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Julieta Barrionuevo: “El diseño impacta en la rentabilidad de un edificio”

Ha remodelado diez residencias de estudiantes del fondo Stoneshield, del hijo de Ana Botín

Pablo Monge
Manme Guerra

Julieta Barrionuevo (Córdoba, Argentina, 1991) gesticula con pasión cuando habla de su trabajo. Licenciada en Dirección de Arte, se define como un híbrido en sí misma, que ha ido aprendiendo con la práctica desde que a los 19 años emprendiera su primer negocio, un estudio con dos socias arquitectas, en su país natal. En plena pandemia, el fondo Stoneshield (del también argentino Juan Pepa y de Felipe Morenés, hijo de la presidenta de Santander, Ana Botín) la contrató para reformar diez de las residencias de estudiantes que posee a través de su operador Micampus. Tras dos años, acaba de terminar el encargo.

R. ¿Cómo surge el proyecto con Stoneshield?
R. Uno de los dueños del fondo conocía un poco el trabajo que yo había hecho en Argentina; me acababa de mudar a Madrid y en el fondo vieron en mí la capacidad de lograr esto. Ellos decidieron hacer una inversión muy importante y decidida en el mercado de las residencias de estudiantes. Tenían la visión de la importancia de humanizar el edificio, de generar una identidad desde la fachada a los acabados, cuidando el presupuesto.
R. ¿Cuál ha sido su labor para Micampus?
R. Era una empresa que ya existía y el objetivo del fondo fue revalorizarla, potenciarla y hacerla crecer. Hace dos años habían adquirido ciertos activos que iban a reformar, para seguir sumando más camas, y otros que comenzaban desde cero. Me contratan con el objetivo de humanizar los edificios y de generar una identidad y valor a la marca Micampus. El desafío por mi parte era lograr una línea transversal, una identidad corporativa que cruzara a los diez proyectos. Cada uno de ellos tenía su plan financiero, su plan de inversión, su arquitecto y su constructora, por lo que, al final, ha sido trabajar con un grupo interdisciplinar. He diseñado todo el mobiliario, he trabajado en la elección de los acabados, la fachada y el interiorismo, poniendo el foco, sobre todo, en las zonas comunes.
R. ¿El sector de las residencias de estudiantes necesitaba un cambio?
R. Totalmente. El sector inmobiliario, a día de hoy, está pasando por un montón de transformaciones donde humanizar el edificio no solamente está relacionado a un valor cualitativo, sino con un valor cuantitativo. El diseño, la experiencia y la tecnología tienen un impacto directo sobre la rentabilidad. Stoneshield vio que este sector necesitaba tener esta identidad. Uno, porque genera competitividad, tienes que ser innovador. Y porque entendían, que fue lo que me transmitieron a mí, que este metro cuadrado va a valer mucho más siempre y cuando tenga un valor de diseño. Por lo que veía cuando empecé a analizar la competencia es que, a veces, este acercamiento más psicológico, emocional o de diseño está infravalorado. Era gastar lo menos posible y que dure lo más que pueda. Era un ambiente más gris, no le ponían esfuerzo, inversión ni atención. El valor del activo inmobiliario no está relacionado con la cantidad de metros, sino con lo bien que está ese metro cuadrado.
R. ¿Ha estado muy presente el fondo en el proyecto?
R. Ha estado superinvolucrado en lo que yo proponía. Yo tenía muy claro el negocio porque ellos me lo enseñaban. Ahí tenía mi límite. A veces yo quería ofrecer algo que tocaba un poquito el presupuesto y tenía que defender el porqué. Y confiaron en mí cuando había que tocar las cifras, que es lo que más duele. Yo, a la vez, este proceso de dos años lo he complementado con mucho contenido audiovisual para darle vida a lo que estaba creando. De hecho, en las rondas de inversión, todos estos vídeos que yo hacía en los edificios eran un elemento muy poderoso para transmitir el alma del proyecto. Me confiaron lo que ellos querían, que era cuidar los plazos, el presupuesto y lograr que sea una bomba.
R. Su estudio también se dedica a la búsqueda y reforma de viviendas.
R. El estudio es multifuncional. Y en una de las unidades, la de real estate, funciono como bróker personal de inversores, sobre todo argentinos, en España. Hoy en día, para los argentinos, España es un mercado muy seductor para invertir. Sobre todo por el momento que estamos pasando en Argentina a nivel económico y social. Se sienten muy seguros y cómodos de invertir aquí y no en Miami, como fue en los noventa. Funciono como un puente. Tengo diferentes tipos de inversor. Uno que es más de familia y amigos que buscan uno o dos edificios para reformar y hacer alquiler turístico. Y otro que busca tener una cartera de pisos pequeña para alquilar. Consigo esos activos y luego puedo reformarlos, equiparlos, gestionarlos. A veces va desde un edificio a una persona que quiere su casa de familia o de vacaciones. Mi gran máster al llegar a España fue la reforma de un piso histórico en Gran Vía, 1, de 700 metros cuadrados.
R. ¿El residencial prime está viviendo un buen momento en España?
R. Sí, totalmente. Para el cliente prime sigue siendo un lugar de entrada muy accesible, donde todavía sigue habiendo oportunidades, en comparación con ciudades grandes de Europa. De lo que veo, de lo que me demandan mis clientes y la oferta, sigue siendo un mercado que se mueve un montón, sobre todo entre los latinos. España está en un momento en el que cualquier tipo de inversión es muy atractiva.

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Sobre la firma

Manme Guerra
Redactora de la sección Fortuna, donde escribe de recursos humanos, empresas, sostenibilidad, lujo y estilo de vida. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de la Escuela de Periodismo UAM-El País. Ha trabajado en El País, Vozpópuli, Microsoft News y la revista ¡HOLA! antes de incorporarse a Cinco Días en 2022.

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