_
_
_
_

Las farmacéuticas defienden su peso estratégico y advierten de que contribuyen al PIB español con más de 27.000 millones

España cuenta con 370 empresas del sector, que facturan cerca de 25.500 millones

Santiago Millán
industria química
Trabajos en una laboratorio farmacéuticoKike Rincón (Europa Press)

Las empresas farmacéuticas contribuyeron a la generación de más de 27.000 millones de euros de valor añadido de forma directa, indirecta e inducida en 2023, el equivalente al 1,9% del PIB español, según el informe Contribución socioeconómica de los medicamentos y de la industria farmacéutica española, realizado por la patronal Farmaindustria y AFI. En una presentación con los medios, Javier Serrano, director de Economía y consultor de AFI, ha destacado que por cada euro de valor añadido creado en una empresa farmacéutica propicia la generación de 1,5 euros adicionales por parte de otras compañías en España.

Actualmente, España cuenta con 370 empresas farmacéuticas, que, en su conjunto, facturaron cerca de 25.500 millones de euros durante el año 2023 (INE). El valor de sus compras ascendió a 14.600 millones, por lo que el sector aportó directamente al PIB unos 10.900 millones de valor añadido.

Según el informe, la industria contribuye al mantenimiento de 242.000 empleos directos, indirectos e inducidos, el equivalente al 1,2% del total de ocupados del mercado laboral en 2023.

Además, según el estudio, el sector farmacéutico es la segunda industria que más recursos dedica a la innovación, con cerca de 1.400 millones de euros anuales, lo que representa el 18% del total de la inversión industrial española en I+D+i. A su vez, el 60% del gasto en I+D de las empresas farmacéuticas españolas se concentra en la investigación clínica, convirtiendo a España en el líder europeo en el ámbito de los ensayos clínicos, por delante de Francia y Alemania.

El sector farmacéutico es la segunda actividad más productiva de toda la industria manufacturera, en el que cada trabajador genera un valor añadido de 175.000 euros al año, “más del doble que el trabajador manufacturero promedio.” España es uno de los países europeos más dependientes del sector farmacéutico en su oferta industrial de alta tecnología: seis de cada diez euros producidos en España de bienes de alta tecnología son medicamentos.

De igual forma, los medicamentos son el quinto producto más exportado por las empresas españolas en 2023, con una cuota del 5,3% sobre el total de exportaciones de bienes. En este sentido, las exportaciones españolas de medicamentos superan los 20.300 millones de euros.

A su vez, una de cada tres empresas farmacéuticas instaladas en España es una filial de una compañía multinacional, lo que propicia que, entre 2012 y 2022, el sector haya recibido 2.300 millones de euros de inversión extranjera directa.

El estudio destaca que, si bien en conjunto España es el cuarto país de la UE con más empleo industrial, los datos apuntan a que Cataluña es la segunda región europea con más trabajadores en la industria farmacéutica, con cifras similares a las de Lombardía (región líder). Además, la Comunidad de Madrid es la octava región europea con más empleo en el sector farmacéutico, por lo que España consigue colocar a dos regiones en el Top-10, al igual que Alemania (Darmstadt, Tubingen) y Francia (Rhône-Alpes, Île de France).

Con respecto al impacto socioeconómico, el informe apunta que la mejora del estado de salud de la población resulta crucial en un contexto de progresivo envejecimiento demográfico. A pesar de ser los europeos más longevos, la esperanza de vida en buena salud de los españoles es inferior al promedio comunitario. Esta situación se refleja en una creciente demanda asistencial, lo que tiende a impulsar el gasto sanitario público, que en 2022 superó los 93.000 millones de euros.

La inversión en medicamentos tiene el potencial de reducir de manera indirecta el gasto en otras partidas presupuestarias, gracias a la prevención, el tratamiento y la cura de un gran número de enfermedades, mejorando el estado de salud de la población y reduciendo la presión asistencial. Este mecanismo se conoce como efecto compensación de los medicamentos. En España todavía hay margen para reforzar este ámbito: por ejemplo, de los 167 fármacos nuevos aprobados por la Agencia Europea del Medicamento entre 2019 y 2022, únicamente el 62% estaban incorporados en la financiación pública en nuestro país a comienzos de 2024, frente al 77% en Italia o el 88% en Alemania (IQVIA, 2023).

Además, destaca que los medicamentos favorecen que los trabajadores enfermen menos y se recuperen antes. Esto resulta muy relevante en España, donde las bajas por enfermedad se han duplicado entre 2014 y 2022, generando un gasto anual superior a los 8.300 millones de euros. Según las estimaciones de Afi, un incremento de un euro en el gasto público per cápita en medicamentos en farmacia comunitaria está asociado a una reducción de 18.000 bajas por enfermedad cada año en España. Por cada euro adicional de gasto público per cápita en medicamentos en farmacia comunitaria, el gasto público en prestaciones por enfermedad se reduciría en 0,31 euros por persona en promedio anual. Los medicamentos también propician una recuperación más temprana de los pacientes ingresados en hospitales, aspecto relevante pues la duración media de las estancias en los hospitales de agudos apenas se ha reducido en la última década. El gasto hospitalario por habitante, excluyendo la farmacia hospitalaria, se ha triplicado entre 1997 y 2022, y ya representa el 47% del gasto sanitario público total.

Según el estudio, los cerca de 22.000 millones de euros de gasto público en medicamentos en 2022 (tanto en farmacia comunitaria como en hospitales) propiciaron un ahorro de cerca de 14.200 millones en otras partidas presupuestarias.

Cambios legales

Con respecto a los cambios legales en el sector, actualmente en marcha, el director general de Farmaindustria, Juan Yermo, ha reivindicado regulaciones “objetivas” que favorezcan la competitividad del sector y que “respondan a un análisis de situación”.

El directivo ha explicado que la industria está en continuo diálogo con las autoridades estatales y autonómicas para asegurar que la futura legislación contemple las peculiaridades de este sector y potencie las inversiones en producción e I+D. Yermo se ha mostrado satisfecho con la estrategia farmacéutica aprobada en diciembre por el Consejo de Ministros porque “identifica al sector como estratégico y marca unos ejes de actuación en cuanto a acelerar la mejorar la disponibilidad de medicamentos, sistema de acceso temprano o mejorar la estrategia marca”.

Ahora bien, en relación a la futura ley del medicamento, Yermo ha señalado que presentarán alegaciones porque “si se queda como está, no refleja nuestros objetivos”.


Sobre la firma

Santiago Millán
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_