Wall Street vigila una temporada de resultados descafeinada que pone en duda la continuidad del rally
El consenso prevé que el repunte de los beneficios sea el más reducido desde 2019
Con los inversores asimilando que los tipos no bajarán tanto ni tan rápido como se preveía a finales del año pasado, en las próximas semanas los inversores se debatirán entre la política monetaria y una nueva campaña de resultados. La gran banca de EE UU será la encargada este viernes de dar el pistoletazo de salida a las cuentas del primer trimestre, una temporada para la que el mercado no guarda grandes esperanzas. Las estimaciones que manejan desde Bloomberg Intelligence apuntan a un crecimiento de las ganancias del 3,9%, el menor desde 2019.
Los analistas se muestran divididos acerca del impacto que tendrán las cuentas en la Bolsa. Con unos índices en máximos y un mercado que tenía puestas todas sus esperanzas en la rebaja de los tipos, son muchos los que consideran que los resultados no van a tener el efecto positivo de épocas anteriores. Patricia García, socia directora de Macroyield y directora del máster en finanzas de Business & Marketing School, es de las que opina que las cifras del primer trimestre no serán suficiente para que los inversores se olviden de los tipos y prolonguen el rally de las Bolsas. Desde Macroyield señalan que un índice profit warnings en niveles muy elevados (advertencia de que las compañías sufrirán una fuerte disminución de los beneficios) suele ser una señal de que el indicador de sorpresas positivas será débil. Esto unido a las exigentes valoraciones -en el primer trimestre tanto el S&P 500, como el Dow Jones y el Nasdaq marcaron récords- hacen complicado que las cuentas sirvan como un catalizador. Al menos, los analistas esperan que la fortaleza que continúan mostrando los resultados puedan servir de soporte a las cotizaciones.
El consenso prevé que la banca, que servirá para abrir boca, reporte noticias negativas. Según las estimaciones de FacSet, se espera que el beneficio del sector en su conjunto caiga un 18%, frente al incremento del 0,7% del sector financiero en general. El departamento de análisis de Bankinter señala que las cifras de los tres primeros meses de los bancos no pueden ser buenas porque continúa la presión en márgenes derivada de la agresiva subida de tipos. Aunque unas tasas en máximos de 23 años han ayudado a las entidades a mejorar el margen de ingresos, también les ha obligado a pagar más por sus depósitos. No obstante, la situación de la gran banca estadounidense dista mucho de la de las entidades regionales, que el año pasado sufrieron el primer revés al ver cómo el coste del pasivo se disparaba.
Otros de los elementos a vigilar es el aumento progresivo del coste del riesgo, especialmente el relacionado con el crédito al consumo y el sector inmobiliario comercial (oficinas). La fuerte depreciación del mercado de oficinas en EE UU ha provocado en el arranque de año un reguero de pérdidas. El mejor representante de esta corriente es New York Community Bank, que se vio obligado a disparar las provisiones y reorganizar su cúpula directiva después de que las agencias de calificación le colocaran la etiqueta de bono basura. La mirada de los inversores estará puesta en las provisiones, el que puede ser uno de los lastres para las cuentas ahora que los bancos están preparando un colchón ante el deterioro de la calidad crediticia de los activos.
La noticia positiva para el sector podría llegar de los ingresos derivados de la banca de inversión. A ello se une la reactivación de la demanda de crédito prevista para el segundo trimestre. Los expertos esperan que el tema de la resistencia de los consumidores sea analizado con detalle a medida que la banca empieza a hacer públicos sus informes.
Juan José Fernández-Figares, director de Link Gestión, prevé que la temporada de resultados continúe poniendo el foco en la IA. El experto espera que los inversores se centren en la demanda de chips y software. Desde Bloomberg Intelligence calculan que las siete empresas de mayor crecimiento, los denominados siete magníficos, aumenten su beneficio un 38% en los tres primeros meses del año. Y sin tener en cuenta a Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Nvidia, Meta y Tesla, estiman que el beneficio del S&P 500 se contraiga un 2%. A medida que avance el ejercicio, el mercado espera que esta tendencia se revierta. Según datos recopilados por JP Morgan AM, en el cuarto trimestre los siete magníficos registrarán un incremento de las ganancias del 15% frente al 18% del resto de cotizadas.
Pero no todo lo que gira alrededor de las tecnológicas es positivo. Desde Macroyield destacan las dudas que generan compañías como Apple o Tesla tras la reciente caída de los ingresos, las peores expectativas, el incremento de la competencia en China y las presiones regulatorias.
Junto a las cifras y las perspectivas, otro de los puntos a seguir de cerca es la retribución al accionista. Una generación de caja y una liquidez en niveles récord crean las condiciones propicias para que las grandes empresas premien la fidelidad de sus inversores. Los pagos a los accionistas se recuperaron en la cuarto trimestre de 2023 y las recompras se reactivaron después de cuatro trimestres de caídas.
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