Deoleo y Dcoop señalan a la distribución por "llevar al límite" los precios del aceite de oliva
Piden al sector que se involucre en la valorización del producto
Deoleo y Dcoop, dos de los principales referentes del sector aceitero español, alzan la voz contra las políticas de precios que la distribución alimentaria aplica al aceite de oliva, a la que también piden que se involucre con el sector a la hora de preservar la calidad del producto una vez llegan a sus almacenes y a sus lineales.
Ignacio Silva, presidente de la multinacional aceitera, ha hecho este viernes un llamamiento para que la distribución "se involucre en la discusión" sobre cómo maximizar el valor del aceite de oliva, después de que el Gobierno aprobara el pasado mes de agosto la nueva ley de calidad que refuerza los requisitos de envasado y trazabilidad del producto. "Es una asignatura pendiente. ¿Por qué los embotelladores somos los últimos responsables de la cadena de valor, cuando el producto pasa el mayor tiempo de su vida útil en el lineal del distribuidor?", se ha preguntado Silva en un encuentro con medios este viernes, además de criticar el uso del aceite de oliva como reclamo promocional por parte de estos.
"En España se utiliza como gancho, como reclamo para atraer a los compradores a la distribución, como sucede con la leche y algunos productos más. Debemos defender el valor de este producto y convencer al consumidor de que tiene un valor elevado, y que este es mayor cuanto más alta es la calidad", ha explicado Silva. "Se ha llevado al límite la banalización del aceite de oliva por políticas de precios insostenibles para productores, embotelladores y la propia distribución. No sé si alguien gana dinero con este producto", ha añadido, para después "lanzar un guante" al sector. "Sería interesantísimo trabajar con ellos. Y ya lo estamos haciendo con algunos, porque hay distribuidores que están preocupados por los márgenes por haber llevado al límite los precios".
Una reflexión compartida por Antonio Luque, presidente de la cooperativa Dcoop, la principal del sector en España. "Hay momentos del año donde todos los eslabones de la cadena perdemos dinero. Es increíble que en el mercado español cometamos estas atrocidades", ha apuntado.
En cuanto al tratamiento del aceite embotellado, Silva ha recordado que el aceite de oliva "es un producto vivo, y con el tiempo pierde calidad. Cómo preservemos ese producto es fundamental para que se conserven esas características, que son fantásticas. Es algo en lo que podemos trabajar con la distribución y tomar medidas"".
Ambos directivos han valorado muy positivamente la ley de calidad aprobada por el Gobierno, aunque han lamentado que no haya sido "más ambiciosa", por ejemplo, en las garantías de trazabilidad en todas las fases de producción del aceite, no solo en el embotellado, además de acabar con los paneles de cata como principal método para garantizar la calidad del aceite. "No tiene sentido que sigamos estando regidos por catas organolépticas como hace un siglo. Tenemos que ir hacia una serie de parámetros fisicoquímicos muchísimo más exigentes para definir la calidad", ha dicho Silva. Para Antonio Luque, "esto nos permitiría demostrar que tenemos el mejor aceite de oliva del mundo. Deberíamos enfocar el panel de cata hacia algo distinto", ha explicado, como por ejemplo, a la hora de someter el aceite a controles adicionales que permitan una "certificación".
"Si consiguiéramos esa certificación de proceso y productos, podríamos alardear de ser los únicos aceites del mundo que podríamos estar en los lineales con esos controles tan exhaustivos de trazabilidad y de calidad", recalcó.