FCC ultima el debut de su negocio inmobiliario, ¿es rentable acudir a las salidas a Bolsa de filiales?
Las colocaciones de Prosegur Cash, Línea Directa o Acciona Energía dejan pérdidas de entre el 12% y el 74%. Dominion avanza un 18%
Los accionistas de FCC se dan cita hoy, en primera convocatoria, para analizar la escisión de Inmocemento, su negocio de cemento e inmobiliario. El objetivo de esta operación pasa por sacar a Bolsa esta filial en el cuarto trimestre de este año. La colocación permitirá a los inversores contar con una nueva empresa en la Bolsa española, tras los pasos de firmas como Puig, que debutó en mayo, y Europastry, que se espera se estrene en las próximas semanas tras haber comunicado su intención de dar el salto. Eso sí, las turbulencias registradas en el mercado tras la convocatoria de elecciones en Francia han retrasado la salida a Bolsa de Tendam para la vuelta del verano, decisión que había adoptado previamente Hotelbeds.
FCC prevé traspasar a la sociedad Inmocemento el 80,03% del capital de su división inmobiliaria (FCYC) y el 99,028% de Cementos Portland Valderribas (que ya cotizó en Bolsa hasta 2016). La sociedad tramitará su desembarco en la Bolsa española a través de un listing, procedimiento que no implicará la venta de acciones, ni nuevas ni ya existentes. Según los términos de la operación, que valora a la nueva empresa en 1.596 millones de euros, los accionistas de FCC recibirán una acción de Inmocemento por cada una que tengan de su matriz. Una vez que coticen, podrán venderlas en el mercado.
El listing de Inmocemento seguirá los pasos dados por Línea Directa en abril de 2021. Su matriz, Bankinter, optó por sacar al mercado bajo esta modalidad a su filial aseguradora, para la que fijó entonces un precio de 1,318 euros por acción, que la valoraba en 1.434 millones de euros. Los por entonces inversores de Bankinter recibieron por cada una de sus acciones una de Línea Directa. Desde su debut la compañía retrocede un 12,7% en Bolsa, aunque sus títulos llegaron a tocar un máximo histórico de 1,909 euros por acción en junio de 2021.
Otras empresas han optado por sacar al mercado filiales, pero vendiendo acciones vía OPV, fórmula que permite ingresar plusvalías a la matriz. Pero aquellos inversores que acudieron a casi todas las salidas a Bolsa de filiales también registran pérdidas. La más gravosa para los accionistas es la de Prosegur Cash, que se hunde un 74% desde su estreno en marzo de 2017. Prosegur optó por escindir su negocio de gestión de efectivo y colocó en el parqué un 27,5% del capital, lo que le permitió recaudar 825 millones de euros. Para su estreno la empresa fijó un precio de dos euros por acción, cotización que llegó a subir hasta los 2,88 euros por título, aunque en la actualidad cotiza a un 14,9% de sus mínimos históricos (0,455 euros por acción).
Un 26,7% se dejan aquellos inversores que optaran por acudir al estreno de la filial de energías limpias de Acciona. La compañía fundada por la familia Entrecanales logró llevar a cabo en julio de 2021 la colocación del 15% de Acciona Energía, para la que fijó un precio de 26,73 euros. Su valoración inicial, de cerca de 10.000 millones de euros, le permitió a los pocos meses dar el salto al Ibex 35, si bien, desde su máximos retroceden un 55,17% en Bolsa. Su comportamiento, en línea con el del resto de compañías de energías renovables, está justificado tanto por la evolución de los tipos de interés como por los precios de la energía durante estos años.
Una evolución, sumada a su reducido free float (17%), que abre la puerta, según firmas como Citi, a una reabsorción de la empresa “en el caso de que Acciona Energía continúe reflejando que no cuenta con recursos suficientes en su capital para garantizar su crecimiento”. Otras firmas, como Bank of America destacan el elevado peso de la familia Entrecanales para mantener un consejo neutral sobre el valor. La única de las filiales cotizadas de miembros de la Bolsa española que da alegrías a los inversores que acudieron a su debut es Global Dominion, filial de Cie Automotive. La empresa acumula una revalorización del 18,2% desde entonces.
Sombras del pasado
Son varias las cotizadas que en un momento u otro optaron por sacar a Bolsa alguna filial y que, años más tarde, optaron por volver a absorberla y excluirla de cotización. Ese fue el caso de Terra, Páginas Amarillas (TPI) o Telefónica Móviles, filiales de la compañía de telecomunicaciones que se estrenaron en el parqué, con fuertes subidas, entre 1999 y 2000. En el caso de Terra, sus acciones llegaron a cotizar sobre los 157 euros justo antes del estallido de la burbuja tecnológica.
Tampoco resultó positiva la experiencia para aquellos inversores que acudieron a la salida a Bolsa de Iberdrola Renovables o la concesionaria de Ferrovial, Cintra. Su mala evolución en Bolsa durante los años posteriores (ver gráfico) provocó que sus matrices terminaran por excluirlas. En los últimos años son varios los casos de compañías que habiendo estudiado sacar a Bolsa una participación minoritaria de alguna de sus filiales han optado por vender dicha participación a fondos. Es el caso de Repsol, que en 2022 vendió un 25% de su filial verde a Credit Agricole, o el acuerdo alcanzado por Iberdrola con Norges Bank sobre su cartera renovable en España.
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