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Los pequeños negocios, el siguiente paso de los neobancos

El 30% de las pymes ya trabaja con una ‘fintech’, según Qonto Rebellion contempla prestar a este perfil de cliente en el futuro

Neobancos España
Infografía: Belén Trincado

El avance de las tecnologías digitales ha propiciado la proliferación de empresas financieras que prestan servicios basados en aplicaciones móviles. Estas fintechs nacieron con el foco puesto en la nueva generación de mileniales, que prefieren hacer sus operaciones en una app antes que hacer cola en una sucursal. Pero en los últimos años, los mismos bancos han ampliado su mercado potencial al cerrar oficinas e invitar a sus clientes a utilizar canales de atención online.

Actualmente ya copan el 29% de la población bancaria digital, de acuerdo con la plataforma de datos Smartme Analytics. Si se considera que, según el INE, en España alrededor de 22 millones de personas de entre 16 y 74 años utiliza servicios de banca electrónica, eso equivaldría a unos 6 millones de usuarios aproximadamente.

La alemana N26 (con una cuota del 8%), la británica Revolut (6%) y las españolas Rebellion Pay (7%) y Bnext (3%) encabezan el pelotón de tecnofinancieras, entre las que también figuran MyInvestor, Orange Bank, Qonto, Divilo, Bunq y Monei. La mayoría de estas fintech orientan sus servicios al cliente particular y son pocas las que se han especializado en empresas. Pero su entrada masiva en el segmento de pymes y autónomos podría ser solo cuestión de tiempo.

Mientras la banca cierra oficinas, las ‘apps’ financieras acaparan el 29% del mercado

Qonto es uno de los pocos que desde sus inicios en 2017 se ha enfocado en pymes y startups. “Nuestro target son las empresas de entre 0 y 250 trabajadores”, precisa Carles Marcos, country manager en España de este grupo de origen francés.

La firma ofrece cuentas online para el pago de nóminas o el cobro de recibos y tarjetas de débito físicas, virtuales y temporales que facilitan el control de gasto de los empleados. En España, donde operan desde junio de 2019, cuentan ya con más de 200.000 clientes de todos los sectores, cifra que prevén elevar hasta los 500.000 de aquí a finales de 2023.

Al igual que la mayoría de neobancos, Qonto obtiene sus ingresos por medio de una cuota mensual que carga a sus clientes y que, según el plan contratado por estos, va desde los 9 hasta los 250 euros. Marcos señala que en este modelo de suscripción, semejante al de las plataformas de streaming, reside el atractivo de las tecnofinancieras, ya que al no necesitar de costosas plantillas u oficinas para operar, pueden prescindir del cobro de comisiones.

Los bancos tradicionales, en cambio, suelen exigir a sus clientes la domiciliación de la nómina, de recibos o la contratación de seguros u otros productos adicionales a cambio de rebajarles o eximirles del pago de comisiones por el mantenimiento de cuenta.

Qonto encargó un estudio a la consultora GAD3, según el cual, 3 de cada 10 pymes españolas ya trabajan con un neobanco. De acuerdo con el mismo informe, que se basa en encuestas a 530 pequeños negocios y startups, el 49% de los empresarios afirma que visita su sucursal menos de una vez al mes. Además, el 21% desconoce el importe que paga a sus bancos en concepto de comisiones, mientras que el 36% estima que va desde los 50 a los 500 euros anuales.

Una empresaria gestiona sus pagos con una tarjeta Mastercard de Qonto en la aplicación para ordenador de la compañía.
Una empresaria gestiona sus pagos con una tarjeta Mastercard de Qonto en la aplicación para ordenador de la compañía.

De momento, Qonto y la mayoría de neobancos no prestan dinero. Cuentas y tarjetas de débito virtuales, pagos móviles e inversión en criptomonedas son sus productos más habituales. Sin embargo, en España no hace falta una licencia para prestar, y dar el paso sería relativamente sencillo. “Es una línea de negocio que seguimos muy de cerca y que contemplamos para el futuro”, dice Gin Gindre, director de operaciones de Rebellion.

Más presión para los bancos

La entrada de estas entidades en el negocio de la financiación pondrá a prueba la relación históricamente desigual entre pequeños negocios y bancos. Recientemente, Cepyme se quejaba de la restricción en el flujo de crédito a las empresas en un momento todavía complicado para la economía. En la primera mitad del año, las operaciones nuevas cayeron hasta los 146.860 millones de euros, el nivel más bajo en 11 años.

“Cualquier movimiento que suponga la ampliación y diversificación de las fuentes de financiación será beneficioso para las pymes”, opina Alberto Sánchez Navalpotro, consejero delegado de Inbonis, agencia de calificación crediticia.

“En los próximos años, la banca tradicional seguirá teniendo un papel primordial, pero serán los inversores privados quienes realmente financiarán los proyectos a largo plazo de las pymes. Los neobancos tienen que posicionarse en esos espacios, con un modelo que minimice los requerimientos de capital exigidos por el regulador, mediante la cesión o titulización de sus préstamos a las aseguradoras y fondos de pensiones”, mantiene.

Regulación

Rafael González Gallarza, socio de Garrigues especialista en derecho financiero, aclara que neobanco es un término acuñado por el mercado, pero que no designa a ninguna figura jurídica. “Puede considerarse una categoría dentro de las fintech, que jurídicamente son entidades de pago que sí están reguladas y cuya actividad se limita a realizar transferencias por medios electrónicos, pero que no prestan ni captan depósitos de manera ordinaria”, explica.

Agrega que algunas fintech han decidido dar el paso siguiente y solicitar una licencia de banco para dar crédito o abrir cuentas corrientes. En la mayoría de países de la UE es obligatorio una autorización de este tipo para brindar ambos servicios, pero en España solo lo es para captar depósitos; para prestar dinero no es necesario salvo que se trate de hipotecas.

En España no hace falta
una licencia para dar crédito a particulares y empresas

No obstante, sostiene que si una tecnofinanciera decide hacerlo masivamente, lo más aconsejable será que constituya una sociedad independiente que solicite permiso para operar como banco. De esa forma, no solo ganará en reputación, sino que le resultará más fácil ampliar su actividad a la captación de depósitos si así lo estima oportuno en una segunda fase.

N26 y Orange Bank, por ejemplo, ya están autorizadas por el Banco de España para prestar y recibir depósitos, aunque figuran en sus registros como filiales de entidades extranjeras comunitarias porque obtuvieron sus permisos en Alemania y Francia, respectivamente.

En el registro del supervisor hay también una sección dedicada a entidades de pago, es decir, fintechs que pueden realizar transferencias y dar crédito con tarjetas de terceros (por ejemplo, Mastercard), pero no préstamos con fondos propios. Aquí hay inscritas 48 firmas locales y 7 filiales de entidades comunitarias, entre ellas, Olinda, matriz francesa de Qonto.

Luego está la lista de entidades autorizadas para emitir dinero electrónico (estas sí pueden emitir su propia tarjeta de crédito). En ella figuran 9 nacionales, entre ellas Bnext, y 3 comunitarias, mientras que Revolut y Rebellion operan en la UE con licencia concedida por el Banco de Lituania.

Aunque por ahora no planea ofrecer servicios específicos para compañías, N26 se define a sí mismo como un banco online para particulares y autónomos, a los que, por ejemplo, facilita el abono del pago de impuestos. “Nuestras cuentas Business para freelancers son gratis, sin comisiones, y la interacción es 100% móvil, ayudándoles a simplificar su experiencia bancaria”, destaca Marta Echarri, directora general de N26 para España y Portugal.

En cuanto a financiación, Echarri anuncia que N26 lanzará a comienzos de 2022 una funcionalidad que permitirá fraccionar entre tres y seis cuotas mensuales el pago de compras electrónicas.

Revolut cuenta desde julio de 2017 con una app específica para negocios que incluye cambio de divisas al tipo interbancario, tarjetas corporativas con herramientas de control y reporte de gastos y pasarela de pago online. La aplicación supera los 600.000 usuarios en Europa (la empresa no ofrece datos desglosados por países).

“En España, nuestros principales clientes vienen de industrias tan diversas como energía, startups, turismo o moda. Nos centramos en empresas que ya tengan un poco de exposición digital y que quieran mejorar las condiciones financieras actuales ya sea ganando tiempo o reduciendo comisiones”, refiere Elisabet Girvent, directora de ventas para España de Revolut.

Punto Nickel en un estanco.
Punto Nickel en un estanco.

Protagonistas

Orange Bank. El neobanco de la teleco adquirió a principios de este año la fintech belga Anytime, a través de la cual atiende a más de 100.000 pymes y autónomos en Francia. “Es un servicio digital de pagos y gestión de gastos que facilita la contabilidad, la gestión de impuestos y el acceso a financiación. El objetivo es extender estos servicios a los países donde está presente el grupo Orange, pero todavía no podemos concretar la fecha de lanzamiento en España”, indica Narciso Perales, director general de Orange Bank en España, donde ya el 7% de sus clientes son empleados por cuenta propia.

Nickel. El neobanco de BNP Paribas utiliza la red de loterías y de estancos, lo que le permite operar en un gran número de pueblos o zonas donde no existen oficinas sin necesidad de invertir en establecimientos. “En tiempos muy duros para los comercios de barrio, Nickel supone para estas tiendas un nuevo servicio que ofrecer a sus clientes”, resalta Thomas Courtois, presidente de Nickel.

Beneficios. Cada vez que alguien retira efectivo en un Punto Nickel, verá que la operación tiene un coste de 0,50 céntimos, que se quedan íntegros para el estanco o la lotería. En el caso de los ingresos de efectivo, el Punto Nickel obtiene un 0,75% de la cantidad depositada. Además, recibe una comisión de 3 euros por cada alta de un nuevo cliente y, por cada uno que tienen a final de año, Nickel les compensa con 1 euro.

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