El BBVA pierde 18 puntos de capital por Turquía y México y le complica elevar la puja por el Sabadell
Por cada 10% de caída en las divisas mexicanas y turcas el banco pierde 10 y cuatro puntos básicos, respectivamente
La apuesta del BBVA por México y Turquía tiene una elevada factura para el banco español. Con el foco de los inversores en estos dos mercados, aquejados por una alta inflación y la depreciación de la divisa, las caídas acumuladas por el peso y la lira en el primer semestre del año le supondrán a la entidad que preside Carlos Torres hasta 18 puntos en su ratio de capital de mayor calidad, el denominado CET 1. Esto alienta al banco a adquirir el Sabadell, para equilibrar el peso de estos dos mercados, pero al mismo tiempo le complica elevar la puja para hacerla más atractiva a los accionistas.
La apuesta del BBVA por los mercados emergentes tiene su cara y su envés. Por un lado, le exponen a dos áreas con altas perspectivas de crecimiento y desligan a la entidad de la marcha económica de España. Por el otro, le sitúan en el ojo del huracán en dos mercados que despiertan dudas para los inversores.
El caso de Turquía ha sido paradigmático, después de que en 2022 lanzase una opa sobre la parte del capital que no controlaba en Garanti, su firma en el país, y alcanzara el 86% del capital. El mercado cuestionó esta elevada exposición a un mercado como el turco, afectado por la hiperinflación. El beneficio descendió en el primer trimestre del año un 48% frente al mismo periodo del año pasado y un 10% frente al cuatro trimestre de 2023. El ajuste por la inflación le cuesta 522 millones a la entidad.
México, que es el primer mercado del banco actualmente, ha entrado en el foco en el últimos mes, tras las elecciones generales en el país. El resultado, que consolida el poder del partido del presidente saliente López-Obrador durante cinco años más, ha lastrado la evolución de los bancos en Bolsa. El BBVA cede un 7% desde las elecciones y el peso, un 6%.
El BBVA admite, en la presentación a analistas de los resultados del pasado trimestre, su alta dependencia de estos dos mercados. Admite que cada caída del 10% en la cotización del peso le resta 10 puntos básicos en la ratio de capital CET 1, por cuatro puntos básicos por cada caída análoga de la lira. Además, el banco debe asumir un coste de capital de tres puntos básicos por el negocio de cada región por cada trimestre, con un total de 12 puntos básicos para todo el primer semestre.
Esto provocará ya un efecto en las cuentas del primer semestre, que se cerrarán esta semana y el banco presentará a finales del mes que viene. En lo que va de año, el peso acumula una depreciación de en torno al 3,5% en su cruce con el euro, lo que le resta unos tres puntos de capital, por otros tres puntos básicos derivados del descenso del 7% de la lira. En total, la exposición a estos dos mercados le costará ya al banco, en sus cuentas semestrales, 18 puntos básicos.
Efecto en la opa
Esta situación tiene un efecto directo en el papel del BBVA en la opa sobre el Sabadell. El banco que pilota Carlos Torres oferta una acción por cada 4,83 del banco catalán. Una tasación de la entidad catalana de unos 11.000 millones y que su consejo, cuando la oferta fue de una fusión amistosa, ya consideró que infravaloraba a la entidad. El BBVA, en cambio, ha reiterado que esta es su única y última puja. Una posible aparición de un caballero blanco —una de las posibilidades con las que el consejo del Banco Sabadell puede bloquear la oferta sin contravenir la ley de opas— obligaría al BBVA a mover ficha.
La razón está en que la citada dependencia de la evolución de las divisas turca y mexicana complica la capacidad del banco de origen vasco de elevar la puja. También de introducir un segmento en efectivo, tal y como piden algunos inversores. Actualmente, el banco cuenta con una ratio de capital del 12,82%, a cierre del primer trimestre, lo que supone que tiene un exceso de 82 puntos básicos sobre sus objetivos. Traducido en dinero, el banco dispondría hoy de unos 3.100 millones de euros extra para mejorar su oferta y tratar de convencer a Sabadell con una oferta que incluya dinero. Los costes de reestructuración le costarían 1.450 millones y unos 30 puntos básicos de capital.
Esto también tiene su efecto en los planes para remunerar a los accionistas. El BBVA ha prometido devolver todo el exceso de capital por encima de su objetivo, en el 12%, con el foco en lanzar recompras de acciones y el pago de dividendos. Esta es la principal baza que esgrime el Sabadell, repartir a sus accionistas 2.400 millones en los próximos dos años, si bien el deber de pasividad de la normativa de opas les complica acometer nuevas recompras de acciones o introducir modificaciones sustanciales en su programa de recompras de acciones.
El problema está en que la dentellada de las divisas mexicana y turca puede empeorar en los próximos meses. Las propias previsiones del servicios de análisis del BBVA, BBVA Reserach, sitúan la inflación interanual a finales de mayo en el 75%, si bien esperan que el país acelere la senda en la reducción de los precios tras el verano y cierre en el 43%. Las cifras son aún elevadas y dejan la puerta abierta a que el Gobierno de Erdogan, con quien Torres se reunió este mismo mes en Madrid, acometa nuevas devaluaciones de la divisa en los próximos meses.
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