_
_
_
_
_

Qué hacer si le tocan los 220 millones del mayor bote del Euromillón

El próximo martes está un juego el mayor premio de la historia de este sorteo

Getty
Paz Álvarez

El próximo martes, el Euromillón, al no haber acertante en el sorteo del pasado viernes, pone en juego el mayor bote de su historia: 220 millones de euros. Y el caso de que no hubiera acertantes de primera categoría en dicho sorteo, la cifra de 220 millones se mantendría durante cuatro sorteos más, hasta el 26 de octubre. En caso de que no hubiera ganadores de primera categoría, el bote iría destinado a la categoría inmediatamente inferior en la que hubiera al menos un acertante.

Pero en caso de sea el ganador, después de la emoción y los llantos del momento, lo primero que hay que hacer, aconsejan los expertos, es mantener la calma. Sentarse y reflexionar sobre lo que se va a hacer. Ante todo prudencia y discreción. Demasiado dinero para generar envidias.

El siguiente paso será mantener el boleto a buen recaudo, esto significa custodiarlo hasta el momento de poder cobrarlo. Los premios se pagan a partir del primer día hábil siguiente al del sorteo. En este caso, hay un fin de semana de por medio, y la mayoría de las oficinas bancarias en las que se puede hacer efectivo el premio están cerradas. A partir de 2.000 euros no se abonan en las administraciones de Loterías sino en las entidades financieras concertadas con el Estado: Unicaja, Sabadell, BBVA, CaixaBank, Ibercaja, Kutxabank, Abanca y Cajamar.

Más información
Canalejas vende sus 22 pisos de lujo a 4,7 millones de media
Boatjump: vacaciones en un velero por mucho menos de lo que imagina
Cada vez hay más ricos y España supera ya el millón de millonarios

El plazo para recibir el dinero en la cuenta es, según explican en Euromillones, de una semana. Y aclaran también que las entidades financieras no deberían cobrar ningún tipo de comisión o recargo, ni exigir que se abra ninguna cuenta corriente, como tampoco exigir ninguna contraprestación a cambio de la gestión.

En el caso de haber hecho la quiniela on line, el apostante puede elegir si desea que le ingresen el premio en la cuenta corriente del banco. El pago se realiza con el importe neto, esto es, con la retención de Hacienda hecha. Según la última normativa de 2020, los premios inferiores a 40.000 euros están exentos de tributación. Superada esta cantidad, el agraciado deberá detraer del premio un 20%. Esto significa que de 220 millones, 40.000 euros están libres de impuestos, por lo que se deberá rendir cuentas por 219.960.000 euros. A esta cantidad se le ha de restar el 20%, 43.992.000 euros, y, por tanto, quedarán limpios 175.968.000 euros, a los que se añaden los 40.000 libres de impuestos. En total, 176.008.000 euros.

Evidentemente, este puede que no sea el caso, pero el Euromillón, así como la Lotería de Navidad, Primitiva y Bonoloto, tiene tres meses de caducidad desde el día siguiente al del sorteo, que se ampliaría un día más en caso de que el último fuera festivo en la localidad en la que se tramite el pago. Pasado este tiempo el importe iría a parar al Tesoro Público.

¿En qué se debe invertir?

Los expertos aconsejan calma. Según explican desde el área de Asset Management de BBVA, hay una serie de errores en los que caen los inversores, sobre todo los neófitos, entre ellos, tomar decisiones sin contrastar bien la información, dejarse llevar por las tendencias o por recomendaciones de conocidos. Y enumeran siete errores en los que se suele caer de forma recurrente:

1. No saber para qué se invierte: muchos inversores no saben cuál es el objetivo de su inversión, aunque el objetivo último sea maximizar la rentabilidad dentro siempre de unos límites de riesgo. Por ejemplo, invertir para la jubilación permite, durante algunos años, apostar por activos de riesgo en busca de una mayor rentabilidad.

2. No entender el producto a través del que se invierte. Esta es una advertencia del considerado por muchos el mejor inversor del mundo, Warren Buffett. Porque si algo es importante es comprender las implicaciones de una inversión para no llevarse sorpresas desagradables y, sobre todo, para saber en realidad en qué riesgo se está incurriendo, o el tipo de inconvenientes que puede generar un producto, en caso de necesitar recuperar una inversión y no poder, o asumir una factura fiscal elevada por no haber asimilado bien las obligaciones tributarias que lleva aparejada.

3. No diversificar. Apostar todo a una carta es peligroso, y en el ámbito de la inversión no es una excepción. Siempre hay que contemplar la posibilidad de que haya pérdidas. Diversificar implica repartir la inversión entre distintos activos de forma racional y que de forma conjunta compongan una cartera adecuada a las expectativas de rentabilidad y a la tolerancia al riesgo.

4. No invertir de forma recurrente. Otra forma de diversificar el riesgo es invertir de forma periódica en lugar de hacerlo de una sola vez.

5. Mirar solo al pasado. Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras. El pasado analizado con profundidad y, sobre todo, en periodos largos, puede dar una idea de la consistencia de la gestión, por ejemplo, de un fondo, pero en ningún caso asegurará el comportamiento venidero. Es importante analizar también la coyuntura presente y las previsiones futuras.

6. Olvidar la inflación. Al coste de la vida se le conoce como el enemigo silencioso del ahorro, dado que va minando el poder de compra del dinero sin que nos demos cuenta. Una rentabilidad del 2,5% en un año puede parecer razonable para un inversor conservador, pero si la inflación de ese periodo se ha situado en el 3%, el resultado es que en términos reales ha tenido una pérdida. Es esencial tratar de, al menos, batir a la inflación todos los años, especialmente en procesos de inversión a largo plazo.

 7. Pasar por alto la fiscalidad. El resultado final de una inversión no es la rentabilidad, sino lo que se conoce como rentabilidad financiero-fiscal, es decir, aquella rentabilidad neta de obligaciones fiscales. Hay vehículos de ahorro más favorables fiscalmente para ciertos objetivos, como los planes de pensiones y la jubilación, y otros que encajan mejor en otro tipo de necesidades de inversión más a corto plazo y necesitadas de liquidez, como los fondos de inversión.

España, un país afortunado

España es uno de los países más afortunados en esta lotería, en 102 ocasiones ha habido ganador de primera categoría desde el nacimiento de EuroMillones en 2004. El mayor premio repartido fue de 190 millones de euros, en el sorteo del 6 de octubre de 2017, para un acertante de Las Palmas de Gran Canaria.

En lo que va de año, la fortuna de EuroMillones ha sonreído a España con un premio de primera categoría en hasta seis ocasionesel 22 de enero, con un premio de 80 millones en Alcorcón (Madrid); el 2 de julio, con 77 millones en Málaga; el 6 de julio, con 17 millones en La Virgen del CaminoValverde de la Virgen (León); el 13 de julio, con 26 millones en Granada; un mes después, el 13 de agosto, con 113 millones en Leioa (Vizcaya); y el pasado 7 de septiembre hubo un premio de 26 millones en Nerva (Huelva).

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

Más información

Archivado En

_
_