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Las renovables no consolidan el empleo en los municipios rurales donde se instalan

Las labores se concentran en la construcción, no en la manutención de los parques

Un parque eólico junto a un municipio.
Un parque eólico junto a un municipio. Getty IMAGES
Pepe García

Dos de las películas más laureadas del año pasado, As Bestas y Alcarràs, de Rodrigo Sorogoyen y Carla Simón; representan unas tensiones cada vez más comunes en el mundo rural: la instalación de parques de energía renovable. De las pantallas ha pasado al Congreso. El diputado de Teruel Existe en la Cámara Baja, Tomás Guitarte, votó en contra en la votación del pasado martes sobre el tercer paquete anticrisis del Gobierno, por la inclusión de un artículo en el decreto que establecía que los proyectos de energías renovables podrán excluirse del procedimiento de evaluación del impacto ambiental.

Por un lado, los beneficios de la energía limpia, ilimitada y barata; por otro, denuncias sobre la degradación del impacto visual, del aumento del coste del suelo y el desplazamiento de otras actividades económicas. En medio de este debate, el Banco de España publicó un análisis sobre los beneficios en el empleo de la instalación de estos parques renovables en una muestra de 3.200 municipios. La conclusión es que la instalación de granjas eólicas y solares no asienta el empleo en los municipios pequeños, en el caso de los parques eólicos, y aumenta el empleo, pero no de los residentes del pueblo, en el caso de las solares.

Explosión renovable

A nivel mundial, la capacidad renovable instalada se triplicó entre 2006 y 2023. El proceso no hará más que acelerarse en las próximas décadas, según la Agencia Internacional de la Energía Renovable. En España, la potencia instalada de energía eólica ha aumentado un 262% desde 2006 y la solar se ha multiplicado por más de 150 veces en el mismo periodo, según Red Eléctrica Española. Merced a ese aumento, prácticamente la mitad de la demanda total de electricidad de España en 2020 se cubrió por energía limpia. Como consecuencia del mayor impacto en el mix energético, el sector superó en 2022 el listón de los 110.000 puestos de trabajos, según la Asociación de Empresas de Energías Renovables.

Los puestos que se generan en torno a un parque eólico o fotovoltaico abarca un espectro de profesiones muy amplio, desde el operario que monta las placas, hasta el ingeniero que diseña las palas del molino de viento. Sin embargo, los oficios más técnicos suelen estar en las grandes urbes, mientras que son los operarios los que pisan el terreno durante la construcción.

En las fases de instalación es donde más empleo se genera en las zonas rurales. En concreto, para la solar sí existen "fuertes multiplicadores de empleo" durante la construcción de placas, en especial en la comarca –de 2,5 empleados al año por MW en los municipios a 4,6 en la zona–. Pero estos efectos sobre el empleo se debilitan una vez finaliza la construcción –1,5 empleados al año por MW de instalación y 3,5 en la región–.

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Los investigadores aseguran que los efectos de las inversiones en granjas solares son más débiles sobre el desempleo que sobre el empleo, es decir, que las empresas se asienten en un municipio, pero contratan a personal de otros adyacentes. Los economistas indican que el desempleo repunta tras terminar construcción, lo que es una prueba de que la construcción de la planta atrae a nuevos residentes al pueblo, que se quedan sin trabajo una vez finalizada la obra.

En el caso concreto de la energía eólica, las inversiones "tienen efectos muy bajos y estadísticamente no significativos sobre el empleo local durante las fases de construcción y mantenimiento", indica el Banco de España.

Una vez finalizados los proyectos de construcción, las únicas labores que se llevan a cabo in situ son las de mantenimiento de las instalaciones. En el caso de los paneles solares, requiere de menor especialización. Por otro lado, en el caso de la manutención de las centrales eólicas, los trabajos "suelen ser a distancia" y de varias granjas a la vez, por lo que no es personal que resida habitualmente en el municipio donde se encuentran instaladas. Estos hallazgos, hacen concluir a los expertos que es plausible que una gran parte de los beneficios en términos de empleo se acumule fuera de los municipios donde se producen las inversiones.

Sobre la firma

Pepe García
Redactor de la sección de Economía de Cinco Días. Estudió Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y cursó el Máster de periodismo UAM - EL PAÍS.

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