El metro sin conductor de Sídney inicia su viaje en Madrid

Thales diseña los sistemas de comunicaciones de la línea, la videovigilancia y las pantallas de información desde España

Si alguna enseñanza positiva ha dejado el Covid-19 es que el trabajo en remoto es posible en muchas más áreas y situaciones para las que se había diseñado en sus orígenes. La tecnología que millones de empresas tuvieron que desplegar cuando los Gobiernos decretaron el cese total de movimientos dio entonces un salto cuantitativo y cualitativo del que hoy, tres años después, se siguen beneficiando infinidad de proyectos.

Las salas de datos y super ordenadores que controlan el perfecto funcionamiento de grandes redes de transporte o de distribución de energía son habituales y están cada vez mejor equipadas. Lo que ya no es tan frecuente es que el diseño de cómo deberán ser esos centros cuando se inauguren se planifique a 17.685 kilómetros de distancia. Es lo que separa a Madrid de Sídney, pero ello no impide que Thales España diseñe parte de los sistemas de la principal línea de metro de la ciudad australiana, cuya ampliación culminará el año que viene y en la que también participa el grupo de ingeniería. Así, desde Madrid, un equipo multidisciplinar de Thales España es el encargado de velar por el buen funcionamiento de los sistemas de comunicaciones de la línea, la videovigilancia y la gestión de las plantallas teleindicadoras que suministran información a los pasajeros.

Sídney Metro Northwest abrió sus puertas en mayo de 2019, convirtiéndose en el primer proyecto australiano de metro sin conductor. Fue el primer tramo de la red de metro construido entre los suburbios del oeste y el área metropolitana de Sídney. Thales se embarcó en ese viaje en metro y fue contratado para suministrar, instalar, probar y poner en marcha los sistemas integrados de comunicación y supervisión y control (ICS) a través de las 13 estaciones del noroeste en 2015, entregando con éxito la obra en 2019. Ahora, el proyecto Sídney Metro City & Southwest, de la empresa Transporte de Nueva Gales del Sur, está previsto que finalice en 2024, con capacidad para que los trenes circulen cada dos minutos a través del centro de la ciudad. La extensión de la red supondrá equipar 18 estaciones más con los mejores sistemas de comunicaciones, de las que siete serán estaciones nuevas y las 11 restantes estarán reformadas, complementando a las 13 del primer tramo ya en servicio.

Además de solventar el reto de la distancia, Thales coordina sus trabajos desde Madrid con equipos de otros tres países: Australia, China y Portugal. El centro australiano es el encargado de liderar la gestión global del proyecto, otro desde Hong Komg está a cargo del sistema de control central y los portugueses son los responsables de los sistemas audiovisuales.

¿Cómo se resuelven a tanta distancia todas las posibles incidencias que se producen a diario en una línea de metro? Fuentes de la ingeniería explican que tuvieron que configurar una maqueta de integración y validación con todos los tipos de equipos a instalar. Se simuló la red troncal completa, incluidas tres nuevas estaciones (Barangaroo, Central y Sydenham), y se realizó una sección de los túneles de la línea, de forma que se pudiesen reproducir todas las situaciones posibles en términos de comunicación entre subsistemas y servicios a brindar a los pasajeros y la empresa que presta el servicio u operador (MTR).

“Con esta estructura, fue posible probar cada uno de los subsistemas individualmente en una primera fase y después su integración completa en una segunda fase, en la que se comprobó que se cumplían todos los requisitos del proyecto”, añaden las mismas fuentes. “Somos conscientes de que nuestra labor mejorará la movilidad de millones de ciudadanos en nuestras antípodas “, explica Carlos Mezquita, director de proyectos de transporte de Thales España.

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