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Cumbre del Clima
COP26

La economía española, entre las más vulnerables al cambio climático

Perdería el 10% del PIB en 2050 con un aumento severo de la temperatura. Turismo y agricultura, dos de las áreas más castigadas

Pantano de Barrios de Luna (León) durante la sequía de 2017.
Pantano de Barrios de Luna (León) durante la sequía de 2017.Getty Images

El cambio climático representa una de las mayores amenazas a largo plazo para la economía mundial. Y es que, si no se toman medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura global podría aumentar más de tres grados y el PIB global se contraería un 18% en los próximos 30 años, según el índice de Swiss Re Institute, que sitúa a España en el puesto 12 entre los países con mejor resiliencia.

Sin embargo, España perdería casi el 10% de su PIB en 2050 si se produce un aumento severo de la temperatura; esa pérdida sería 4,5 puntos porcentuales menor a mediados de siglo si el incremento se lograra mantener entre los 1,5 y los 2 grados respecto a los niveles preindustriales, el principal objetivo del Acuerdo de París de 2015.

“Medir los efectos del cambio climático sobre la economía es complicado; podemos hacer suposiciones, pero no tenemos números exactos sobre lo que puede pasar”, comenta Massimo Cermelli, profesor de Economía de Deusto Business School.

“No obstante, si algunas simulaciones indican que el PIB mundial podría reducirse entre un 5% y un 20%, y el de España es de 1,3 billones, estaríamos hablando de pérdidas equivalentes para la economía española de más de 100.000 millones de euros. Es para ponerse a temblar; estamos hablando de algo muy contundente en el mejor de los casos y extremadamente preocupante en el peor”, subraya.

La banca está muy concentrada en sectores de emisiones altas

Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón, recuerda que la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) indica que, con los compromisos actuales de reducción de emisiones, España no va a poder evitar los graves episodios de sequía, la intensidad de los incendios o la subida del nivel del mar. “Y esto va a tener efectos en sectores como la agricultura, la silvicultura, la ganadería o la pesca, pero también en la industria por el efecto de las lluvias torrenciales y las inundaciones de sus instalaciones o la imposibilidad de hacer la distribución debido a los daños provocados en las infraestructuras, y, por supuesto, también afectará directamente al turismo”.

Exposición financiera

El director general de Oxfam Intermón añade otro peligro relacionado con la exposición financiera. “No lo digo yo, lo dice el Banco Central Europeo (BCE), que asegura que países como Grecia, Portugal y España tienen la mayor proporción de empresas expuestas a riesgos físicos derivados del cambio climático, y que el 60% de los créditos bancarios están muy sujetos a niveles de riesgo elevados a causa de la emergencia climática, pero no solo por los riesgos del clima, sino también por la exposición financiera de la banca española, que está muy concentrada en sectores de emisiones altas”.

Cortada insiste en que tenemos que actuar ya: “Es mucho más barato reducir las emisiones que hacer frente a los impactos que eso tendrá. Es una mala estrategia económica no ponerse a ello de forma urgente”.

España ocupa el puesto 12 entre los países con mejor resiliencia, según Swiss Re Institute

Por su parte, Emilio Servera, profesor del máster de Economía Circular y Desarrollo Sostenible de la Universidad Internacional de Valencia, alega que los sectores más afectados serán los relacionados directamente con el clima, sobre todo la agricultura y el turismo: “El turismo tiene, además, una serie de amenazas adicionales, porque no solo sufriría por la subida de las temperaturas, sino también por el impacto en recursos clave como la desaparición de la nieve o de las playas. También habrá problemas derivados de temperaturas extremas durante el verano y de la mayor frecuencia de olas de calor, que pueden hacer que el país deje de ser confortable para los turistas de sol y playa del norte de Europa y no quieran venir al sur a asarse”.

Servera apunta otro riesgo indirecto para el turismo, el flygskam, una expresión sueca que significa vergüenza a volar, para tratar de contribuir a frenar el calentamiento global. Es un fenómeno que se está extendiendo por algunos países del norte de Europa y que puede llevar a que cada vez lleguen menos turistas de larga distancia a España debido a la huella de carbono que deja la aviación.

“Puede ser una consecuencia del cambio climático y de los cambios sociales, pero también de la concienciación de que no solo tenemos que adaptarnos a la subida de las temperaturas, sino que también debemos mitigarlas”.

Medidas

Punto de partida. ¿Está tomando España medidas en la dirección correcta? “Con más retraso del deseado, tenemos la Ley de Cambio Climático, que es un punto de partida fundamental”, observa María Jesús Díaz Toribio, directora de estrategia y desarrollo corporativo de Axa España. “Para el sector, la ley establece que grandes empresas, entidades financieras y aseguradoras deberán elaborar informes sobre los riesgos para su actividad derivados de la transición”, explica.

Inequidad. Franc Cortada, de Oxfam Intermón, cree que falta ambición para afrontar la emergencia climática. Y le preocupa la inequidad en la agenda de cambio climático: “Necesitamos una apuesta pública de calado que haga una transición justa y progresiva”.

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