Estrategias de inversión para encarar la recta final de año
Los expertos creen que la Bolsa tiene recorrido pese a la incertidumbre sobre los tipos y al amago de corrección de agosto. La deuda sigue teniendo lugar destacado en cartera después de las alzas de rentabilidades
Este año está siendo un gran ejercicio de revalorizaciones en los principales selectivos mundiales. Sin embargo, nos enfrentamos a un conjunto de riesgos que nos obligará a estar pendiente cada día”. Manuel Pinto, analista de IG, resume con estas palabras la opinión generalizada de los bancos de inversión y firmas de análisis que a pocos días para despedir el mes de agosto preparan sus estrategias de inversión de cara a lo que queda de año.
Tal y como preveían estas firmas al comienzo de año, las Bolsas están dando alegrías a los inversores en lo que llevamos de 2023. De hecho, los principales índices europeos acumulan una rentabilidad de doble dígito pese al descenso con que apuntan a cerrar el mes de agosto, de entre el 3% y el 5%. En EE UU, el que peor comportamiento está registrando es el Dow Jones que sube un 8%, lejos de cerca del 30% que acumula el mercado Nasdaq, aprovechando el momento dulce que viven las empresas tecnológicas a nivel mundial y en especial las relacionadas con la inteligencia artificial.
Pero son varios los frentes abiertos que condicionarán la evolución de los mercados en los próximos meses. El IPC es desde hace más de un año un quebradero de cabeza para los responsables de la política económica en prácticamente todas las economías avanzadas. Empezando por los bancos centrales, cuya visión de transitoriedad de las subidas de precios se vio desbordada por la realidad. Han estado luchando a golpe de subidas de tipos contra el riesgo de una espiral alcista de precios y salarios —es decir, un verdadero proceso inflacionista— y, a la vez, evitar que ese intento provoque una recesión, tan solo tres años después de la crisis pandémica.
Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Gestión, explica que precisamente “el ritmo de descenso de la inflación determinará si los bancos centrales pueden dar por finalizado su proceso de subida de tipos o si deben continuar con el mismo”. Ese es el gran interrogante, aún sin resolver, a tener en cuenta de cara a los últimos meses del año. El escenario base de los gestores es de un aterrizaje suave de la economía pese a la intensidad de las alzas de tipos. Pero ese escenario se está convirtiendo a la vez en arma de doble filo: si la economía no entra en recesión gracias a que muestra una fortaleza mayor de lo esperado, ello es también señal de que los riesgos inflacionistas siguen vivos y de que podría ser necesario continuar subiendo los tipos.
Según explica Mabrouk Chetouane, estratega global de mercados de Natixis IM Solutions, a la vista de que la economía de EE UU no se ralentiza y de que los estímulos fiscales siguen fuertes, “la Reserva Federal no tendría más remedio que endurecer aún más la política monetaria, aunque ello suponga coger por sorpresa a los inversores”. Esto apunta a más volatilidad y a la corrección de los valores que habían empezado a celebrar una pausa en las alzas de tipos. “Algunos valores cíclicos y de crecimiento estarían en primera línea cediendo parte de las excepcionales ganancias registradas desde principios de años”, añade.
En Link Securities recomiendan mantener entre un 50% y un 60% de la cartera en renta variable –en valores cuyas estimaciones de resultados se hayan visto revisadas al alza recientemente y que presenten sólidos fundamentales–, y el resto en activos de renta fija a muy corto plazo, letras del Tesoro y pagarés de empresas de gran solvencia. Además, desde Link aconsejan estar atentos para empezar a adquirir renta fija a plazos algo más elevados, con vencimientos de entre dos y tres años.
Positivos con Bolsa
Los bancos centrales insisten en que sus próximas decisiones se ajustarán estrictamente a los indicadores económicos que se vayan conociendo. Y mientras se despeja la duda de hasta dónde subirán los tipos y por cuánto tiempo seguirán elevados, se impone la prudencia pero sin renunciar a la renta variable.
Desde Generali, mantienen la cautela sobre la Bolsa a corto plazo y son más positivos a 12 meses, donde esperan una rentabilidad en todo caso modesta, de entre en 3% y el 6%. Por regiones, sobreponderan Japón, China e India, y ligeramente Estados Unidos frente a Europa. “La temporada de resultados del segundo trimestre está arrojando agradables sorpresas positivas frente al consenso (casi un 40% de informes). Esto se produce tras las notables revisiones negativas anteriores al inicio de la temporada. Mientras que los resultados de las empresas estadounidenses se acercan a la media histórica, los de la UE son más moderados”, añaden en la entidad italiana. Eso sí, dentro de sus recomendaciones por sectores en las Bolsas europeas, cambian a una asignación ligeramente más defensiva. Rebajan el sector de materiales a neutral por valoración y unas revisiones negativas y también el de transporte por valoración y por un “rendimiento estirado frente a beneficios”. Aumentan en cambio el peso en el sector de equipos y servicios sanitarios y el financiero, tanto por valoración como por previsiones de beneficios. (valoración, revisiones de beneficios).
Javier Molina, analista sénior de mercados para eToro, afirma que “el mercado está fuerte y hay que seguir en él. La tendencia es alcista y los flujos siguen entrando”. El consejo de Molina es no perder de vista la volatilidad. “Si el Vix toca los 18, 19 o incluso 20 habría que hacer un rebalanceo de carteras. Asumiría menos riesgo y destinaría parte de la cartera a renta fija a corto plazo”, añade. En este mes, el índice Vix ha alcanzado los 18.
El analista celebra que no vaya a haber recesión o que, de producirse, sea suave pero advierte que el miedo a que algo " se rompa en el mercado está ahí” y advierte sobre las valoraciones que están alcanzando algunos valores tecnológicos como Nvidia, que esta misma semana batió nuevos máximos tras sus resultados.
China, en el disparadero
Más allá de los tipos, otro gran foco de inquietud es China. Aunque el gigante asiático prometía ser el gran adalid del crecimiento mundial tras el levantamiento de las políticas de Covid cero, parece que las promesas de crecimiento se han ido desvaneciendo. Y el país se encamina a la deflación, tras la caída de los precios al consumidor y al productor, cuya bajada es la primera vez que se contempla de manera conjunta desde 2020.
Fernández-Figares explica que “unas medidas de apoyo fiscales al consumo y a la inversión por parte del Gobierno chino serían bien recibidas por las Bolsas europeas donde cotizan muchas empresas con elevada exposición a esta economía”.
Riesgo geopolítico
Otros factores a tener en cuenta a la hora de plantearse una estrategia de inversión para el último trimestre es el desenlace de la guerra de Ucrania puesto que atravesamos una etapa de transición hacia una nueva Guerra Fría de riesgos iguales o superiores a la anterior. Bankinter se refiere a “aquella que se extendió desde el final de la II Guerra Mundial, en 1945, hasta 1989, con la caída del Muro de Berlín. Uno de los riesgos a considerar es el rediseño de las fronteras europeas y las áreas de influencia efectiva, en lo político y en lo comercial, cuando termine la guerra en Ucrania. Un desenlace este último que podría no ser tan concluyente y convencional como generalmente se piensa, ya que podría desembocar en un armisticio prolongado en el tiempo similar al existente entre las dos Coreas y que pervive desde nada menos que 1953″.
Apuesta por la tecnología
Entre las recomendaciones de inversión de Bankinter se encuentra la de prepararse para un conflicto prolongado con el que convivir y adaptar la estrategia de inversión a esa situación, lo que implica seguir invertidos en compañías de defensa, a pesar de los altibajos pasajeros. También apuestan por las grandes tecnológicas (Apple, Microsoft y Alphabet), compañías de ciberseguridad (Palo Alto, CrowdStrike, Fortinet), semiconductores (ASML, Nvidia, Infineon…), tecnología de la salud (Eli Lilly, Novo Nordisk, Intuitive Surgical…), lujo(L’Oreal, LVMH, Ferrari…) y transición energética (Iberdrola, Enel, Acciona Energía.
Cautela y prudencia son dos de las palabras más repetidas por los analistas de cara a la última parte del año en los mercados. Manuel Pinto, analista de IG, recomienda prudencia, con una cartera diversificada que permita combatir la inflación y la volatilidad”. En cuanto a la renta fija, el experto cree que la parte de menor duración de la curva podrá ser la más interesante en la situación actual, “dado que no esperamos grandes subidas de tasas por parte de los bancos centrales pero sí volatilidad en los mercados, por lo que deuda a un año que nos permita generar cupones interesantes debería comportarse bien, y con ello poder reinvertirlo después a tasas más altas de los tramos más largos”.
Desde BNY Mellon IM, destacan que la renta fija de alta calidad continúa representando una atractiva oportunidad ya que los inversores a largo plazo podrán capturar unos rendimientos muy interesantes a 12 meses (o más). “Más allá de ese plazo, es previsible que la probabilidad de recesión aumente y que los rendimientos se reduzcan, lo que permitirá que los inversores se beneficien de la revaluación de los títulos de mayor duración”, añaden.
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