Endesa disparó su beneficio un 154% en 2024 tras superar el impacto del laudo con Qatar de 2023
La compañía energética ganó 1.888 millones el año pasado. La comparativa se hace con un 2023 en el que se vio obligada a pagar 530 millones a QatarEnergy


Endesa vuelve a buenas cifras. La compañía energética dirigida por José Bogas disparó sus beneficios un 154% el año pasado, hasta los 1.888 millones, gracias a la normalización del mercado energético y a la falta de impactos extraordinarios, como el laudo que perdió contra QatarEnergy en 2023, cuando tuvo que pagar 530 millones por un contrato de gas. Endesa ha informado de que este resultado le permite “ampliar y acelerar” las inversiones previstas para el periodo 2025-2027 en función del escenario regulatorio.
La compañía ha explicado que la gran subida del beneficio se debió a la sólida evolución del ebitda, es decir, las ganancias antes de impuestos y amortizaciones, el cual ascendió hasta los 5.293 millones, un 40% más que en 2023, “gracias a la positiva aportación de todos los segmentos de negocio y a la ausencia de impactos extraordinarios como los registrados un año antes”.
Endesa ha señalado que la normalización de los precios energéticos se manifestó en el abaratamiento del gas (el PVB, índice de referencia en España, se redujo un 12% hasta 35 euros/MWh) y, como consecuencia, el precio medio del pool eléctrico ibérico bajó un 28%, hasta los 63 euros MWh. El flujo de caja libre, por su parte, creció hasta los 4.100 millones de euros, unos 1.200 millones más que a cierre de 2023.
“Hemos obtenido unos sobresalientes resultados en el año, que nos proporcionan un sólido flujo de caja y que sustentan unas métricas financieras saneadas. Como fruto de todo ello, hemos elevado hasta los 1,32 euros el dividendo que prevemos repartir este año, lo que supone un 32% más que en 2023 y un 10% más que el objetivo que nos habíamos fijado. Nuestra rentabilidad por dividendo se sitúa así por encima del 6%. Seguimos avanzando en los principales ejes de nuestro plan estratégico 2025-2027 y reiteramos nuestra capacidad financiera para aumentar y acelerar ese plan inversor en transición energética si el entorno regulatorio lo respalda”, ha dicho el consejero delegado de Endesa, José Bogas. De cara al periodo 2025-2027, Endesa promete un payout del 70% y un dividendo mínimo garantizado de un euro por acción. En cuanto a la remuneración de Bogas, esta fue de 1,991 millones en 2024, un 6% menos que en el ejercicio precedente.
La compañía ha resaltado en sus resultados que su carga fiscal creció un 130%, hasta los 696 millones. Esto supone una tasa fiscal del 27%, según Endesa, que se ha visto afectada por el impuesto extraordinario a las energéticas que enfrentó al sector con el Gobierno el año pasado y que ha dejado de estar en vigor a partir de enero.
Endesa ha destacado, a su vez, que ha continuado reduciendo su deuda, la cual se si sitúa ahora en 9.300 millones, un 11% menos que hace un año, gracias sobre todo a “que el el flujo de caja más los ingresos obtenidos por la venta de una participación minoritaria en una cartera de plantas solares superan ampliamente las inversiones acometidas y el dividendo abonado”. El ratio de apalancamiento de la energética es de 1,8 veces su ebitda. La deuda bruta, por su parte, asciende a 10.500 millones, un 23% menos, con un coste promedio del 3,6%, lo que significa que su deuda es 0,4 puntos más cara que hace un año.
Respecto a sus objetivos marcados para los próximos años, Endesa ha destinado más de 900 millones a modernizar y ampliar su red de distribución actual. El volumen de electricidad distribuido por la compañía se incrementó un 2%, hasta los 139 TWh. La compañía ha asegurado que planea seguir aumentando las inversiones, “sujeto a la mejora de la retribución de la red para el periodo 2026-2031 que se prevé conocer a lo largo de este año”.
Por otro lado, Endesa ha señalado que el 86% de la electricidad producida en la Península Ibérica provino de fuentes “no emisoras” de CO2 donde incluye a las renovables y a la nuclear, lo que supone seis puntos porcentuales más que en 2023. La generación renovable creció un 25%, gracias sobre todo al buen año de lluvias que posibilitó el incremento de los caudales de los ríos. La capacidad instalada de generación peninsular se incrementó en 200 MW el ejercicio pasado, hasta los 17.200 MW, de los cuales un 78% es renovable o nuclear. Este febrero, Endesa cerró una compra anunciada en noviembre de unos activos hidroeléctricos con una capacidad de producción de 626 MW.
En cuanto a la energía nuclear, para la que España tiene un calendario para su eliminación progresiva, Bogas ha pedido en rueda de prensa que se revise el calendario por el retraso en la implantación de sistemas de baterías y almacenamiento, lo que podría derivar en problemas de corte de suministro, sobre todo en Cataluña. “Hay un cambio respecto a la política nuclear en el mundo”, ha sostenido Bogas, quien ha mencionado el ejemplo de Bélgica, Alemania e Italia que ahora se muestran a favor de esta energía. “Todo eso nos lleva a expresar nuestro deseo de discutir los pros y los contras de variar las fechas que hoy están establecidas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec)”, ha indicado el directivo.
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