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Talgo encauza la crisis de los Avril tras 137 horas en retrasos en cuatro meses

Renfe tiene de nuevo en circulación las 22 unidades recibidas y habrá nuevas mejoras para elevar la fiabilidad

Una de las unidades Avril de Renfe en la estación de Ourense. Foto cedida por la empresa
Una de las unidades Avril de Renfe en la estación de Ourense. Foto cedida por la empresaFOTO: RENFE
Javier F. Magariño

Los apuros sufridos por Renfe y muchos de sus viajeros en servicios de alta velocidad desde el 21 de mayo van a menos. O al menos eso dice la estadística de incidencias. La operadora pública estrenó ese día el último modelo de altas prestaciones de Talgo, el tren Avril, iniciándose un calvario de averías y retrasos desde los primeros kilómetros de rodaje en fase comercial. Un informe interno del Ministerio de Transportes sostiene que ha mejorado la fiabilidad y caen las demoras desde picos que fueron considerados inasumibles.

Han mediado una severa llamada de atención por parte del Gobierno, y una reacción que el Ejecutivo reconoce instantánea por parte del proveedor de Renfe. Talgo también se juega su reputación en plena venta a nuevos inversores una vez que la opa del consorcio húngaro Ganz-Mavag fue vetada por el Consejo de Ministros.

A mediados de agosto fue el ministro Óscar Puente el que instó a Talgo a tomar medidas correctoras y a reforzar el mantenimiento de los Avril. Renfe, por su parte, activó reclamaciones por daños y perjuicios, tanto económicos como de reputación, y exigió la presencia de ingenieros del fabricante en su centro de gestión y de personal técnico a bordo de los trenes. El informe del Ministerio, que ha monitorizado el comportamiento de cada uno de los trenes, refleja mejores métricas de fiabilidad e incluso el compromiso de nuevas reformas en los trenes.

El primer hito logrado es que totalidad de los 22 trenes que Talgo ha entregado a Renfe están operando después de que tuvieran que parar la mitad entre junio y agosto. También se han reducido en un 62% los tiempos totales de demora diaria por parte de estos trenes respecto a mayo. Sus circulaciones suponen alrededor del 10% de los servicios que Renfe presta en alta velocidad.

Los Avril que componen la serie 106 de Renfe acumulaban 133 minutos de retraso por jornada en mayo, cifra que se moderó en junio hasta los 54 minutos, volvió a subir a 83 minutos en julio y fue de 76 minutos en agosto. Esa cifra, actualizada diariamente en documentos que llegaban a manos del ministro, ha bajado a 50 minutos en los últimos 31 días, pero lo más relevante es que ya no hay trenes en los talleres salvo para el mantenimiento previsto.

El retraso total entre el 21 de mayo y el 10 de septiembre es de 8.185 minutos o 137 horas. Pero en los diez primeros días de septiembre los minutos de impuntualidad llegan a 407, muy por debajo de los 1.234 minutos que los Avril sumaron en los diez últimos días de mayo. El índice de puntualidad es ahora del 58% entre estos trenes, y subiendo, desde el 34% que la nueva flota de Renfe sostuvo en la semana del 16 al 22 de julio. Fuentes del Ministerio confían en que siga lográndose un rápido margen de mejora.

El problema de estos trenes de alta velocidad, de los que Renfe tiene aún ocho unidades por recibir, fue localizado en las cabezas motrices. Además de las medidas de refuerzo requeridas directamente a Talgo, también se instó a la firma de mantenimiento Tarvia, controlada por el fabricante y participada por Renfe, a activar un turno nocturno para devolver lo antes posible a la operación los 11 trenes que estuvieron inmovilizados durante tres meses.

Puente aseveró el 29 de agosto en el Congreso de los Diputados que “el Avril es un gran tren y, una vez superada esta fase, su puesta en servicio nos va a permitir distribuir mejor los recursos ferroviarios y darán un mejor servicio a los usuarios”. El titular de Transportes también explicitó que, como ministro, “no arrojaría piedras contra nuestro tejado: es la imagen de España y la de la industria lo que está en juego”. Su departamento está desempeñando un papel principal en la búsqueda de inversores que sustituyan al núcleo duro de Talgo, formado por el fondo Trilantic, y las familias Abelló y Oriol.

Las actuaciones ya concluidas sobre los Avril están relacionadas con la cadena de alimentación de los trenes, las redes de comunicaciones (TCMS) y la climatización en cabina, para lo que se ha instalado un nuevo software. En estos días se afina el programa que controla las puertas exteriores y próximamente se revisará todo el sistema medidor de la energía, cuya misión es detectar cambios de tensión o bajadas exageradas del pantógrafo. De forma adicional se han retocado el sistema de megafonía interior y el de avisos al viajero, mientras se estudia el de climatización para un comportamiento más eficiente del motor evaporador y de las sondas.


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Sobre la firma

Javier F. Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.
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