El INE revisa al alza el PIB del tercer trimestre hasta el 2,6% y acerca el crecimiento de 2021 al 5%
La economía cierra septiembre con un aumento interanual del 3,4%
Nuevo vuelco en las cifras de PIB. Si el 23 de septiembre el INE aplicaba una revisión a la baja sin precedentes, de 1,7 puntos porcentuales, a los datos del segundo trimestre (que pasaron de un crecimiento del 2,8% al 1,1%, ahora revisado al 1,2%) y proyectaba un avance del PIB del 2% en el tercero, el mismo organismo recalculó este jueves hasta un 2,6% el crecimiento entre julio y septiembre, seis décimas más de lo estimado inicialmente.
La revisión, merced a la dificultad de hacer proyecciones ante los bruscos cambios de la coyuntura, deja el crecimiento interanual de la economía en un 3,4%, y facilita que el PIB cierre el año con un crecimiento igual o mayor al 4,5% como el estimado por el Banco de España. El PIB cerró 2020 estancado, de modo que solo un frenazo brusco dejaría la economía por debajo de este objetivo. Por el contrario, si la inercia del tercer trimestre se mantiene, el dato final podría acercarse al 5%, en función siempre del deflactor del PIB, que recoge el impacto de la inflación.
Fuentes estadísticas consultadas por este diario calculan que si PIB sube en torno a un 2% en el cuarto trimestre del año, un avance incluso conservador teniendo en cuenta el comportamiento de los hogares y del sector exterior en estos últimos meses (sumando el hecho de que la variante ómicron impactará principalmente en 2022), el crecimiento anual superaría incluso ese 5%. La hipotética cifra se quedaría por encima de lo pronosticado recientemente por el Banco de España, el FMI o la OCDE, pero también estaría muy lejos del avance del 6,5% en el que todavía confía el Gobierno.
En la revisión de los datos está jugando un papel clave el consumo de las familias. Este apartado ya provocó la revisión del PIB del segundo trimestre, y ha vuelto a ser revisado en el tercero, si bien esta vez al alza. Los hogares han pasado de aumentar su gasto a un ritmo del 5% intertrimestral a un 1%. Pero antes, en la estimación de octubre, este dato arrojaba una caída del 0,5%. En términos interanuales las familias han consumido un 2,7% más que el verano de 2020.
De todos modos, el frenazo del consumo privado se ha visto compensado por la inversión y, especialmente, con una mejor aportación del sector exterior. Las exportaciones aumentan un 7,1% sobre el trimestre anterior mientras las importaciones lo hacen a un ritmo del 2,2%. En este apartado se incluye el balance de la temporada turística: las exportaciones de servicios crecen un 42% sobre el año pasado y el gasto de extranjeros en España, un 142%. Así, las exportaciones mejoran un 14,8% en términos interanuales.
La inversión, por su parte, pasa de caer el 3,2% trimestral a crecer el 1,2%. La inversión de capital fijo (bienes de equipo) crece el 3,7%, pero la inversión en vivienda cae levemente, balance que es similar en términos interanuales (-6,7% la vivienda, +6,1% la inversión). La demanda nacional, en todo caso, crece a un ritmo notablemente inferior al PIB; apenas un 1,1% trimestral. En términos interanuales la demanda doméstica aporta 2,5 puntos y la exterior, 0,9.
Por apartados de actividad, destaca la mejora del comercio y la hostelería, los dos sectores más castigados por la pandemia y que presentan una subida del 11,8% en términos intertrimestrales. La cifra es el mejor dato desde la desescalada en la primavera de 2020 y llega después del pinchazo del segundo trimestre de 2021 (-0,2%).
La industria y la construcción también aceleran, hasta crecer un 3,1% y un 2%, respectivamente, si bien la agricultura presenta un decremento de la actividad del 4,7%.
Más empleo, pero mismas horas
El dato de empleo ha arrojado un frenazo a las horas efectivamente trabajadas, medición más recomendable en un contexto inestable. El tiempo trabajado aumenta en términos trimestrales un 0,3%, 3,7 puntos menos que el trimestre anterior. En este apartado pueden impactar los problemas de suministro: las horas trabajadas en la industria bajan un 2,4% sobre el trimestre anterior. En los servicios, por el contrario, crecen el 4,7%.
La reducción de la jornada media hace que los puestos de trabajo equivalentes aumenten un 3,9% respecto al trimestre anterior. Así, la productividad de los trabajadores baja si se mide en función del puesto de trabajo, pero se mantiene estable teniendo en cuenta el tiempo de trabajo real.