Mensaje duro de los bancos centrales sobre los tipos pero mar de fondo más alentador
El mercado interpreta con optimismo los últimos mensajes de Powell y Lagarde, contundentes con seguir elevando los tipos en sus comunicados pero más sutiles en sus explicaciones respecto a la persistencia de la inflación
Si los bancos centrales confiaban en rebajar expectativas de posibles bajadas de tipos a finales de año, erraron el tiro por completo esta semana. Las subidas de tipos anunciadas por la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Inglaterra y los mensajes oficiales de nuevas alzas en las próximas reuniones no fueron esta vez ninguna bofetada de realidad sobre la persistencia de la inflación.
En esta ocasión, lo que trascendió fue cierta expectativa de que el pico de inflación ya haya quedado atrás y esté más cerca el momento de haber tocado techo en la subida del precio del dinero. Así lo interpretó el mercado pese a la insistencia de Lagarde y Powell en que su tarea por alcanzar la estabilidad de precios en el medio plazo ni mucho menos ha terminado.
El presidente de la Reserva Federal ofreció a los inversores un goloso caramelo, con el que alimentar la idea de la bajada de tipos este año, al reconocer incluso que se estaba produciendo un “proceso desinflacionista” en la economía de Estados Unidos. Según destaca George Brown, economista de Schroders, en EE UU “la inflación se ha moderado de forma convincente y debería seguir haciéndolo. Si se excluye la categoría de vivienda, que tiende a ser rígida, el IPC subyacente ha descendido durante tres meses consecutivos”. El experto espera incluso que la de esta semana podría haber sido la última subida de tipos de la Fed. El consenso de mercado no espera tanto, aunque tras las intervenciones de Lagarde y Powell sí se ha moderado el pico en los tipos de interés en la zona euro y en EE UU al que apuntan los futuros.
Para la zona euro, señalan que alcanzaran un máximo del 3,3% en la facilidad de depósito en julio. Y para Estados Unidos, una tasa terminal del 5% en junio. La clave del optimismo de los inversores no está solo en esperar un endurecimiento monetario algo más suave sino en que las bajadas de tipos llegarían ya a finales de este ejercicio. En definitiva, los mercados descuentan que en enero de 2024 los tipos de interés estarán por debajo del nivel actual.
“Nos preocupa bastante el optimismo generalizado con la economía y los bancos centrales. Se está descontando muy rápido que la inflación caerá con fuerza y que los bancos centrales empezarán a bajar tipos a mediados de año. Pero no estamos seguros de que se consiga evitar una recesión, sería una de las pocas veces que no ha ocurrido tras un ciclo de inflación y subidas de tipos. Estamos de acuerdo en que la inflación caerá rápido, pero no tenemos nada claro hasta qué nivel”, advierte Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión y producto desde Mutuactivos.
En AXA Investment Managers ven ahora aún más probable su escenario de que la tasa de depósito alcance un tope del 3,25% en mayo, desde el 2,5% actual, tras otra subida de medio punto en marzo. Y añaden que el riesgo de una última subida en junio de otro cuarto de punto es ahora más reducido, después de que Lagarde mencionara que las perspectivas sobre la inflación están algo más equilibradas, a pesar de que persistan al alza, en especial en la tasa subyacente.
Buena parte de la esperanza en que los tipos no llegarán tan lejos en la zona euro como el 3,5% se debe al mensaje algo equívoco lanzado por Christine Lagarde. Si bien en el comunicado posterior a la reunión, el Consejo de Gobierno del BCE afirma que prevé elevar los tipos de interés en otro medio punto en la cita de marzo, Lagarde matizó después que ese aumento de 50 puntos básicos es más “una intención” y no un “compromiso absoluto e irrevocable”. En definitiva, en función de los datos que se conozcan de aquí al 16 de marzo –próxima reunión de la institución– cabe incluso la posibilidad de que el incremento se quede en el cuarto de punto.
En Bank of America esperan noticias positivas sobre la inflación en la zona euro y creen probable que la inflación de los bienes básicos empiece a desacelerarse de forma convincente a finales del primer trimestre o principios del segundo. Sería el momento para la tregua en las alzas de tipos, aunque después de haber constatado la debilidad de la economía. “Es probable que la zona euro evite una recesión. Pero eso no significa que tengamos por delante un panorama brillante”, apunta el banco estadounidense.