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Cooperativas

Mondragón pide unidad ante la posible salida del grupo de Orona y Ulma

Iñigo Ucín: "el futuro de ambas será mejor dentro de la corporación"

Iñigo Ucín.
Iñigo Ucín.

Corporación Mondragón ha celebrado su congreso anual este martes con la sombra de las posibles salidas del grupo de las cooperativas Orona y Ulma. Tras el encuentro celebrado en el Palacio Kursaal de San  Sebastián, Iñigo Ucín, presidente de la multinacional vasca, ha señalado que "seguimos visualizando un futuro juntos, porque creeemos que Mondragón es el espacio natural" de las dos empresas de economía social.

Ucín ha insistido en que tanto el grupo, que integra a un centenar de cooperativas, como Orona y Ulma, "compartimos valores", además de que "existen muchísimas oportunidades de intercooperación". Ha añadido que "juntos somos más fuertes" en "un escenario mundial cada vez más complejo y lleno de incertidumbres".

El presidente de Corporación Mondragón recordó "el compromiso con las generaciones anteriores" de cooperativistas y "la obligación de dejar un legado mejor". Lo que "nos obliga a enfrentar el futuro en clave de cooperación". En esta línea, ha argumentado que "cualquier enfoque que nos haga más pequeños, que debilite nuestras fuerzas y nos reste capacidad  de cooperación en conjunto, dificulta esos objetivos".

La posible salida de ambas "no beneficia ni a Orona ni a Ulma", ni al conjunto del grupo, ha concluido, reiterando su disposición "a seguir hablando".

Orona y Ulma celebrarán sendas asambleas a mediados de diciembre para decidir si abandonan o no la corporación. En Orona tienen derecho a voto 1.700 socios y en Ulma la decisión depende de 2.000 cooperativistas. Ulma ya abandonó antes el grupo.

Es un nuevo desafío a la unidad de Corporación Mondragón, que en 2004 ya sufrió la salida del fabricante de autobuses Irizar y del productor de válvulas industriales Ampo. También eran unos referentes en la división industrial del grupo. Años después, en 2014, desapareció Fagor Electrodomésticos. Todo un varapalo, puesto que fue la primera cooperativa en base a la cual se fue construyendo una corporación que en la actualidad integra a un centenar de empresas de economía social que facturan 11.400 millones con operaciones en 150 países y un total de 80.000 trabajadores. 

Orona y Ulma son dos pesos pesados dentro de la división industrial de la multinacional vasca. Suman casi 11.000 trabajadores con una cifra global de negocio superior a los 1.700 millones (más de las cuarta parte de los ingresos de la división). Orona, con sede en Hernani (Gipuzkoa) está entre los cinco mayores grupos de Europa en el sector de ascensores y equipos de elevación. En el mercado del viejo continente instala uno de cada diez ascensores nuevos. Con negocios en trece países, para 2030 quiere facturar 1.200 millones con 7.500 trabajadores.

Por su parte, Ulma, con sede en Oñati (Gipuzkoa), integra a otras nueve cooperativas, relacionadas con el sector de la construcción y otros ámbitos. Cuenta con 5.200 trabajadores y factura unos 830 millones al año.

El congreso celebrado en el Palacio Kursaal de San Sebastián también trató otros asuntos. Como la fórmula de aportación de fondos al grupo por parte de Laboral Kutxa, asimismo integrada en la corporación. Esta cooperativa de crédito ha tenido que adaptar su funcionamiento a los requisitos trasladados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La ponencia en la que Laboral Kutxa explicó la nueva operatividad no había recibido enmiendas en su envío previo a las empresas de economía social, antes del congreso de este martes.

Una de las novedades del congreso, solapada por el anuncio de abandono de Orona y Ulma, fue que por primera vez estuvo presidido por una mujer, Leire Mugerza, que forma parte de la Comisión Permanente de Corporación Mondragón desde 2012. 

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