, el objetivo de precios del 2% “está a la vista, el proceso desinflacionario continúa”, tranquilizó. Otros riesgos al alza, como los precios de la energía o la debilidad del euro, que encarece las importaciones, amenazan esa senda.
Lagarde tampoco se mostró especialmente inquieta por un potencial efecto contagio a Europa si los precios repuntan en Estados Unidos. “Si se produce un resurgimiento de la inflación en Estados Unidos, será un problema para Estados Unidos con toda seguridad, allí es donde se verán las primeras y principales consecuencias. [...] No nos preocupa demasiado la exportación de inflación a Europa”, aseveró.
Todo hace indicar que el jueves de la próxima semana el BCE llevará a cabo una nueva bajada de los tipos de interés de 25 puntos básicos, la quinta en las últimas seis reuniones, situando el precio del dinero en el 2,75%. Los mercados esperan que los recortes sean la tónica habitual por parte de Fráncfort hasta mediados de año, cuando se retomen las discusiones acerca de cuál es el tipo de interés neutral —aquel que ni impulsa ni frena la actividad económica—. Lagarde sitúa esa tasa entre el 1,75% y el 2,25%, pero el sector más halcón del banco, que pese a las mediocres tasas de crecimiento de la zona euro, no quiere precipitarse a la hora de estimular la economía, eleva ese listón al 2,5%. “Cuando nos acerquemos a eso, el debate será un poco más candente”, admitió Lagarde durante la entrevista concedida en Davos.