La Euipo pone a punto el sistema que protegerá las indicaciones geográficas artesanales
Las navajas de Albacete o la cerámica de La Bisbal tendrán la misma protección que el jamón de Jabugo
Los artesanos que elaboran productos tradicionales de una región (como las navajas de Albacete o la cerámica de La Bisbal) tienen una nueva herramienta para proteger su trabajo de imitadores y competidores desleales en todas la Unión Europea. Desde el próximo 1 de diciembre, la Euipo (la oficina europea de propiedad intelectual) será responsable de tramitar las solicitudes de registro de las nuevas indicaciones geográficas artesanales e industriales, que se unirán a las agroalimentarias protegidas, como el jamón de Jabugo, que ya existen desde 1992. Los principales beneficiarios son en su gran mayoría microempresas, a veces unipersonales o familiares, de pequeñas regiones, pero, mirando al mercado global, Europa se juega un negocio de 75.000 millones.
Bajo el lema Safeguarding our Heritage, Cultivating our Future (proteger nuestro patrimonio para cultivar nuestro futuro), la Euipo ha congregado durante dos jornadas (28 y 29 de enero) a más de 2.000 personas (500 presenciales) procedentes de 67 nacionalidades en su tercera edición del Congreso de Indicaciones Geográficas (CIG) celebrado en Alicante (sede de la oficina desde hace 30 años). Hasta la fecha el qué más intereses ha despertado y el evento más grande que se ha celebrado. Productores, juristas y representantes nacionales y del Parlamento Europeo, de la Comisión Europea, del Comité de las Regiones, Euipo, OEPM (oficina española de patentes y marcas), oficinas de propiedad intelectual de otros países y Ompi (la oficina mundial de propiedad intelectual) han profundizado y debatido sobre todas las aristas de la aplicación del nuevo derecho: su interpretación, aplicación, relación con otros derechos de propiedad industrial, como las marcas, así como su observancia y protección frente a ataques internos o externos (en mercados internacionales). Una espectacular batería de panelistas que han intentado dar una visión global de los retos a los que se enfrentan todos los actores implicados. Quedan tan solo diez meses para el pistoletazo de salida.
La tercera edición de este congreso organizado por la Euipo ha contado con una exposición de distintos productos que encajan en la definición de producto unido a una indicación geográfica. Desde el tweed de Donegal (una tela de tejido liso con urdimbre y trama de diferentes colores, con pequeños trozos de hilo de varios colores tejidos a intervalos irregulares para producir un efecto jaspeado ), pasando por el reconocido cristal de Bohemia o la porcelana de Limoges, hasta la cerámica de La Bisbal. Estos nuevos exponentes de indicación geográfica artesanal han compartido espacio con alimentos como el jamón de Jabugo o el queso parmigiano reggiano.
El director ejecutivo de la Euipo, João Negrão, fue el encargado de inaugurar el congreso. En su intervención subrayó que las indicaciones geográficas (IG) suponen un negocio de 75.000 millones para la UE que genera decenas de miles de puestos de trabajo. Las IG, “aseguran la calidad de los productos y representan un know how y orgullo local”, enfatizó. João Negrão aseguró que la Euipo, pieza clave de este nuevo sistema, está preparada. La Euipo ha puesto en marcha herramientas informáticas, como el Base de datos GIview, abierta al público y ha formado a sus expertos en esta nueva clase de indicaciones.
Durante su intervención, Marion Walsmann, europarlamentaria y vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Jurídicos, señaló que las indicaciones geográficas son un testigo vivo de la variedad cultural y económica de Europa. Son, añadió, “Más que una palabra, una identidad, una forma de vida y un certificado de calidad. Cuentan historias de las regiones, de las personas que las producen y del conocimiento que se ha ido transmitiendo durante generaciones”.
Base legal
Las indicaciones geográficas son derechos de propiedad intelectual que protegen el nombre de un producto que tiene un lugar de origen específico. El panorama de estos derechos, protegidos en la UE y en otros mercados a través de acuerdos comerciales, cambió con la publicación del nuevo Reglamento 2023/2411, sobre la protección de indicaciones geográficas para productos artesanales e industriales (CIGIR). Publicada el 27 de octubre de 2023 y entrando en vigor el 16 de noviembre de 2023, esta legislación permitirá a los productores solicitar protección de IG ante la Euipo a partir del 1 de diciembre de 2025.
De manera similar, las IG agrícolas también están experimentando cambios transformadores debido a la nueva legislación destinada a mejorar la protección y agilizar el proceso de registro.
Experiencia y preparación
Los debates giraron en torno a seis paneles que estudiaron la importancia para el comercio y las regiones de las indicaciones geográficas, también para la satisfacción de los consumidores, la incorporación de las artesanales, los cambios en el proceso de registro de las agroalimentarias, el ciclo de vida de estos derechos, las exigencias de la sostenibilidad, su relación con las marcas y la protección tanto en el mercado común como en el internacional.
En algunos países, como Francia y Portugal, las indicaciones geográficas artesanales son un hecho desde hace décadas. Su experiencia puede servir para las nuevas comunidades que soliciten el registro. Estas, ya reconocidas en sus países, contarán con una vía rápida para ganar la protección europea. La porcelana de Limoges, contó Laurence Besse, secretaria general de la Association for the Limoges Porcelain GI, se produce en el departamento de Haute-Vienne desde el siglo XVIII. Se convirtió en indicación geográfica protegida en Francia en 2017. Hay 33 compañías certificadas y mueve más de 130 millones.
En Portugal, relató Cristina Mendes, subdirectora de CEARTE (Crafts Professional Training Center), hay 38 indicaciones geográficas artesanales, sobre todo en zonas rurales con baja densidad de población. Los bordados de Madeira mueven unos 500.000 euros anuales, ejemplificó.
Sellos
Los productos que cumplan con las especificaciones y condiciones fijadas para cada indicación geográfica protegida (vinos, productos agrícolas y ahora también artesanales e industriales) llevarán el sello de la UE aprobado: azul con el fondo amarillo. Este sello convive con el de denominación de origen protegida (DOP) cuyo sello es rojo sobre fondo amarillo.
os productos agrícolas (denominación de origen protegida o DOP) de color rojo sobre fondo amarillo y las artesanales e industriales azul sobre fondo amarillo.