Daniel Cuevas (Philip Morris España): “Nuestra misión es acabar con los cigarrillos lo antes posible”
El directivo da las claves de un sector que está en plena transformación en busca de su viabilidad
“Nos hemos puesto como misión, y suena extraño oírlo de una gran tabaquera, acabar con los cigarrillos que todos conocemos lo antes posible”. Esta frase no ha sido pronunciada por un alto cargo de la Organización Mundial de la Salud ni por un miembro del ministerio de Sanidad, sino que la ha dicho Daniel Cuevas, presidente de Philip Morris Spain. En un mundo cada vez más hostil hacia el tabaco tradicional, las empresas del sector buscan nuevas alternativas para poder seguir con su negocio. En el transcurso de CREO, el encuentro organizado por CincoDías, Cuevas ha dado las claves de un sector tabacalero que está en plena transformación.
Cuevas ha aseverado que aunque esta sea su meta, no es realista pensar que en el corto o medio plazo los productos de nicotina vayan a desaparecer. “En cambio, sí es real pensar que podemos sustituir los productos como el cigarrillo por alternativas mejores”, ha añadido.
“El principal problema ligado a los cigarrillos procede de la combustión, ya que al quemar el tabaco se liberan contenidos muy tóxicos. Tenemos 1.000 millones de fumadores en el mundo y 9 millones en España. Habrá que seguir impulsando alternativas para que estas personas puedan dejar de fumar, que es lo que deben hacer, pero ¿qué hacemos con esos 9 millones de fumadores que disfrutan de sus cigarrillos?”, ha preguntado de forma retórica el directivo.
“Es importante que tengan información veraz y hoy en día sabemos que al eliminar la combustión reducimos al 90% los elementos tóxicos. Por ejemplo, esto es lo que sucede con el tabaco calentado en vez de con la combustión. Creemos que estamos en la dirección adecuada como empresa”, ha concluido.
A nivel de Philip Morris, Cuevas ha desvelado que han realizado una inversión de 12.500 millones de dólares en los últimos años con el fin de encontrar alternativas al tabaco tradicional. Los esfuerzos han fructificado en forma de más de 2.500 patentes de productos sin humo.
“Sobre cómo va su aceptación, estamos sufriendo en nuestras propias carnes el reto que es explicarle a un fumador adulto dejar el cigarrillo atrás. No vamos a la velocidad que nos gustaría, pero en Europa los productos sin humo representan ya el 10% del mercado de media. Si bien en España es absolutamente menor comparado con el resto de Europa”, ha ahondado.
Según las cifras que ha compartido el directivo, el tabaco calentado acumula el 25% de cuota de mercado en Lisboa. En Roma, es el 30%. En Grecia, en Atenas, representa el 30%. “En Madrid las cifras de las que estamos hablando es en torno a seis veces inferiores. Esto es principalmente debido a la grandísima confusión que existe en España respecto a este tipo de productos. No se acaba de entender la diferencia que existe entre este tipo de productos y los cigarrillos tradicionales”, ha diagnosticado.
Para saber hasta qué punto puede ser eficaz o no poner el foco en las alternativas, Cuevas remite al ejemplo de Suecia. “Es un caso paradigmático del poder que pueden tener a la hora de reducir los cigarrillos. En 2008, el cigarrillo tenía allí una cuota de mercado de alrededor del 16%. Hoy día está en el 5%. Se ha reducido la presencia del cigarrillo de forma fortísima, y ha sido gracias a las bolsas de nicotina, unas bolsas de uso oral que no tienen ningún tipo de combustión. Aunque siga teniendo nicotina y haya gente que piense que no hemos resuelto nada, esto no es así. Según datos europeos sobre incidencia de cáncer, los cánceres relacionados con el tabaquismo en Suecia son un 40% inferiores a la media europea gracias a la reducción de la presencia de cigarrillos con combustión”, ha aseverado.
“Creemos que todos los productos de nicotina deben ser regulados porque la nicotina no es inocua. Ahora bien. Pensamos que a la regulación actual le falta la lógica de pensar en el fumador adulto. Si tratamos todo igual, lo más fácil es que siga fumando su cigarrillo de toda la vida. Al fumador adulto hay que darle el derecho a tener esta información de que hay alternativas menos nocivas. Para ello conviene tener una legislación y una fiscalidad que vaya en función de la peligrosidad del producto, al igual que sucede con el alcohol. Lo mismo debería de ocurrir con los productos con nicotina”, ha opinado el directivo.
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