El Gobierno carga contra Francia por nuevos retrasos en la llegada de Renfe a París
El ministro Óscar Puente afirma que se está impidiendo la entrada en la capital a final de año, “e incluso a lo largo de 2025″, para favorecer a la gala SNCF
Lejos de aplacarse, la tensión entre España y Francia por el ferrocarril va a más. No convence desde hace meses el ritmo al que el país vecino ejecuta la conexión de altas prestaciones con el Corredor Mediterráneo, pero, sobre todo, se pone el acento en las dificultades que sigue encontrando Renfe para ...
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Lejos de aplacarse, la tensión entre España y Francia por el ferrocarril va a más. No convence desde hace meses el ritmo al que el país vecino ejecuta la conexión de altas prestaciones con el Corredor Mediterráneo, pero, sobre todo, se pone el acento en las dificultades que sigue encontrando Renfe para desplegar sus planes en el mercado galo. Una vez que vio imposible llegar hasta París en 2023 o, posteriormente, antes de los Juegos Olímpicos, el pesimismo se come ya la estimación de un estreno parisino para final de año. En una entrevista concedida a El País y Cinco Días, el ministro de Transportes, Óscar Puente, anticipa que este hito no se producirá el próximo diciembre, y duda que tenga lugar en 2025.
A juicio de este miembro del Gobierno, “este es uno de los problemas de la liberalización ferroviaria, no ha habido reciprocidad”, se queja Puente, quien denuncia la existencia de zancadillas a la operadora pública española: “A nadie se le escapa que Francia pone todas las trabas habidas y por haber para que no se produzca un proceso real de liberalización en su mercado. Eso supone que estemos jugando con reglas diferentes. Nosotros nos hemos abierto de par en par y otros tienen cerrada la puerta a cal y canto. Por eso soy escéptico con la posibilidad de que estemos antes de diciembre en París, e incluso que lleguemos en 2025″.
Renfe presta servicios trasfronterizos Madrid-Marsella y Barcelona-Lyon en liza, desde julio de 2023, con el gigante público galo SNCF. Estos trayectos fueron cubiertos por ambas, de forma conjunta, entre 2013 y final de 2022, cuando SNCF rompió la alianza con la disolución de la empresa compartida Elipsos. El divorcio coincidió con el desarrollo de la operadora de bajo coste Ouigo en España, filial de SNCF que compite en la alta velocidad con las marcas de Renfe (AVE y Avlo) y con Iryo. Una vez rotos los lazos, Renfe y su proveedor Talgo tratan de obtener los permisos, con más lentitud de lo previsto, para que el nuevo modelo de tren Avril (serie 106 de Renfe) circule desde la frontera hasta París. Son preceptivas tanto la homologación de la nueva flota como la extensión del certificado de seguridad para que Renfe crezca con sus servicios comerciales. En el primer año en solitario, el tren español ha transportado 620.000 viajeros entre ambos países, en un total de 1.300 circulaciones y con un factor de ocupación medio de los trenes del 82%.
Renfe irá hasta París con su Talgo Avril, del que compró 30 unidades (ha recibido 22 con dos años de retraso) y reserva una decena para reforzar su oferta al otro lado de la frontera. Este tren de alta velocidad, estrenado en España el 21 de mayo, ha motivado este verano un calvario para Renfe por su alto índice de incidencias, que tanto el fabricante como la operadora comienzan a embridar con reformas en el software de los trenes y una supervisión más intensiva. Para el ministro español de Transportes este mal arranque no explica la dificultad para obtener los permisos en el país vecino. “Renfe eligió su último modelo para circular en Francia. Es verdad que podríamos haber hecho como Ouigo, llevar trenes de 30 años de antigüedad y no haber invertido, pero vamos con un tren nuevo. Lejos de ser un obstáculo, debería ser todo lo contrario. Lo que hay es mucha excusa y trabas”.
El ministro se queja, por ejemplo, de que Renfe “tenga que traer sus trenes a España [para labores de mantenimiento], mientras Ouigo repara los suyos diariamente en Villaverde, en Madrid [en talleres de Renfe]. No se nos ofrece un taller en Francia. Lo que subyace en el fondo es un deseo de Francia de preservar las cifras de la compañía pública [SNCF]”.
Además de aseverar que Ouigo circula con trenes “antiguos” en España, reitera que está arrastrando a la quiebra a sus competidores actuando a pérdidas. Y ello es posible, según Puente, gracias al soporte público francés, que la empresa niega tajantemente. Renfe ultima una denuncia ante la Comisión Europea.
Air Europa pagará
Respecto al modo de transporte aéreo, el ministro confía en el desbloqueo del proyecto de ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, con el liderazgo de Salvador Illa en la Generalitat de Cataluña. También expresa respeto a la posición de la Comisión Europea contra la ya frustrada integración de Iberia y Air Europa, pero reconoce que le llamó la atención “que una operación que es similar, o incluso de menor tamaño que otras que se han producido en Europa, no haya tenido el respaldo que sí han tenido esas. Quiero creer, y desde Iberia no me han transmitido otra cosa, que tras esa negativa comunitaria había razones objetivas”.
Con Air Europa quedando por el momento al margen de los grandes grupos de aerolíneas, a Puente no le consta que exista preocupación en el Gobierno por su capacidad para devolver la ayuda pública prestada por la SEPI durante el paso de la pandemia, con 475 millones de financiación: “Del rescate de Air Europa se han dicho cosas sorprendentes y muchas tonterías. Hubo un momento crítico para el sector aéreo en todo el mundo y los Estados tuvieron que ayudar para sostener un sector cuya reconstrucción hubiera costado muchos años. Este rescate [por el de Air Europa] se hizo de un modo impecable y en caso de que haya algún problema se encontrarán las soluciones”.
Ante la reciente advertencia de Ryanair sobre la imposibilidad de abrir nuevas bases e incluso traer más aviones a España por las subidas tarifarias de Aena, el responsable de la política de transporte e infraestructuras del Gobierno se muestra escéptico. Durante la entrevista realizada el pasado jueves recuerda que “las tarifas aéreas en España son un 32% más bajas, en términos netos, que en 2015. Han descendido un 11% en un periodo en que la inflación acumulada es del 21%. También son las más competitivas de Europa. ¿Está justificado que Ryanair, que está ganando muchísimo dinero en España, diga que si suben un poquito las tarifas se marcha? Creo que no”. Y añade que la low cost “es muy agresiva en su comunicación y dinámicas, pero nosotros no estamos haciendo nada que justifique que nadie se vaya de España”.
Sobre otros asuntos que atañen a su Ministerio, anticipa que no deben esperarse subidas de cánones ferroviarios, pero tampoco bajadas, en los dos próximos años; espera un desenlace “optimo” para el caso de Talgo, asegurándose su viabilidad después de que el Gobierno vetara la opa del consorcio húngaro Ganz Mavag, y anticipa que ha puesto a Adif a pensar más en el viajero, redoblando la apuesta inversora por la red de Cercanías.