Stellantis cambia de director financiero para salir de la tormenta en la que la dejó Tavares
La automovilística nombra a Joao Laranjo, hombre de confianza del nuevo CEO, que viene de ocupar el mismo cargo para la compañía en Norteamérica


El grupo automovilístico Stellantis (con marcas como Peugeot, Citroën, Opel o Fiat) ha informado este lunes en un comunicado que Joao Laranjo será el nuevo director financiero de la empresa, en sustitución de Doug Ostermann, “quien ha decidido dejar la compañía por motivos personales”. Antonio Filosa, que fue nombrado como nuevo consejero delegado en mayo, pone así a un hombre de su confianza en un puesto clave después de unos resultados semestrales desastrosos, en los que Stellantis perdió 2.240 millones de euros. Ambos se conocen de sus etapas en Norteamérica, región que Filosa lideraba antes de ser nombrado CEO y en la que Laranjo ejerció como director financiero entre 2017 y 2024, momento en el que pasó a Goodyear para luego volver a su puesto en Stellantis Norteamérica a principios de este año.
“Tras haber trabajado estrechamente con Joao durante 15 años y ser testigo de su progresión, siempre me ha impresionado su excelente perspicacia financiera, su mentalidad orientada a los resultados y su profundo conocimiento de las complejidades de nuestra industria”, ha indicado Filosa. “Estoy encantado de darle la bienvenida al Stellantis Leadership Team mientras continuamos posicionando a nuestra compañía para el crecimiento futuro y el éxito a largo plazo”, ha añadido el CEO, que ha agradecido a Ostermann “sus muchos años” de servicio a la empresa.

Stellantis, que mantiene su orientación financiera para el presente ejercicio anunciada en julio —con un aumento de los ingresos respecto al primer semestre, que habían ascendido a unos 74.261 millones, lo que supuso una caída del 12,7% en comparación interanual—, busca salir del pozo en el que se metió en el último año de la gestión de Carlos Tavares, el ex CEO echado sorpresivamente en diciembre de 2024 tras enfrentarse con Italia y con la práctica totalidad del resto del automóvil. El año pasado, los beneficios de la empresa habían caído un 70,6%, explicados en parte por el exceso de stock de Stellantis en EE UU.
Este año, Stellantis ha sumado a su lista de problemas los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump, que le ha supuesto un impacto negativo en sus cuentas de 1.500 millones —no es, ni de lejos, la peor parada. Toyota acusó un impacto de 8.140 millones por este motivo—. Además, la empresa afronta la creciente competencia en el mercado europeo, con el crecimiento de las marcas chinas, que poco a poco van ganando conocimiento entre el público general. De hecho, China es ya el mayor exportador automovilístico a Europa, con unas exportaciones por valor de 6.182 millones de euros en el primer semestre de 2025, según datos ofrecidos la semana pasada por la patronal europea de automovilísticas, ACEA. Laranjo, a su vez, asume la dirección de las cuentas de una empresa que compite contra sí misma, ya que muchas de sus marcas como Peugeot, Citroën, Leapmotor, Opel o Fiat pelean por un público similar.
Sobre la firma


