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Los empresarios se rebelan contra la política económica del Gobierno

Garamendi tilda las medidas pactadas por PSOE y Sumar de “populistas y contrarias a las empresas”. La banca considera como “discriminatorio” el impuesto temporal que grava sus ingresos y rechaza su consolidación.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, durante la inauguración del Congreso de Directivos CEDE
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, durante la inauguración del Congreso de Directivos CEDE.Fundación CEDE

Las medidas económicas que han pactado PSOE y Sumar de cara a la formación del futuro Gobierno y que fueron presentadas en la mañana del martes con el boato de un pacto de estado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han soliviantado a toda la clase empresarial, sin excepciones por territorios o sectores. Los empresarios han virado de un mensaje moderado de rechazo desde el martes a un tono mucho más duro el jueves alertando del impacto negativo de las medidas en actividad y empleo e incluso avisando de deslocalizaciones de actividad.

La reducción de la jornada laboral sin rebaja de sueldo, la consolidación del impuesto temporal a los beneficios de la banca o de las empresas energéticas, el aumento de la presión fiscal en el impuesto de Sociedades o la eliminación de los vuelos de menos de dos horas y media de duración donde existan alternativas por tren han desatado una catarata de críticas que anticipa un clima de conflictividad social para la próxima legislatura. Eso siempre y cuando Pedro Sánchez logre el voto a favor de los partidos nacionalistas catalanes. En caso contrario, la alternativa es la repetición de elecciones, un escenario que algunos empresarios ya consideran como el más deseable.

La amenaza más dura la formuló ayer por la mañana Repsol, una de las principales damnificadas por el impuesto temporal a las energéticas. “La posibilidad de que se mantenga un gravamen a las compañías energéticas, que se ideó como temporal y extraordinario, castiga a las empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país. La falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España”, recalcó en un hecho relevante remitido a la CNMV.

Los despachos de abogados prevén un alud de demandas por el alza prevista en Sociedades

Un mensaje en las antípodas del de Iberdrola, otro de los grandes perjudicados por el impuesto a las eléctricas, que optó ayer por un relato más conservador. “Vamos a esperar a que se forme el Gobierno ya que hay que conocer cuál es el programa y ahora mismo están en conversaciones con los socios potenciales del futuro Gobierno. Ya veremos cuál es el programa y haremos comentarios cuando se establezca el gobierno”, aseguró el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en la conferencia posterior a los resultados con los analistas.

La banca tampoco se ha mostrado muy conforme con que el impuesto temporal que grava su facturación se perpetúe en el tiempo. La presidenta de Santander, Ana Botín, deslizó el lunes en la inauguración del Congreso Nacional de la Empresa Familiar su rechazo al relato creado por el anterior ejecutivo de los beneficios caídos del cielo. “Dar beneficios es sano si parte lo reinviertes.¿A qué dedicamos ese beneficio en Santander? Un tercio a pagar impuestos, un tercio a dar nuevo crédito y un tercio a retribuir a los accionistas”, puntualizó. Solo dos días después, el consejero delegado de Santander, Hector Grisi, sacó más munición contra el Gobierno tras anunciar un beneficio récord de 8.143 millones entre enero y septiembre y cargó duramente contra la posibilidad de que el impuesto temporal a la banca para generar más ingresos se convierta en permanente. “Nos parece discriminatorio porque estigmatiza al sector. No es que no nos guste pagar impuestos [la entidad cifra el coste anual en 224 millones de euros], es que nos parece discriminatorio porque estigmatiza al sector y porque es un impuesto a ingresos y no beneficios. Espero que se elimine”.

Menos jornada laboral

Pero la medida que más rechazo ha concitado entre la élite empresarial española ha sido la de la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, aprovechó ayer su intervención en el XXII Congreso de Directivos CEDE, que se celebra desde el miércoles en Granada, para cargar contra lo que consideró “medidas populistas” que solo van en contra de las empresas. “Rotundamente estamos en contra de este populismo que va a conseguir que vayamos hacia abajo. En la vida, hay veces que hay decir ya vale”, aseguró, lamentando que el pacto incluya incluso planteamientos de cogestión en las empresas. “Es más peligroso que lo de las horas”, subrayó. Garamendi recalcó que hay un montón de convenios que ya marcan menos de 37,5 horas. “Hacerlo por ley es intervencionismo. Hay gobernantes que no han visto la empresa en su vida y por eso les animo a pagar alguna nómina”, recalcó visiblemente enfadado.

Slim aboga por una jornada semanal de 3 días con 12 horas al día

Modelo.  El empresario mexicano Carlos Slim, maximo accionista de FCC y segundo de Realia, entró el jueves en el  debate sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas a la semana. “Yo creo que reducir el horario así es una tontería; pienso que lo que sé, lo he dicho varias veces, es que debe de trabajarse tres días, doce horas diarias, tres días para dar cabida a otras tres personas que trabajen los otros tres días y jubilarse a los setenta y cinco años, no a los sesenta y cinco ni a los sesenta”, señalo durante la  XXVIII Reunión del Plenario de la Fundación Círculo Montevideo, del que forma parte.
Pensiones.  “Vivimos más años y en todos los países del mundo con políticas sociales para la jubilación, el pasivo laboral es muy alto, muy por encima de los recursos del Estado. “Es muy importante que la jubilación no sea tan temprana”, recordó.

El líder de la patronal insistió en poner en valor la gestión. “Aplicar fórmulas populistas, que solo van en contra de las empresas, oyendo no al Gobierno, sino a dos partidos que quieren gobernar, son fórmulas que lo único que pueden hacer es entorpecer el crecimiento”, remachó. En línea con lo expresado por Botín o Grisi, Garamendi dejó claro que las empresas tienen que ganar dinero. “Tienen que dar beneficios, dar dinero a los accionistas”. Y puso como ejemplo a la Fundación La Caixa, la primera obra social de Europa. “Si las empresas de la entidad financiera no dan dividendos, no se puede hacer esa obra social”, expuso.

La Mesa del Turismo rechaza la supresión de los vuelos de corto radio

Las críticas a la reducción de la jornada laboral sin rebaja de sueldo también se han multiplicado desde el sector del gran consumo y del turismo, dos de los sectores más afectados por la medida. “Desde FIAB y como responsable de Deoleo lo valoro mal. Creo que este tipo de medidas de nuevo hacen que la empresa española pierda competitividad y provoca que haya otros que se beneficien de ello. A corto plazo pensamos, o el Gobierno piensa, que las medidas van a tener cierto impacto, pero hay que analizar el ciclo de la macroeconomía. Lo podemos decir más alto, pero no más claro”, precisó Ignacio Silva, presidente de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).

El sector del gran consumo, reunido desde el miércoles en el congreso nacional de la patronal Aecoc, también criticó con dureza la medida. “Solo profundizará en el problema de baja productividad que tiene la economía española.Si seguimos reduciendo el número de horas, lo que haremos será destrozar la competitividad de la economía”, aseguró Javier Campo, presidente de Aecoc.

Más presión fiscal

El último en sumarse a las críticas fue el presidente de la Mesa de Turismo, Juan Molas, quién rechazó la decisión por PSOE y Sumar de suprimir los vuelos de corto radio a aquellos destinos en los que haya alternativa ferroviaria que no dure más de dos horas y media. Molas tildó de loables los objetivos que persigue la medida, como la reducción de emisiones de CO2, el recorte de la huella de carbono y la apuesta por un turismo más sostenible, pero denunció que no se están teniendo en cuenta factores como el impacto sobre los vuelos internacionales cuando el destino final del viajero no es el aeropuerto de entrada, la proyección de los grandes hubs aéreos o la posible desaparición de rutas. “Sin tener implementada la intermodalidad en los principales hubs de llegadas internacionales [como Madrid o Barcelona] eliminar los vuelos de corto radio no solo dañaría la conectividad doméstica, sino que alargaría la duración total del viaje hasta destino de muchos usuarios internacionales que, posiblemente, se decantarían por otras rutas que sin bajarse del avión les permitieran llegar a su destino”, recalcó.

Con el incremento de la presión fiscal en el impuesto de Sociedades, el Ejecutivo prevé recaudar 10.000 millones más. Juan Ignacio Navas, socio-director de Navas & Cusi, despacho especializado en derecho bancario, financiero y tributario, advirtio de que la propuesta de elevar el tipo efectivo al 15% sobre el resultado contable es “contraria” al principio constitucional de contribución en función a la capacidad de pago y conllevará un aumento de la “litigiosidad y la deslocalización” de capitales.

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