Adif Alta Velocidad dispara su ebitda e ingresos por cánones en plena batalla del Gobierno con Ouigo
El tráfico récord alimenta la actividad mientras las habituales pérdidas netas, de 136 millones, bajan a mínimos tras reducirse un 54%
El dato histórico de tráfico registrado el año pasado en la red ferroviaria de alta velocidad, de la mano de la apertura de nuevas líneas y la implantación de Ouigo e Iryo como rivales de Renfe, ha catapultado los resultados del administrador de la infraestructura, Adif Alta Velocidad (Adif AV), cuando está candente el debate sobre los precios (cánones) que las operadoras pagan por circular. La low cost con raíces francesas Ouigo, activa desde mayo de 2021, se queja de unos cánones que dificultan superar su fase de lanzamiento. Y el Gobierno, a través del ministro de Transportes, Óscar Puente, no deja de acusar a esa compañía de realizar dumping de precios para estrangular la competencia, operando a pérdidas gracias al pulmón del accionista público galo SNCF. En su defensa, la dirección de la ya popular Ouigo niega estar realizando este tipo de prácticas y espera conquistar el equilibrio financiero en este 2024.
Con los cánones congelados, Adif Alta Velocidad consiguió elevar su resultado bruto de explotación (ebitda) un 86% en 2023, hasta los 431 millones (231,8 millones en 2022). El volumen de negocio mejoró un 29,1%, situándose en 727,5 millones de euros. Y los ingresos por el canon de uso de la infraestructura rozaron los 606 millones, lo que deja un avance del 29,8%.
Ante la reiterada petición de rebaja de cánones, Adif viene defendiendo que estos se recortaron un 23% en 2021 para los servicios de larga distancia, como medida para incentivar el tráfico tras la pandemia, y desde entonces han permanecido congelados. También se han mantenido las bonificaciones del 25% al 50%, según los corredores de alta velocidad. La empresa ha estimado que sin esas bonificaciones sus ingresos habrían mejorado un 34%. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), por su parte, está poniendo la lupa sobre las tarifas ferroviarias por altas.
Para este 2024 la propuesta del administrador de la infraestructura en el proyecto de Reglamento de cánones ha vuelto a ser de congelación, además de subir del 25% al 35% la bonificación en la línea Madrid-Barcelona-Frontera francesa. Los incentivos para la Madrid-Andalucía se mantienen en el 35%, y suben al 50% en el eje Madrid-Levante.
Las pérdidas de la pública Adif AV, recurrentes por su naturaleza inversora y el consiguiente endeudamiento, bajaron en 2023 a 136 millones de euros, un 54% menos que en 2022, cuando se acercó a los 300 millones en rojo. Las de 2023 son las menores pérdidas en la historia de Adif AV, obtenidas pese a la mayor deuda y el contexto de altos costes financieros (372 millones, un 18% más).
Pese a que los niveles de tráfico anteriores a la crisis sanitaria ya se habían alcanzado en 2022, ha sido en el último ejercicio cuando se han recuperado los citados ingresos por cánones de 2019. A los 606 millones facturados por el canon por el uso de la infraestructura se suman 121 millones de canon por el uso de las estaciones y otras instalaciones (un 25,5% más), lo que supera de largo los 610 millones que se facturaron en total en 2019.
El pulso inversor también ha ido al alza, con 1.974,5 millones en inversión ejecutada, lo que se traduce en un salto del 27%. La licitación de hasta 360 contratos se fue hasta los 2.720 millones (IVA incluido) y las adjudicaciones, con un total de 381 proyectos, subieron un 50%, a 2.963 millones (IVA incluido). Además, Adif AV pagó trabajos de conservación y mantenimiento de la red por 377 millones. El foco inversor se puso en las mejoras en el eje Madrid-Sevilla, la ejecución de la estación barcelonesa de La Sagrera o en la ejecución del Corredor Mediterráneo.
La filial de Adif que se encarga de la red ferroviaria de altas prestaciones completó el ejercicio con una deuda neta de 17.307 millones (16.616 millones en 2022). De esa cifra, 4.000 millones están nominados en bonos verdes, y 1.100 millones fueron emitidos el año pasado (500 millones en la séptima remesa de bonos verdes).
Además de la mejora en el tráfico, Adif Alta Velocidad también vio caer un 39% los costes de energía que, a su vez, sufragan las operadoras ferroviarias. La factura pasó de 620 millones en 2022 a 377 millones en el último ejercicio.
Con 4.000 kilómetros de vía en operación, el tráfico se disparó el año pasado un 30%, hasta los 78,7 millones de tren por kilómetro. A lo largo de 2023 la empresa contabilizó 187 millones de viajeros que subieron y bajaron de un tren en una estación de alta velocidad, un 22,3% más.
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