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El alza de las materias primas, el gran escollo para la industria

Un estudio entre empresas de todos los subsectores revela la alarmante pérdida de peso de la actividad industrial

En cuesta de Sentimiento Industrial
Raquel Díaz Guijarro

Los últimos datos elaborados por la patronal CEOE evidencian cómo España se encuentra muy por debajo del objetivo del 20% que marca la Unión Europea como peso deseable para la industria en el PIB nacional. A lo largo de las últimas décadas, el sector ha ido perdiendo protagonismo, pasando de suponer cerca de ese 20% a mediados de los años 90 del siglo pasado a un 14,5% actual, si se incluye el sector energético (la industria manufacturera representa en torno al 11% del PIB).

No existe una única razón que explique este fuerte retroceso y tampoco es un caso exclusivo de España. La deslocalización de algunas empresas, así como la saturación en algunas actividades son responsables en gran medida. Y aunque la pérdida de protagonismo ha sido generalizada en los principales países de la Unión, sí es cierto que el retroceso español es de los más acusados.

Para conocer en profundidad qué ha propiciado este fenómeno y, sobre todo, cómo revertirlo, CEOE ha realizado entrevistas a casi 200 empresas representativas de prácticamente todos los subsectores de la industria. Las respuestas ofrecidas en su Encuesta de Sentimiento Industrial ponen el foco en las principales preocupaciones de las compañías y explican por qué sus perspectivas son tan negativas.

El estudio ha cruzado los datos estadísticos de crecimiento económico registrado en cada comunidad autónoma con el peso que tiene la industria también por regiones y de ese análisis se puede concluir que los territorios más industrializados son los que han tenido un menor retroceso en su PIB durante 2020, el peor momento de la pandemia.

Pérdida de competitividad

Preguntadas por cómo esperan que se comporten sus ventas este año, la mayoría de empresas prevé una mejora respecto a los dos ejercicios precedentes, pero debido al aumento de los costes de producción, espoleados por el encarecimiento de las materias primas y el repunte de los precios de la energía, muchas esperan una merma preocupante en su competitividad. Solo 1 de cada 8 firmas consultadas tiene perspectivas positivas sobre su competitividad y solo 3 de cada 100 las tienen “muy positivas”.

A largo plazo la situación no es más halagüeña y un 52% de los consultados ve de manera negativa o muy negativa el futuro de su sector. Apenas un 21% confía en contar con una situación positiva a largo plazo. Tras pedirles que comparen la coyuntura de su actividad con la de sus homólogos europeos, el 61% califica como débil su situación. Apenas el 11% de las empresas asegura sentirse en una posición fuerte respecto a otros países. Ninguna empresa responde que la situación de su sector a largo plazo sea mucho mejor que la que pueden encontrar en otros países europeos.

Este resultado es coherente con el que han obtenido otros estudios, como la encuesta Growing industries sobre los sectores industriales en crecimiento de la empresa Pervasives. La encuesta muestra que hay muchos más sectores en crecimiento en el conjunto de la UE que en España y esas actividades con tasas de avance positivas en España lo hacen con menor intensidad.

Los tres grandes problemas están plenamente identificados: elevados costes de producción, restricciones en el mercado laboral y el transporte, lo que temen que se traduzca en una importante pérdida de competitividad. Tampoco el exceso de regulación ayuda.

Regulación: más gastos y excesiva burocracia

Marco local y autonómico. El estudio pone de manifiesto cómo la influencia del marco regulatorio local y autonómico es percibida como neutral, mientras la del marco nacional y europeo es considerada como negativa, siendo la nacional la más criticada.

Restricciones. Pero lo peor valorado es, sin duda, la llamada sobreregulación o regulación excesiva, como aquella que suele rodear al cumplimiento de la normativa ambiental y termina teniendo aparejados altos costes y exceso de burocracia.

Sobre la firma

Raquel Díaz Guijarro
Es jefa de Empresas en Cinco Días. Especializada en economía (inmobiliario e infraestructuras). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Cinco Días. Previamente trabajó en Antena 3 Radio, El Boletín, El Economista y fue directora de Comunicación de Adif de 2018 a 2022. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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