Ya huele a Navidad
Positivos en empresas de pequeña y mediana capitalización
El índice de precios al consumo de EE. UU. en octubre ha llegado al mayor nivel en tres décadas, 6,2 % interanual, en parte por el aumento de los precios de la energía, pero también por la extensión de presiones inflacionarias a una variedad de bienes y servicios. Efectivamente, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados y energía) ha sido del 4,6 %. Además, las expectativas de inflación han aumentado en Europa, donde algunos mercados descuentan que la inflación supere el objetivo del 2 % del BCE en cinco años. A ello se añade que la inflación de los precios de producción en China se ha acelerado hasta el 13,5 % interanual, récord desde 1995, lo que refleja la escasez de energía y altos precios de las materias primas. Incluso la inflación de precios al consumo en China ha aumentado más de lo esperado, 1,5 % interanual. De todas formas, a pesar de la incertidumbre sobre el estado de la economía china, las ventas en el Día del Soltero, el mayor evento de compras del mundo, ha roto récords, apuntalando el consumo local.
Ahora bien, ante la Navidad, la escasez y cuellos de botella en el suministro mantendrán altos los costes laborales y los precios al consumo a corto plazo, independientemente de si el aumento de la inflación resulta ser temporal o más persistente.
El caso es que, a pesar del aumento de expectativas de inflación, la rentabilidad real a vencimiento de la deuda del Tesoro de EE. UU. a 30 años ha llegado a tocar mínimos históricos, lo que sugiere que los inversores en bonos consideran que el aumento de inflación es transitorio o que un ajuste monetario sería un error que ahogaría la recuperación. Incluso la rentabilidad a vencimiento de los bonos vinculados a la inflación ha profundizado en territorio negativo. Así que parece que los inversores temen un aumento temprano de los tipos de interés de la Reserva Federal, incluso a mediados de 2022, que afecte al crecimiento económico. También muestra que los inversores continúan buscando cobertura contra la inflación ante evidencias de que puede no ser tan "transitoria" como la Reserva Federal y el BCE afirman.
Positivos en empresas de pequeña y mediana capitalización
De todas formas, aunque volatilidad de los bonos haya aumentado, las menores rentabilidades reales a vencimiento de la deuda están ayudando a mantener la volatilidad de las acciones.
Más aún, a pesar de que los bancos centrales son menos acomodaticios, se observan fuertes entradas en fondos y una actividad récord en opciones de compra de acciones, lo que sugiere un renovado apoyo para la renta variable a corto plazo. Ahora bien, el efecto base habrá que el crecimiento de los beneficios disminuya bruscamente en 2022. De todas formas tenemos una visión positiva respecto a empresas de pequeña y mediana capitalización globalmente, pues son sensibles a unas perspectivas relativamente optimistas para la economía mundial. Además, las valoraciones relativas en el caso de las empresas de pequeña y mediana capitalizaciones estadounidenses están en su menor nivel desde 2000 y el mayor apalancamiento operativo puede facilitar que continúe su aumento de beneficios. De hecho, el futuro parece menos dominado por grandes conglomerados. Incluso las estadounidenses General Electric y Johnson & Johnson y la japonesa Toshiba se enfrentan a importantes divisiones.
Por otra parte, seguimos favoreciendo empresas de balances sólidos con poder de imposición de precios en mercados desarrollados. Los persistentes cuellos de botella en las cadenas de suministro, hacen más relevante el interés de este tema.
Apoyo al “Plan Marshall Verde”
En conjunto, nos mantenemos tácticamente neutrales en acciones de mercados desarrollados, las cuales, en cualquier caso, consideramos frente a las de mercados emergentes. De todas formas, los nuevos compromisos de China en la COP 26 de Glasgow para acelerar su descarbonización, así como el de Francia y Reino Unido de invertir en energía nuclear, apoyan nuestro tema de inversión “Plan Marshall Verde”. Incluso del fabricante de vehículos eléctricos Rivian Automotive ha llegado a superar los 100.000 millones de capitalización de mercado en su salida a bolsa, la segunda mayor oferta pública de acciones de la historia de EE. UU.
Hay que tener en cuenta que 150 países en COP 16 han proporcionado objetivos actualizados de reducción de emisiones de carbono para un calentamiento global no mayor de 1,5°C. Es decir, 80 % del PIB mundial. Además, es destacable el compromiso alcanzado por la Alianza Net Zero Asset Managers, con más de 400 miembros, que representan 130 billones de dólares en activos, incluyendo propietarios de activos, gestoras, bancos, aseguradoras, proveedores de servicios y consultores.
Incluso se espera que el mercado global de infraestructuras crezca 6 % al año. Según los países del G-20 se requieren 94 billones de dólares hasta 2040 en infraestructuras para satisfacer las necesidades de crecimiento de la economía global.
Optimistas respecto a bonos soberanos chinos
En cuanto a crédito, nos mantenemos neutrales en deuda de alta rentabilidad de EE. UU., pero infra ponderamos su equivalente en euros. La de EE. UU. muestra más exposición a energía y ocio y ofrece mayor cupón. Por otra parte, los costes de la deuda han seguido aumentando para las inmobiliarias chinas, dominantes en su mercado local de deuda de alta rentabilidad, pero ha habido pocos signos de contagio y seguimos optimistas respecto a bonos soberanos chinos. De hecho, China ha colocado recientemente bonos a tres años en euros con rentabilidad a vencimiento negativa, -0,2 %.
Nos gusta el oro
Actualmente nos gusta el oro, que debe comportarse bien si las tensiones geopolíticas aumentan entre Taiwán y China, Polonia, Bielorrusia y Rusia y Reino Unido y la UE post Brexit. El oro poder ser un ganador, beneficiándose de la menor rentabilidad a vencimiento de la deuda del Tesoro de EE. UU., por su capacidad de ser refugio contra la inflación y su papel diversificador en las carteras.
En cuanto al dólar, consideramos que está sobrevalorado, pero los posibles retrasos de ajuste monetario -una subida de tipos interés del BCE en 2022 es poco probable-, desaceleración relativa del crecimiento económico y problemas de suministros de energía este invierno, pueden apoyar al billete verde las próximas semanas.