El empleo renovable no para de crecer, pero lo hace a dos velocidades
Se espera que este 2023 se superen los 130.000 trabajadores, puestos que en su mayoría no se consolidan a nivel local. Fomentar una industria propia, la apuesta del sector
El sector de las renovables en España marcó un nuevo hito en empleo en 2021: superó los 100.000 puestos de trabajo tras la travesía por el desierto entre 2015 y 2018 por la reforma energética de 2013. No generaba tanta ocupación desde 2012 (113.247), según los datos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). Para este 2023, tanto esta como las organizaciones de las tecnologías más representativas (la Unión Española Fotovoltaica –Unef– y la Asociación Empresarial Eólica –AEE–) confían en un mayor crecimiento, probablemente cercano a 2008 (136.163), el mejor año de su historia.
Tanto la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) vaticinan en un informe que la transición energética podría crear hasta 43 millones de puestos de trabajo de cara a 2030 y 122 millones para 2050.
Hay trabajo, coincide todo el sector. Pero este no llega a calar en España, en gran medida, en las poblaciones eminentemente rurales donde se instalan las plantas de energías renovables, según un reciente estudio presentado por expertos del Banco de España, en el que se concluye que ni solares ni eólicas tienen efectos significativos a nivel laboral a medio y largo plazo allí donde se instalan.
La fluctuación, un reto
José María González Moya, director general de APPA Renovables, reprocha que esa investigación analice una foto concreta y no la visión del sector “en su conjunto”. De ser así, se vería cómo es “mucho más intensivo en capital” que el sector tradicional (el de los combustibles fósiles) al desplegar más instalaciones, eso sí, con menos empleados de media. Y pide prestar atención también al “efecto arrastre” de la industria asociada.
Hay una alta empleabilidad en las fases de planificación y construcción, en especial de plantas solares, que luego decae a la hora de su mantenimiento. Fuentes de Irena ven en esta “fluctuación” un reto que requiere de políticas que propicien un “mercado más predecible y compromisos estables” para que los productores de placas fotovoltaicas o aerogeneradores tengan alicientes en construir fábricas o mantenerlas abiertas en el territorio, sobre todo cuando es más barato comprarlos en otras regiones del mundo como en el sudeste asiático.
Además, Irena recuerda que, en cualquier caso, el auge de las renovables “puede mitigar esa situación solo hasta cierto punto”, y que cualquier otro factor económico requerirá de políticas que revitalicen la zona. El director general de la AEE, Juan Virgilio Márquez, argumenta en este sentido que ni un parque eólico ni uno fotovoltaico van a revertir una “tendencia demográfica negativa” por sí solos. “Se requiere de un número de infraestructuras, servicios e instalaciones municipales que hagan que la gente quiera irse a vivir allí”, arguye. Con alrededor de 1.050 instalaciones eólicas en España, Márquez apunta a otro indicador: los ingresos. “Hay aldeas y municipios que han cuadruplicado su presupuesto”.
Por parte de José Donoso, director general de Unef, ya hay “ejemplos” de ese horizonte que crea empleo más allá de las plantas renovables, como la fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo (Cáceres) o pueblos con proyectos de energía solar que se traducen en “una ventaja económica competitiva” al atraer a nuevas industrias y empresas.
Otro rasgo es que el sector ha conseguido recuperar a gran parte de los profesionales “expatriados” en su día, indica la APPA. Unef detecta, además, una “reconversión” de trabajadores de energías fósiles a renovables y una “recualificación” de exempleados de la construcción y otros sectores que adaptan sus competencias.
Claves de presente y de futuro
Mujer. Un estudio de la Fundación Naturgy recoge que las mujeres han ocupado cuatro de cada diez nuevos empleos ligados a la transición energética entre 2015 y 2021. En total, 58.136 puestos (38,1%), cuatro puntos por encima de la media europea (34%).
Normativas. La Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS-SDSN Spain) impulsa desde junio una serie de encuentros con todos los actores implicados en el sector para elaborar una hoja de ruta, que se entregará el año que viene al Ministerio para la Transición Ecológica, que facilite marcos jurídicos y políticas públicas para el despliegue de las renovables, explica su directora, Candela de la Sota.
Impacto. David Ribó, investigador de la REDS-SDSN Spain, atribuye también al aspecto emocional, la sensación entre los vecinos de que los “impactos de las instalaciones sobrepasan a los beneficios locales”, a pesar de su daño ambiental “mínimo”.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días