_
_
_
_
En colaboración conLa Ley
Tecnología
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Microsoft se cubre las espaldas con la IA y hace responsable al usuario por contrato

La compañía anunció novedades y cambios en su contrato de servicios que entrará en vigor el próximo 30 de septiembre de 2023

Microsoft Teams, en un smartphone.
Microsoft Teams, en un smartphone.DADO RUVIC (REUTERS)

El pasado 30 de julio de 2023 la compañía norteamericana Microsoft anunció novedades y cambios en su contrato de servicios que entrará en vigor el próximo 30 de septiembre de 2023. No es irrelevante que una compañía tecnológica de la que dependemos a diario tantos usuarios y empresas anuncie cambios importantes en sus servicios.

A nuestro juicio resulta significativo que esta actualización del contrato de servicios se aplique directamente a los productos y servicios para “consumidores online de Microsoft”, aunque resulta confuso a quién se refiere el término consumidor online. Para tratar de aclararlo, hemos analizado los “servicios cubiertos” que comprende una muy significativa lista de 131 servicios, entre los que se incluyen Microsoft Academic, Microsoft Health, Microsoft Teams, OneDrive o Skype in the Classroom.

Llama la atención que se incluye expresamente los servicios de Microsoft 365 Empresa Estándar, Microsoft 365 Empresa Básico y Aplicaciones de Microsoft 365, con una nota especial. Si bien parecía que estos servicios eran únicamente para consumidores particulares, resulta que también se aplicará transitoriamente a empresas, pues la nota destaca que están vigentes “Hasta que se establezca un dominio comercial para el uso de estos servicios, en cuyo momento regirán otras condiciones comerciales de Microsoft”. Así, salvo mejor criterio, parece que estas condiciones son aplicables a todo usuario de los servicios de Microsoft.

Una de las principales novedades en la actualización del contrato de servicios de Microsoft es la exclusión de responsabilidad del gigante tecnológico respecto del mal uso de la inteligencia artificial. Por ello, Microsoft avisa de este cambio de política y, en la sección Su Privacidad, aclara que amplía la definición de Su Contenido para incluir “el generado por su uso de nuestros servicios de IA [Inteligencia Artificial]”. Asimismo, el gigante tecnológico señala que “En la sección Código de Conducta, hemos ampliado la redacción para abordar la introducción de servicios de IA y regular su uso”.

Como consumidor, sea particular o empresa, al firmar este contrato será el único responsable de responder a las reclamaciones de terceros con respecto a su uso de los servicios de IA de conformidad con las leyes aplicables, incluidas, entre otras, las infracciones de derechos de autor. En definitiva, convendrá ver de qué modo actuar en la práctica y con qué salvaguardas legales

Se trata de cuestiones particularmente relevantes que, además de técnicas, pueden tener una repercusión directa en el ejercicio de nuestros derechos fundamentales como ciudadanos. Al menos dentro de la Unión Europea y respecto de servicios que, aunque provengan del exterior del territorio comunitario, se dirigen a ciudadanos europeos. Baste pensar en un buscador en línea de contenidos o en un navegador de vehículos basado en geolocalización utilizados en la UE.

En efecto, dentro de la sección de Su Privacidad, ahora se incorpora una remisión a la declaración de privacidad de Microsoft. En ella encontramos el apartado de “Cómo usamos los datos personales” en la que la compañía afirma que “Nuestro procesamiento de datos personales para estos fines incluye métodos de procesamiento tanto automatizados como manuales (humanos)”.

La irrupción de la IA en este marco es clara, pues, por ejemplo, esta tecnológica utiliza métodos “para compilar, entrenar y mejorar la precisión de nuestros métodos automatizados de procesamiento (incluyendo la inteligencia artificial o IA)”. No obstante, y quizá pueda ser una garantía adecuada,  Microsoft señala al mismo tiempo que revisan manualmente algunas de las predicciones e inferencias producidas por métodos automatizados frente a los datos subyacentes de los que se realizaron las predicciones e interferencias. En la práctica puede significar, por ejemplo, que con el fin de mejorar sus tecnologías de reconocimiento de voz revisen manualmente fragmentos cortos de los datos de voz en los que la compañía se ha apoyado para identificarla. Esta revisión ser realizará  por los empleados de Microsoft o proveedores en nombre de la compañía.

Finalmente, Microsoft recoge en su nuevo contrato de servicio una cláusula sobre “Servicios de IA”, en la que se prohíbe la ingeniería inversa, que es un proceso de análisis de producto, dispositivo o sistema existente, sobre su funcionamiento interno, diseño, componentes o procesos de fabricación para obtener información valiosa sobre cómo fue creado. Salvo permiso explícito, también veda la extracción de datos a través de las prácticas conocidas como web scraping (recopilación específica) o web harvesting (recopilación masiva y no específica). También impone límites en el uso de datos de los servicios de IA. Sin embargo, la compañía aclara que “Como parte de la prestación de los servicios de IA, Microsoft procesará y almacenará los datos que introduzca en el servicio, así como los que extraiga del servicio, con el fin de monitorizar y prevenir usos abusivos o perjudiciales del servicio”.

Efrén Díaz, abogado y doctor en Derecho. Responsable de las Áreas de Tecnología y Derecho Espacial del Bufete Mas y Calvet.

Más información

Archivado En

_
_