Las actas de la Reserva Federal apuntan a tipos altos por más tiempo si la inflación persiste
La situación ha empeorado desde la última reunión de política monetaria y las perspectivas de rebajas de tipos se alejan
Las actas de la Reserva Federal son a veces como los viejos carretes de fotos que se enviaban a revelar después de las vacaciones. Para cuando llegaban las copias, la playa ya era un recuerdo lejano. Este miércoles, el banco central estadounidense ha publicado la fotografía de cómo veía la situación económica y monetaria hace tres semanas, en su reunión del 19 y el 20 de marzo. Sin embargo, la imagen parece un poco anticuada ya a estas alturas. Más aún, en un día en que el dato de inflación de marzo ha vuelto a sorprender al alza, alejando las posibilidades de que los tipos de interés bajen pronto. Si acaso, las actas confirman la idea de que la Fed no tiene ninguna prisa por empezar a bajar los tipos.
“Los participantes coincidieron en que la política monetaria seguía estando bien situada para responder a la evolución de la situación económica y a los riesgos para las perspectivas, incluida la posibilidad de mantener durante más tiempo la actual orientación restrictiva de la política monetaria en caso de que el proceso de desinflación se ralentizara, o de reducir la restricción de la política monetaria en caso de un debilitamiento inesperado de las condiciones del mercado laboral”, recogen las actas.
Es el primer riesgo el que parece estar materializándose, una ralentización en el proceso de control de la inflación. El mensaje de las actas no trae apenas ninguna sorpresa. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, suele hacer un buen resumen de lo discutido en la reunión y en este caso, además, ha tenido dos intervenciones posteriores en que ha insistido en su mensaje de que cambiar el sentido de los movimientos en los tipos son palabras mayores y no hay ninguna prisa para ello.
“Hay algunos baches, y la pregunta es, ¿son más que baches? Y eso simplemente no podemos saberlo. Por eso abordamos esta cuestión con cautela”, dijo Powell en la rueda de prensa posterior a aquella reunión. “Es muy importante para todos a los que servimos que consigamos bajar la inflación de forma sostenible. Y creo que (...) cada situación es diferente, pero el registro histórico es que uno necesita acercarse a esa pregunta con cuidado y tratar de hacerlo bien la primera vez y no tener que dar marcha atrás y subir los tipos de nuevo si se reducen inapropiadamente prematuramente”, añadió.
En esa línea va lo discutido en la reunión, si bien poniendo el acento en los dos riesgos: de repunte de la inflación (que se está materializando) y de frenazo económico (por ahora no significativo). “Los miembros consideraron que los riesgos para la consecución de los objetivos de empleo e inflación del Comité se estaban equilibrando mejor. Los miembros consideraron que las perspectivas económicas eran inciertas y coincidieron en que seguían muy atentos a los riesgos de inflación”, recogen las actas.
En aquella reunión, los componentes del comité de política monetaria formularon sus previsiones sobre evolución de la inflación, la tasa de paro, el crecimiento económico y los tipos de interés oficiales. Esa última previsión tiene un valor especial, puesto que entre quienes pronostican están los que deciden. La mayoría (10 de 19) preveían al menos tres recortes de 0,25 puntos hasta fin de año. Sin embargo, los otros nueve esperaban como máximo dos recortes de 0,25 puntos.
Ahora, con el dato de inflación de marzo (el 3,5% en tasa interanual, la más alta desde septiembre), las perspectivas de rebajas de tipos se alejan. Ya nadie las espera en mayo y serían una sorpresa en junio. Tras el informe de este miércoles, el mercado apuesta como escenario más probable por una primera rebaja tras las presidenciales de noviembre, según se deduce de las cotizaciones. Hasta el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha admitido este miércoles en la Casa Blanca que lo más probable es que se retrasen.
El exsecretario del Tesoro Larry Summers ha ido más allá. “Hay que tomarse en serio la posibilidad de que el próximo movimiento de tipos sea al alza y no a la baja”, ha señalado.
Jamie Dimon, presidente de JPMorgan, el mayor banco de Estados Unidos, advertía este lunes en una carta a los accionistas de los factores que elevaban el riesgo de “una inflación y unos tipos más altos de lo que esperan los mercados”.
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