_
_
_
_
_

La pensión máxima roza los 3.000 euros brutos al mes con el alza del Gobierno

En noviembre se sabrá la cifra definitiva para actualizar las pensiones. La mínima con cónyuge subirá unos 76 euros

Pensionistas en un parque
Pensionistas en un parque

Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 llegan este jueves al Congreso de los Diputados para iniciar su tramitación parlamentaria. El Gobierno requerirá del apoyo de sus socios de investidura para sacar las cuentas adelante y, por primera vez, en esta negociación no estarán las pensiones, cuya revalorización se hará, por segundo año consecutivo, estrictamente como marca la ley: subiendo sus cuantía el promedio de IPC que resulte entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022.

Si bien, según la media de IPC que se debe tomar para la revalorización, aún es pronto para calcular este promedio ya que faltaría por conocerse la inflación definitiva de octubre y noviembre. No obstante, el Ejecutivo ya avanzó este martes que ha diseñado el Presupuesto de 2023 con una previsión de actualización de las pensiones del 8,5%, que es el porcentaje que esperan que resulte del IPC promedio del periodo citado. Esta será, por tanto, la subida para los nueve millones de pensionistas que existen en España y que cobran más de 10 millones de prestaciones (cerca de un millón de beneficiarios cobra dos pensiones).

Con esta fórmula legal de revalorización se garantiza que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo independientemente de lo que suba la inflación.

Pero podría pensarse que garantizar este mantenimiento del poder de compra con la inflación rondando el 10% durante buena parte del año significa que las pensiones subirán en una cuantía similar desde enero. Esto no es así porque aunque el último IPC conocido (de septiembre) sigue anclado en el 9%, aún hay que calcular el promedio antes citado de los datos mensuales de inflación entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022. De hecho, con los datos actuales de la evolución de los precios en 2022 solo una fuerte subida del IPC (hacia el entorno del 16% en los meses de octubre y noviembre) podría llevar la media de 12 meses al área del 10%, algo muy poco probable hasta en el actual escenario de fuerte incertidumbre.

El Ejecutivo está preparado para que el incremento varíe décimas arriba o abajo

Por ello, el Gobierno ya apuntó ayer que la subida estaría en el entorno del 8,5%, décima arriba o abajo, según dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. A falta de dos meses, la media de los 10 que computarán en las pensiones es del 8,75%. El panel de expertos de Funcas, actualizado en septiembre, apunta a un IPC del 8,4% en octubre y el 8,2% en noviembre, lo que dejaría una media de 12 meses del 8,675%. Este panel ya sobrestimó en cuatro décimas en IPC de septiembre; si se repitiera este error, el IPC medio en el periodo de cómputo sería del 8,6%, y si la desviación a la baja fuera de un punto en cada uno de los meses, las pensiones subirían el 8,5%. Si los datos finales se desviaran un punto porcentual al alza la media se iría al 8,84%.

Dando por bueno ese 8,5% que ha tenido de referencia el Gobierno para elaborar los Presupuestos Generales del Estado, un primer cálculo indica que la pensión máxima –ahora fijada en 2.819 euros brutos al mes en 14 pagas– superará, por primera vez en la historia, los 3.000 euros brutos al mes (42.000 euros brutos anuales).

Por su parte, la pensión mínima por jubilación, con cónyuge a cargo sube, así, hasta los 20.290 euros al año, o 966,19 al mes. Son 76 euros mensuales más que el año pasado. Sin cónyuge a cargo la pensión queda en 10.962 euros al año, o 783,04, en 14 pagas; y la pensión mínima de viudedad con cargas familiares superará los 900 euros brutos al mes (905).

Con la nueva fórmula de revalorización no se volverá a cobrar la ‘paguilla’

Lo que no recibirán los pensionistas el próximo año es la paga compensatoria por la inflación. La llamada paguilla –que acuñó la que fuera ministra de Trabajo y Seguridad Social del PSOE, Magdalena Valerio– consistía en una paga extra que se abonaba a los pensionistas en los meses de enero o febrero, de una sola vez, por valor de la diferencia entre lo que hubieran subido las pensiones al inicio del año y el IPC de noviembre de ese mismo ejercicio.

Por ejemplo, las pensiones subieron un 0,9% en enero de 2021, en línea con las previsiones de inflación del Gobierno, pero dado que el IPC después fue mayor (un 2,5% medio en los 12 meses que terminaron en noviembre), el Gobierno tuvo después que ajustar esta brecha con una paga compensatoria equivalente al 1,6% (que va del 0,9% al 2,5%). Pero 2021 fue el último año en el que los pensionistas cobraron dicha paga compensatoria, ya que a partir de entonces, las pensiones subirán, por ley lo mismo que el promedio de los precios. La ley no ha cambiado, sin embargo, la forma de cobro: seguirá habiendo 14 pagas (dos extra en junio y noviembre).

Más información

Archivado En

_
_