Enel se asegura al menos otros 3.000 millones de Endesa gracias al dividendo
La eléctrica española aumenta la presión al Gobierno para eliminar el impuesto extraordinario. Inversión prevista de 2.800 millones en redes a la espera de una mejora de incentivos del regulador
Enel se ha asegurado unos ingresos mínimos de 3.000 millones de euros con el plan de dividendos para el periodo 2023-2026 de su participada al 70% Endesa. La garantía pasa por el compromiso de la eléctrica española de fijar un “suelo” de retribución de un euro por acción en cada uno de esos ejercicios, según se contempla en la actualización de su plan estratégico a 2026, presentado ayer a los inversores.
Los ingresos de Enel por esta vía pueden ser mayores si Endesa cumple con un dividendo de 1,1 euros por título para 2024 y de 1,5 euros por acción para 2026 (estos condicionados a la evolución de los beneficios). En ese caso, el reparto para Enel superaría los 3.400 millones.
Mientras, Endesa sigue lanzando mensajes para presionar al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, en el intento de que elimine el impuesto extraordinario al sector energético. El consejero delegado de la eléctrica, José Bogas, declaró ayer que confía en que el Ejecutivo no extienda más allá de 2024 la aplicación de esta tasa, aunque el pacto entre el PSOE y Sumar recoge la intención de convertirla en impuesto ordinario.
En la misma línea, Flavio Cattaneo, consejero delegado de Enel, avanzó hace dos días en Roma que la multinacional italiana se plantearía realizar más inversiones en España si se producen cambios normativos. Bogas, en un encuentro con analistas, explicó que “no tiene sentido” pagar ese impuesto extraordinario porque Endesa no tiene beneficios atípicos y esa tasa no se aplica en otros países de Europa. “No es un escenario razonable para nosotros en el futuro”, añadió. Con anterioridad, desde Endesa habían estimado que ese impuesto tendría un impacto negativo de 400 millones. La eléctrica reclama una regulación que garantice un retorno de las inversiones “justo y predecible”.
En el plan para el periodo 2024-2026 presentado ayer, Endesa se compromete a mantener el dividendo de un euro bruto por acción con cargo a los resultados de 2023, a pesar del laudo arbitral que le obliga a pagar 550 millones este trimestre. El próximo 2 de enero adelantará el pago a cuenta de 0,50 euros brutos por título y el resto lo abonará en julio. Ambas retribuciones serán en metálico, como las restantes hasta 2026.
La estrategia de Endesa incluye el compromiso de mantener un pay out del 70% hasta 2026. Las promesas de retribución a los accionistas están basadas en un crecimiento previsto de la rentabilidad (ver gráficos adjuntos) que está ligado, en parte, a los citados cambios tributarios. Endesa estima un beneficio neto de entre 2.200 y 2.300 millones para 2026. Espera cerrar 2023 con un resultado neto de 1.000 millones después de impuestos, precisamente 400 millones menos de los esperados (para hacer frente al citado laudo). En 2024, los beneficios escalarían hasta los 1.600 o 1.700 millones. El plan incluye una reducción de la deuda financiera neta (DFN) del 15%, para que en 2026 sea equivalente a 1,4 veces el ebitda.
Plan de 8.900 millones
Las inversiones de Endesa en el próximo trienio alcanzarán los 8.900 millones. El presupuesto en redes inteligentes de distribución de energía aumentará hasta los 2.800 millones (200 millones más que el programa anterior), para dar respuesta al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno, que prevé inversiones de 53.000 millones en una década en este segmento. Bogas espera que el regulador mejore los incentivos para su despliegue en la revisión normativa para el periodo 2026-2031. El CEO opina que estas infraestructuras son claves para consolidar la transición energética. “Necesitamos casi duplicar la inversión en redes si queremos evitar cuellos de botella”. Pero desde Endesa advierten que su estrategia en redes estará “condicionada a una mayor visibilidad” en cuanto a la remuneración pública de los proyectos.
La mayor partida del plan de la eléctrica se centra en aumentar su generación renovable. Mantendrá una inversión de 4.300 millones para consolidar en 2026 una capacidad instalada de 13.900 MW. Otros 900 millones se destinarán a reforzar el servicio a los clientes, con el objetivo de alcanzar 7,5 millones de abonados en el mercado libre (7,1 millones en el anterior planteamiento). Por último, reforzará con 900 millones el negocio nuclear, las operaciones en las islas y los gastos y “ajustes” en estructura. Endesa mantiene el compromiso de abandonar en 2027 el recurso al carbón en sus actividades en España. El valor de la acción registró ayer un retroceso del 2,38% en Bolsa, presionado por el ajuste del dividendo y de beneficios que ha realizado a 2026.
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