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Elecciones británicas: de la crisis pos-Brexit al colapso electoral de los conservadores

La debacle del partido más antiguo del Reino Unido, potenciada por una serie de crisis que iniciaron con el referéndum para dejar la Unión Europea, abre la puerta para un nuevo Gobierno laborista, y también para el florecimiento de otras alternativas de derecha

Intención voto Reino Unido Gráfico
Belén Trincado Aznar
Luis Alberto Peralta

Unas elecciones adelantadas, convocadas por el primer ministro británico, ­Rishi Sunak, el 22 de mayo, son la crónica de una muerte anunciada para los conservadores del Reino Unido (conocidos como tories). El partido más antiguo del Parlamento anglosajón se ha visto embestido por una serie de crisis desde que, en 2016, triunfó en el referéndum para que su país deje la Unión Europea.

La pandemia, el divorcio comercial del resto del continente y la recesión son solo algunos de los problemas que una procesión de primeros ministros han tenido que afrontar desde ese entonces. Ahora que la debacle ya no se le puede atribuir a Bruselas, el partido de Winston Churchill, Neville Chamberlain, David Cameron y Boris Johnson enfrenta una de las peores crisis de su historia (tienen solo un 15% de aprobación). Mientras tanto, sus rivales laboristas cuentan los minutos para una victoria casi inevitable.

En gran parte, la caída de los conservadores tiene una explicación económica. En enero, un análisis de Goldman Sachs estimaba que el golpe del Brexit podría haberle costado a la economía británica entre el 4% y el 8% del producto interior bruto real desde 2016. El Gobierno conservador anunció recientemente que la economía británica presentó su máximo crecimiento en casi tres años en el primer trimestre de 2024, tras haber caído en recesión durante el periodo anterior.

El crecimiento reportado es el más fuerte desde el cuarto trimestre de 2021, cuando el PIB aumentó un 1,5%. En esta ocasión, el indicador solo alcanzó un 0,6%, según indicó la Oficina Nacional de Estadística (ONS). Esto sitúa al país por debajo de España, que creció un 0,7%, pero por encima de Alemania y Francia, que solo vieron incrementos del 0,2%, respectivamente, o de Italia, cuyo PIB se expandió un 0,3% durante el mismo periodo.

Asimismo, la última encuesta de trabajo de la Oficina Nacional de Estadística indica que, de enero y marzo de 2024, la tasa de desempleo del Reino Unido era del 4,3%. Específicamente, el paro subió en 103.000 personas durante en el primer trimestre de 2024. Cabe destacar que este indicador en Reino Unido se mantiene por debajo de otros países de la región como España (12,3%) o Francia e Italia (7,5%, respectivamente), pero por encima de Alemania (3,5%).

“Las bajas tasas de de­sempleo y las altas vacantes en 2022 y 2023 significaron que el mercado laboral era ajustado: la mayoría de los que querían trabajar estaban trabajando, lo que denota que la contratación fue más difícil de lo habitual. Esto fue impulsado por el crecimiento del número de personas económicamente inactivas desde el comienzo de la pandemia. La menor migración neta desde la UE también provocó una caída en el número de personas en el mercado laboral”, explica el informe.

En esta línea, el documento destaca que la demanda de mano de obra se ha desacelerado, lo que evidencia que el mercado laboral “se ha relajado”: las vacantes de empleo cayeron desde su máximo en 2022 y el paro ha ido aumentando. “En comparación con el trimestre anterior a la pandemia, de enero a marzo de 2020, hubo una caída del empleo de alrededor de medio millón de ciudadanos del Reino Unido. También hubo un descenso para los nacionales de la Unión Europea de alrededor de 300.000, pero un aumento para los nacionales de fuera de la UE de alrededor de 900.000, lo que significa que el aumento en el empleo para los ciudadanos no británicos fue de alrededor de 600.000″, señala el mencionado informe.

“La economía de Reino Unido está rebotando desde niveles cercanos a cero en el segundo semestre de 2023, similar a lo que se está viendo en Europa. Las empresas y los bancos se encuentran en una situación sólida, lo cual se ha visto reflejado en bajas tasas de impagos en el alto rendimiento [high yield] y en baja morosidad en las carteras de los bancos. Los principales factores que han afectado de manera negativa no han sido muy distintos que en el resto del mundo: inflación alta y escasez de trabajadores”, explica Felipe Villarroel, gestor de TwentyFourAM, a CincoDías.

“Independientemente del resultado de las elecciones generales, el Reino Unido se enfrenta a un aumento de la deuda pública, que es un riesgo clave para su rating a largo plazo”, comentan a este periódico Dennis Shen y Elena Klare, analistas de Scope Ratings. Dicho esto, desde Scope consideran “poco probable” que las políticas presupuestarias y el marco fiscal del Reino Unido se refuercen sustancialmente tras las elecciones. “No esperamos que un Gobierno laborista represente una política fiscal significativamente más estricta que la actual, incluso si aumentaran los impuestos”, indican desde la calificadora.

Regreso laborista

Una encuesta de YouGov realizada el 24 de mayo revela que el Partido Laborista (de izquierdas) encabeza las intenciones de voto en casi todos los segmentos de edad con la excepción de los mayores de 70 años, que siguen siendo mayormente conservadores (ver gráfico). En concreto, se anticipa que la bancada de la rosa roja alcance el 45% de los votos, un salto enorme desde su 29% de enero de 2020. En contraste, los tories lograrían tan solo alrededor de un 20%, una caída abismal desde el casi 50% con el que contaban hace cuatro años. En este contexto, se anticipa que el candidato Keir Starmer sea el primer mandatario laborista desde que Gordon Brown dejó el poder en 2010, después de suceder a Tony Blair, quien gobernó por una década (1997-2007).

“Bajo el gobierno de los conservadores, los servicios públicos se están desmoronando, las ambulancias no vienen, las familias se ven agobiadas por tasas hipotecarias más altas y el comportamiento antisocial arruina nuestras calles principales. Cinco años más de conservadores en Downing Street solo conducirán a más caos político. No son la respuesta a los problemas que enfrentamos”, expresa un comunicado del Partido Laborista.

“Dado que los laboristas registran sistemáticamente una amplia ventaja en las encuestas, parece haber poca incertidumbre sobre el resultado de las elecciones. Los inversores han tenido tiempo de familiarizarse con el posible programa de los laboristas, que se centrará en el lado de la oferta de la economía, pero estará muy limitado por una situación fiscal complicada, y todas las miradas estarán puestas en los inminentes manifiestos de los partidos”, responde el equipo de macroeconomía de Abrdn a este diario.

Pero ¿cómo avanzaría la economía británica con una mayoría de izquierda? En concreto, el partido liderado por Keir Starmer propone lograr estabilidad económica con “reglas de gasto estrictas”, para mantener los impuestos, la inflación y las hipotecas lo más bajos posible a la vez que se hace crecer la economía. “Sobre esta base de estabilidad, realizaremos inversiones y reformas para hacer crecer la economía, construyendo 1,5 millones de viviendas, haciendo que trabajar sea rentable, creando un nuevo Fondo Nacional de Riqueza e introduciendo una nueva estrategia industrial”, aseguran desde la formación izquierdista.

“Encontrar soluciones para los retos estructurales a largo plazo de la economía británica será clave para mejorar el crecimiento y el nivel de vida. Estos retos incluyen el envejecimiento demográfico, la adaptación al cambio climático, un entorno comercial exterior más hostil y un escaso crecimiento de la productividad”, dice Azad Zangana, estratega sénior para Europa de Schroders.

Los disidentes

Además de los laboristas, otro de los grandes rivales es el partido centroderechista Reform UK, formado por disidentes de los tories que no estaban satisfechos con el camino por el que el partido está yendo. De hecho, esta tendencia se ve en la comparación de los votos de los conservadores respecto al referéndum del Brexit. “En lo que respecta al referéndum de la UE, los conservadores lograron en 2019 atraer al 74% de los votantes a favor de salir de la Unión Europea; ahora solo el 34% de ellos les votaría. Aproximadamente un cuarto de ellos está recurriendo al Partido Laborista (26%) y otro cuarto al Reform UK (27%)”, afirman los expertos de YouGov.

A diferencia de los laboristas, Reform UK plantea una aproximación más liberal hacia la política económica. “La nación enfrenta muchos desafíos, pero podemos superarlos. Para tener éxito, debemos hacer el Brexit correctamente. Debemos salir de la crisis creciendo, no podemos salir de ella con impuestos”, expresa un fragmento de un comunicado oficial de la forma­ción de centroderecha.

“Para lograr un crecimiento más rápido es vital. Tasas de crecimiento más altas son la única manera de conseguir mejores salarios y más ingresos fiscales que puedan invertirse en mejores servicios de salud y otros servicios públicos. Nuestra audaz visión económica libera a más de seis millones de personas del pago del impuesto sobre la renta y libera a más de 1,2 millones de pequeñas empresas y autónomos del pago del impuesto sobre sociedades. También intentaríamos eliminar una serie de otros impuestos asfixiantes de manera responsable y oportuna. Esto generará un crecimiento mucho más rápido que el observado en las últimas décadas”, se lee en el apartado económico de su programa electoral.


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