Sánchez es investido presidente y afronta una legislatura de alta tensión

El candidato del PSOE logra el apoyo de 179 diputados y ocho grupos frente al único rechazo del bloque de la derecha

Pedro Sánchez recibe el aplauso de la bancada socialista al inicio de la segunda jornada del debate de investidura.SUSANA VERA (REUTERS)

La XV Legislatura echa a rodar con Pedro Sánchez investido presidente del Gobierno con el apoyo de 179 diputados y el rechazo de 171. Se acabaron las negociaciones, los diálogos, los acuerdos, los compromisos y las fotografías en distintos decorados y con diferentes protagonistas del Partido Socialista y hasta siete grupos más: Sumar, Bildu, ERC, BNG, Junts, PNV y CC. Mejor dicho: se terminaron las reuniones previas y ahora tocará ir semana a semana y párrafo a párrafo de los pactos para templar su desarrollo y el grado de respaldo con que contará el Gobierno de coalición de socialistas y Sumar. En contra, el trío de la derecha conformado por PP, Vox y UPB. Por delante, un mandato que, si las dos jornadas de debate pueden usarse como termómetro, van a disparar la tensión política (y social y económica) prácticamente en cada paso del nuevo Ejecutivo.

Nada va a ser fácil en los próximos años. En el Parlamento, porque cada decisión y cada trámite requiere un consenso casi absoluto entre ocho formaciones y todos los firmantes han coincidido en una cosa a su paso por la tribuna de la Cámara Baja: van a marcar de cerca los cumplimientos y los avances. En la macroeconomía, porque el viento a favor de los últimos años ha dejado de soplar y hace apenas 48 horas se confirmó que la zona euro ha entrado en terreno negativo en el tercer trimestre. El primer mundo no termina de arrancar, penalizado además por la política monetaria de los bancos centrales en su formato estricto, y ya todos los organismos nacionales e internacionales coinciden en un mismo diagnóstico para España: terminará este año al frente del crecimiento de las grandes naciones europeas pero en 2023 perderá posiciones y, además, empeorará comparativamente en inflación.

Será la legislatura del pleno empleo, ha llegado a proclamar Pedro Sánchez estos días ante el pleno del Congreso. Según la última Encuesta de Población Activa, la del tercer trimestre, el paro en España se sitúa en estos momentos en el 11,84%. Por lógica, cuando se promete el pleno empleo el objetivo no es el 0%, sino situarse en torno a un 8%, que es la cifra en la que los expertos han coincidido históricamente que marcaría la barrera para aceptarse el término. Otros presidentes lo han prometido antes, como José Luis Rodríguez Zapatero, pero la burbuja inmobiliaria le estalló a España cuando mejores cifras presentaba el mercado laboral (de hecho, hoy día cuando se da un récord en este ámbito suele superar a los cosechados en 2007 o 2008).

Será también la legislatura del regreso a las reglas fiscales en Europa. Pese a que Alemania y Francia siguen discutiendo en Bruselas qué formato seguir (volver a la dupla clásica de deuda y déficit o primar un baremo sobre el otro), España se mueve en estos momentos por encima del 3% en déficit y en torno al 110% de deuda, ambos respectos al PIB, frente al máximo de ese 3% y del 60% al que apuntan el acuerdo comunitario.

Pero, por encima y alrededor de los acuerdos económicos, será la legislatura de la amnistía para todos los vinculados al procés entre 2012 y este 2023, más de 300 personas. Tras el compromiso adquirido por Pedro Sánchez con Junts para abrochar su mayoría parlamentaria, ahora queda su traslación real en articulado legal, aunque la proposición no de ley presentada por los socialistas ya dejó claras varias cosas, como la extinción penal, administrativa y contable de todos los implicados.

Según ha subrayado Pedro Sánchez en su última intervención, y tras agradecer “de corazón” el sí de sus 121 diputados (tras los llamamientos desde la derecha a algunos de ellos a rebelarse contra Ferraz), es esencial seguir avanzando en la agenda progresista iniciada hace cinco años. Y ha terminado, esta vez dirigiéndose a los 179 parlamentarios que le elegirían, con un “muchas gracias” en español, catalán, euskera y gallego.

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