La sede de la Audiencia Nacional en la calle de Goya se transformará en viviendas de lujo
Pictet y Blasson adquieren el inmueble a GMP para un proyecto residencial del que está pendiente una marca de ‘branded residences’


La transformación de edificios de oficinas en viviendas de lujo no cesa. La última gran operación pasa por la salida de los juzgados de la Audiencia Nacional de su sede de la calle de Goya 14 en Madrid. Este edificio, propiedad de la socimi GMP hasta ahora, lo ha adquirido el fondo suizo Pictet junto a la gestora inmobiliaria española Blasson, quienes ya se habían asociado para desarrollar conjuntamente las branded residences de Mandarin Oriental en el número 47 de Hermosilla.
Pictet y Blasson han llegado a un acuerdo de compra, aunque la venta todavía no se ha cerrado, con GMP por más de 90 millones de euros. La intención de los socios es reconvertirlo en residencial de lujo, para lo que invertirán otros 50 millones, informan fuentes de mercado. Desde Pictet se confirma que el edificio probablemente se transforme en branded residences, debido al éxito de Mandarin Oriental Residences, si bien todavía no está decidido.
El edificio cuenta con algo más de 9.000 metros cuadrados, precisamente de tamaño bastante similar al de Mandarin en Hermosilla, y un aparcamiento con un centenar de plazas. Una característica peculiar que se proyecta es una azotea de uso privativo que puede llegar a ser considerada de las más relevantes de Madrid. Las obras se iniciarán lo más rápido posible y pueden extenderse hasta 2028.
La socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) GMP puso a la venta hace unos meses este edificio de oficinas, en una operación encargada a las consultoras Colliers y CBRE. Esta inmobiliaria, propiedad de la familia Montoro Alemán y el fondo soberano de Singapur GIC, tiene su principal negocio precisamente en el alquiler de inmuebles de oficinas en el centro de Madrid. Ante la elevada demanda de vivienda, también de lujo sobre todo en el Barrio de Salamanca de Madrid, ha encontrado a dos estos compradores que ejercerán de promotores de las futuras casas en Goya.
Muchos de estos proyectos de lujo están siendo últimamente ligados a lo que se denomina como branded residences o marcas hoteleras que ofrecen servicios a sus propietarios. El primero en llevar a Madrid esa tendencia fue Four Seasons en el complejo Canalejas junto a su establecimiento de cinco estrellas.
La Audiencia Nacional abandona ese edificio con rumbo al 14 del Paseo de la Castellana. Hasta ahora, ahí estaban ubicados los juzgados de lo social, contencioso-administrativo, de menores y la oficina de víctimas del terrorismo. Se trataba de una de las grandes sedes de este organismo judicial, junto a su localización central de la calle de Génova, además de la sede en la localidad de San Fernando donde se celebran los macrojuicios.
Desde Pictet se recuerda que Hermosilla 47 fue el primer proyecto branded residences solo residencial de Madrid, sin un hotel al lado -ya que el Ritz Mandarin Oriental se encuentra en la plaza de Neptuno-, fruto del acuerdo entre Pictet y Blasson bajo la enseña Mandarin Oriental Residences. En ese caso, compraron a la firma británica Grosvenor un edificio que demolieron y se ha transformado en 30 viviendas en siete pisos, con dos y tres dormitorios y espacios habitables de 180 a 283 metros cuadrados, con precios de venta por encima de los 18.000 euros por metro. También en ese caso, la firma suiza está asociada con Blasson, fundada por Francisco Meliá, Enrique Benjumea y Antonio Pan de Soraluce.
Además de Four Seasons, han desembarcado otras marcas hoteleras como SLS, Banyan y Marriott. Igualmente se esperan este tipo de proyectos en Alcalá 44, del fondo Besant Capital con Blasson, y en Cedaceros 9 por parte del grupo dubaití Lamar Development.
Respecto a nuevos proyectos de viviendas de lujo destacan el del 50 de María de Molina, liderado por el gigante BlackRock y Grupo Lar en una operación que contempla 158 unidades; Recoletos 14 por parte de Altamar y Terralpa; el 42 de María de Molina por la promotora Balaq; el 22 de Velázquez con Inbest GPF; Sagasta 31 por Impar; el 28 de Zurbarán por Ardian, o el 11 de Jordán por Dazia, que en todos estos casos tienen en común que se trata de una reconversión de edificios de oficinas.
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