Chery sobresale en el lío de los coches chinos
El apoyo estatal le da ventaja ante la guerra de precios y la intensa competencia del sector
El sólido debut en Bolsa de Chery confirma que los inversores globales están dispuestos a pagar una prima por una conducción segura en el mercado del coche chino. Su acción llegó a subir ayer hasta un 13% tras su OPV de 1.200 millones de dólares en Hong Kong [acabó ganando un 4%]. La firma había fijado el precio en el límite superior del rango, lo que le otorgó una valoración de 11 veces los beneficios de 2024, frente a las 8,5 de Geely y Great Wall Motor, que tienen estrategias comparables de crecimiento en el extranjero y dan prioridad a los vehículos de alto consumo de combustible junto con los eléctricos. En su máximo de ayer, el salto de Chery elevó su múltiplo a casi 13.
Parte de la confianza parece justificada. El grupo está firmemente establecido tanto en su país como en el extranjero, donde genera el 40% de sus ventas: es el mayor exportador chino del sector. Elevó su margen de beneficio neto hasta el 6,9% en el primer trimestre, frente al 4,5% del año anterior, y obtiene ganancias mientras la guerra de precios ejerce presión sobre sus rivales más centrados en China.
Aunque los aranceles son un problema, el negocio mundial de Chery está maduro y abarca más de 100 mercados. La introducción por parte de Rusia de cuotas arancelarias sobre los automóviles importados hizo que la contribución del país a los ingresos de Chery por la venta de turismos se redujera al 11% en enero-marzo, frente a más de un cuarto en 2023. Pero la firma siguió elevando sus ingresos globales por la venta de automóviles en un quinto en el primer trimestre.
Great Wall o Geely (Volvo) también crecen fuera, claro. Pero Chery destaca además por otra razón. Su mayor accionista es un fondo respaldado por el Estado con sede en su provincia de origen (Anhui), y el registro de accionistas incluye una serie de instituciones vinculadas al Gobierno. La propiedad estatal no suele atraer a los inversores internacionales, pero puede garantizar financiación en caso de necesidad.
Ello la deja en una mejor posición. Los fabricantes de coches chinos pueden hacer en torno al doble de los que venden cada año. Eso se ha convertido en un gran lastre para la eficiencia y la rentabilidad. Hay unas 150 marcas compitiendo. Según CLSA, una agencia de valores institucional, es probable que, con el tiempo, ese número se reduzca a tan solo 8. La cálida acogida de Chery en Bolsa sugiere que será uno de ellos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
