El salario de los directivos supera ya los 260.000 euros, 11 veces más que la media
Uno de cada tres asalariados que se muda por motivos de trabajo se va a Madrid. El sueldo medio anual crece un 5,6% en 2022, hasta los 23.464 euros
La clase directiva española es uno de los colectivos que más ha visto mejorar su posición en el mercado laboral del país durante el año 2022. Y lo ha hecho tanto por la cantidad de miembros como por la remuneración que estos reciben. A lo largo del pasado año, el número total de asalariados creció un 3,8% hasta superar los 19 millones de personas. El tramo que más trabajadores ganó fue el que ronda los 17.400 euros por ejercicio de media, aumentando un 14,1% hasta los 4,3 millones de personas. El segundo puesto, con un crecimiento anual del 7,2%, correspondió a los altos ejecutivos: aumentaron hasta los 74.258 miembros y registraron un salario por cabeza superior a los 260.000 euros, 11 veces más que el medio.
Los datos se extraen de la Estadística de Movilidad del Mercado de trabajo en las fuentes tributarias, publicada ayer por la Agencia Tributaria. Los números permiten tener una radiografía exacta de la situación salarial española –expresada en cantidades de salarios mínimos interprofesionales (SMI)– y, también, de la movilidad laboral que hay entre autonomías. Por ejemplo, de las casi 150.000 personas que se mudaron de comunidad por motivos de trabajo, más de 40.000 fueron a parar a Madrid.
Una de las conclusiones principales que muestran los datos, además del tirón salarial que experimentan los altos ejecutivos, es el impacto que ha tenido en la realidad salarial del país la paulatina subida del SMI durante los últimos ejercicios, a la que se añaden las revalorizaciones que se produjeron como consecuencia de la crisis inflacionista. En el año que sirve de referencia para la estadística, el SMI se situaba en los 1.000 euros brutos mensuales en 14 pagas, lo que provocó dos grandes cambios que siguen la estela de lo que se venía registrando en los años previos, según explican fuentes sindicales.
Por un lado, como es lógico, cayó el número de asalariados que se situaban en el tramo que oscila entre 0 y 0,5 veces el SMI, siguiendo la metodología de la Agencia Tributaria. Si en 2021 había más de 3,4 millones de personas en esta situación, un ejercicio después la cifra se situó en los 3,2 millones, una notable caída del 5,5%. Estas personas, cuyo trabajo suele ser temporal o parcial, vieron mejorar su remuneración anual, pasando de los 2.768 euros a los 3.487 euros anuales.
El otro gran efecto, prosiguen las mismas fuentes, es el tirón que la subida del SMI provoca en todos los tramos superiores, ya que “suele beneficiar al resto de trabajadores por un factor de empuje al alza”.
Los más beneficiados en 2022 fueron los 3,3 millones de personas que cobraban entre 0,5 y 1 veces el SMI, es decir, el mínimo legal. Su remuneración mejoró un 5,5% sobre 2021, hasta situarse en los 10.628 euros anuales. A partir de aquí, el resto de tramos registró avances salariales que oscilan entre el 4,6% y el 4,8%, a excepción de los altos directivos, cuya mejora se sitúa en el 5,4%, la segunda más alta. Es decir, el incremento medio del año –del 5,6%– fue gracias a la franja más alta, superior a 10 salarios mínimos según los cálculos de la agencia.
Esta situación, en opinión de las mismas fuentes, “no hace más que confirmar la imperiosa necesidad de que los sindicatos tengan un hueco en el consejo de administración de las grandes empresas, que son las que pagan los salarios más altos”. Esta propuesta, que abandera también la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “serviría para intentar limitar las subidas salariales en aquellos tramos que están en la parte más alta de la tabla”. Ejemplo de ello son las retribuciones de los consejeros ejecutivos de las sociedades cotizadas, 31 veces la remuneración media del resto de empleados, según datos de la CNMV.
Fernando Luján, vicesecretario general de UGT, recuerda que estas retribuciones no se encuentran recogidas en ningún convenio colectivo y que se trata de cifras tan grandes que solo competen a las altas esferas que son “capaces de sentarse en una mesa y decidir sus ingresos”. De acuerdo con él, son estos salarios los que, durante el año pasado, más impulsaron hacia arriba los efectos de segunda ronda.
La estadística de la agencia también sirve para poner en perspectiva el bajo nivel salarial de la mayoría de trabajadores: el 80% de ellos no supera los 35.000 euros –el equivalente a 2,5 salarios mínimos–.
Movilidad
España es un país con escasa movilidad geográfica por motivos laborales. En 2022 el porcentaje de ocupados que cambió de comunidad autónoma por su trabajo no llegó al 1% sobre el total de asalariados, según la estadística realizada con base a los datos fiscales de los contribuyentes. Esto supone apenas 149.046 trabajadores, aunque no contempla los flujos de las dos ciudades autónomas –Ceuta y Melilla– ni los de País Vasco y Navarra, que no pertenecen al territorio de régimen fiscal común.
Pese a esta tendencia al inmovilismo territorial dentro del mercado de trabajo, hay un destino preferente para esas personas que cambian de localidad por motivos laborales: Madrid, que aglutina el 33% del total de desplazamientos. El gran número de entradas provenientes de otras autonomías le ha permitido a la región central terminar el año con un saldo positivo de 11.350 personas, pese a que en el mismo periodo casi 30.000 se fueron de ahí.
El segundo destino es Cataluña, a donde se desplazaron poco más de 18.000 trabajadores a lo largo de 2022. Ambos territorios, al ser importantes centros financieros y de servicios gracias a sus capitales, siguen engullendo parte de la fuerza laboral del resto de comunidades. Y aunque no existe un cruce de datos en la Agencia Tributaria que permita conocer en qué comunidad se concentran los salarios más altos vinculados a la movilidad, las plataformas de empleo consideran que los mejores niveles retributivos y contratos están detrás de estos movimientos.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística corroboran esta hipótesis. Según el último informe de Movilidad Laboral y Geográfica, en los últimos dos años prácticamente se ha duplicado la movilidad de directores y gerentes, pasando de 15.000 a 28.800. Por su parte, la propia Agencia Tributaria, tras actualizar hace dos semanas la estadística Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias, corroboró que en Madrid y Barcelona se pagan los salarios más altos: 29.447 y 26.736 euros, respectivamente.
Por contra, Andalucía es la comunidad que más trabajadores pierde, con un saldo negativo que supera las 6.000 personas. Pese a ser un territorio importante para la hostelería y la agricultura, los sindicatos apuntan a que una mayor demanda de mano de obra cualificada puede estar detrás de esta tendencia. No en vano es la segunda región con el salario anual más bajo (18.500 euros). Por otra parte, es significativo que el mayor número de andaluces que se marchan por temas laborales se mudan a Madrid.
Algo similar ocurre con Castilla-La Mancha, la segunda comunidad con mayor saldo neto negativo. En 2022 perdió casi 3.500 asalariados a pesar de que más de 11.000 personas se mudaron ahí por cuestiones de trabajo. Y al igual que en el caso andaluz, el principal destino de la comunidad castellanomanchega fue Madrid.
En una visión general se observa una caída interanual en el número de asalariados españoles que se ha mudado. Según el resumen de movilidad de la Agencia Tributaria, en el que sí se contabiliza a Ceuta y Melilla, la cifra alcanzó las 152.250 personas, lo que supone un 15,3% menos respecto a los 179.692 trabajadores que lo hicieron el ejercicio anterior.
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