Joinup: cuando la movilidad corporativa se convierte en negocio
La plataforma ayuda a las empresas a reducir el impacto ambiental con servicios de taxi compartido, gestión de parkings y recargas eléctricas. La compañía planea desembarcar en el Reino Unido y otros países europeos
El primer año de operación, en 2012, Joinup facturó apenas 125 euros. Elena Peyró y Alberto López, ambos ingenieros de caminos, se lanzaron a la aventura del emprendimiento con una app para compartir taxi en Barcelona. En 2013, la facturación creció hasta los 1.400 euros y la empresa comenzó a despertar interés entre flotas de taxi en ciudades como San Sebastián, Madrid y Valencia. Rendirse nunca fue una opción. “Lo que mejor hemos hecho desde entonces es escuchar las necesidades del mercado y pivotar el modelo de negocio”, cuenta Peyró, consejera delegada de Joinup.
Así, después viró hacia ofrecer soluciones de movilidad para empresas. En 2014, las ventas ya alcanzaron los 900.000 euros. “Ahí supimos que habíamos dado en el clavo. Fue el momento de tranquilizar a nuestras familias”, recuerda la ejecutiva.
Hoy es una plataforma de movilidad que ofrece una amplia gama de servicios: taxis para viajes corporativos (a través de su app sirve de intermediario entre taxistas y corporaciones), gestión de parkings, recargas eléctricas, seguimiento y control de kilómetros recorridos por vehículos empresariales, y desde hace poco el servicio de carpooling (corporativo). La evolución ha sido constante –con un pequeño bache en la pandemia– y el año pasado alcanzó los 19 millones de euros, un 20% más que en 2023. Para 2025, la empresa busca replicar ese crecimiento. “Vamos por buen camino y con proyecciones incluso algo superiores”, asegura Peyró.
Joinup está en España, Francia y Portugal con una red que supera los 35.000 taxis
La firma está consolidada con su servicio de taxis para viajes corporativos en España, Francia, Portugal y Bélgica, con una red de más de 35.000 taxis y más de 800 grandes clientes. El 35% de las cuentas procede de compañías del Ibex 35, por ejemplo, Telefónica. En el servicio de parking, además de los países antes mencionados, se suman Italia, Alemania, Bélgica y Países Bajos. “Nuestra estrategia se basa en escuchar las necesidades de nuestros clientes”, añade.
La crisis sanitaria
La pandemia. La movilidad es un termómetro de la economía. “Antes de que se cerrara todo, ya sabíamos que se venía algo muy grave”, cuenta Elena Peyró, consejera delegada de Joinup. El 6 de enero de 2020 fue un día clave, cuando los emprendedores advirtieron a inversores y empleados de que se avecinaba algo importante. “A partir de ahí, tomamos decisiones rápidas y difíciles”, recuerda. “La recuperación fue muy dura y con altibajos: parecía que la situación mejoraba, pero luego aparecían nuevas olas que obligaban a retroceder”, prosigue.
Nuevos servicios. “Muchas compañías querían pagar los kilómetros recorridos en sus coches particulares. Este servicio fue otra respuesta directa a las necesidades del cliente en un momento muy particular”, indica Peyró.
Francia fue el primer país al que salieron, en concreto París, gracias a la demanda de una empresa –no identificada por la firma por confidencialidad–. “Esto nos obligó a buscar flotas locales y adaptar el servicio, lo que fue un desafío y una aventura”, destaca. “Esa experiencia nos quitó el miedo y nos enseñó que cada nuevo mercado requiere un enfoque muy cuidadoso para mantener la calidad que nos caracteriza”, dice Peyró.
Posteriormente, saltaron a Portugal y otras ciudades, pero sin expandirse por puro crecimiento, sino siempre guiados por la demanda real. “No basta con estar en muchos lugares si no podemos garantizar un servicio excelente”, señala la CEO. Cada nueva apertura implica numerosas reuniones, una selección estricta de flotas y una revisión tecnológica exhaustiva para asegurar el cumplimiento de los estándares.
El 35% de sus clientes son firmas del Ibex como, por ejemplo, Telefónica
Joinup quiere llevar su servicio de taxis a corporaciones a esos países donde ya opera con el servicio de parking (Italia, Alemania, Países Bajos) y al Reino Unido. Ya ha realizado algunas pruebas y prevé incluir dos o tres de esos mercados este año.
Además, ha ampliado su oferta al servicio de movilidad para grupos nacional e internacional. Se requiere reserva previa, lo que facilita operar en más lugares, explica. En este ámbito, ha estado presente en países como Brasil y Suiza. Hoy la empresa cuenta con cerca de 48 empleados. “El equipo está muy comprometido, motivado y alineado con nuestros valores y propósito”, afirma.
La consejera delegada se muestra orgullosa del salto profesional que ha dado. “Si pudiera decirle algo a la Elena de 2010-2012, le diría que sea valiente. Siempre que lo he sido me ha ido bien”, concluye.
Cómo hacer que una idea se transforme en empresa
Poner en marcha un negocio no es cosa fácil. Se requiere paciencia, dinero, pero sobre todo buenas ideas. “Cuando decidimos lanzarnos, los dos éramos ingenieros, muy metódicos, con todo planificado”, dice Elena Peyró, CEO de Joinup. Fue un viernes cuando ella y su socio se pusieron manos a la obra. “Dijimos: el lunes traemos cada uno nuestras ideas, elegimos una, hacemos un plan de negocio, marcamos tiempos y la desarrollamos en nuestro tiempo libre, fines de semana incluidos”. Y así hicimos, nació la compañía.
“La idea que elegimos fue una de Alberto. Yo traía modelos más convencionales, y él apareció con algo diferente: compartir taxis”, cuenta Peyró. Desde el principio del proyecto, había ya una conciencia muy fuerte sobre sostenibilidad. “La idea tenía poco de pies y cabeza, pero nos lanzamos”, comenta. Hicieron el plan de negocio y eligieron un nombre: Joinup. “Nos sonaba internacional, pensando ya en una posible expansión”.
En esa época, el año 2012, no había cultura de compartir. “El público no estaba preparado y nosotros no teníamos presupuesto para grandes campañas de marketing. Aquello era insostenible”, dice. Y entonces llegó el clic. “Una empresa se acercó y nos dijo: ‘Me encanta esto, pero lo quiero para mis empleados”. Y ahí vieron la luz.
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