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El saneamiento avanza hacia técnicas más sostenibles

El sector trabaja en nuevas fórmulas para la eliminación de nutrientes Las instalaciones pasan a ser biofactorías y ecofactorías

Instalación del Canal de Isabel II en Madrid.
Instalación del Canal de Isabel II en Madrid.
CINCO DÍAS

Las empresas de depuración de aguas residuales en España evolucionan hacia soluciones más ecológicas. Algunas de estas técnicas consisten en “trasladar la depuración convencional hacia lo rural”, explica Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS). Por ejemplo, se pueden crear filtros verdes para eliminar los nutrientes a través de las raíces de árboles plantados para ese fin. Lo mismo que es posible cultivar determinadas plantas en humedales para que sus raíces realicen el tratamiento.

Las innovaciones aparecen en un momento en el que falta por atender al 15% de la población, y se sigue incumpliendo la directiva europea. El sector suspende en núcleos menos poblados donde no existen infraestructuras para eliminar de esas aguas residuales los nutrientes (fósforo y nitrógeno) que contaminan el medioambiente.

Según el presidente de AEAS, “en España, el volumen de actuaciones basadas en la naturaleza oscila aún en un 3%”. Pero si se tiene en cuenta que nos falta por cubrir ese 15% de la población (seis millones de personas de municipios de Andalucía, Asturias, Extremadura o Castilla-La Mancha), “es muy probable que un tercio del saneamiento que falta pudiera atenderse con tecnologías verdes”, añade.

Por principio

Javier Santos, director de tratamientos de agua de Suez España, reconoce que “en las últimas décadas se ha realizado un importante trabajo en la eliminación de los nutrientes”. En la compañía ya no se habla de depuradoras, sino de ecofactoría.

Planta de Suez situada en El Prat de Llobregat (Barcelona).
Planta de Suez situada en El Prat de Llobregat (Barcelona).

“La depuradora corresponde a una visión lineal como fin del ciclo del agua, pero también al inicio de ese ciclo. Es decir, forma parte de una economía circu­lar”, explica el directivo. De hecho, Suez convierte las antiguas estaciones en generadoras de energía renovable e incrementa en ellas la reutilización de las aguas residuales (un 10% de las tratadas).

Uno de sus buques insignia es la del Baix Llobregat, una planta de 37 hectáreas situada en El Prat de Llobregat (Barcelona). “Se trata de una de las mayores y más modernas plantas de saneamiento de Europa e incluye una de las estaciones de regeneración más importantes”, sostiene. La capacidad de producción de agua regenerada es de más de 100.000 millones de litros al año (unas 36.500 piscinas olímpicas).

La solución de Suez detecta las cepas británica, sudafricana y brasileña de Covid

Otra de las innovaciones tecnológicas de Suez es la solución Covid-19 City Sentinel, que cuantifica la presencia del virus en aguas residuales mediante PCR. Esta nueva fórmula adquiere relevancia por la situación de pandemia, ya que puede detectar las cepas británica, sudafricana y brasileña. Se aplica en 100 municipios y hace seguimiento a 13 millones de habitantes.

Hidrógeno

El Canal de Isabel II levantará la primera planta de generación de hidrógeno verde a partir de agua regenerada dentro de su estación de Arroyo Culebro Cuenca Media Alta, en Pinto, Madrid. El proyecto se encuentra en proceso de adjudicación para la instalación de una planta fotovoltaica allí mismo a fin de disponer de energía renovable.

Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid y presidenta de Canal de Isabel II, señala que “será una planta de hidrógeno verde única en España por dos motivos: porque generará este gas a partir de agua regenerada, y porque lo hará mediante energías renovables, fundamentalmente energía fotovoltaica, además del biogás de los lodos […]”.

Este proyecto, vinculado a la descarbonización de la región, requerirá una inversión de 24 millones de euros y se enmarca dentro de los fondos europeos Next Generation.

En pequeñas poblaciones

La directiva del agua residual de la UE determina que la depuración llegue al 100% de las poblaciones, independientemente de su tamaño. Precisamente, estos núcleos, de entre 2.000 y 5.000 habitantes, son los que concentran más multas. “A pesar de esto, se puede hacer otra lectura, ya que gracias a la directiva hay una tendencia muy positiva en depuración”, explica José Francisco Alenza, catedrático de Derecho Administrativo por la Universidad Pública de Navarra y especializado en aguas y medioambiente.

Aqualia desarrolla 16 tecnologías para municipios con menos de 5.000 habitantes

Por ejemplo, Aqualia, filial del grupo FCC, pone el foco en el proyecto Life Intext, que desarrolla en la estación depuradora de aguas residuales de Talavera de la Reina (Toledo). En esta instalación se testan 16 tecnologías híbridas destinadas a pequeñas poblaciones.

Este proyecto será decisivo, ya que Castilla-La Mancha es uno de los territorios que necesita 1.300 sistemas de saneamiento para aglomeraciones urbanas de menos de 1.000 habitantes. Aqualia considera las depuradoras como biofactorías: fuentes de energía y de agua que puede ser reutilizada para otros fines.

Estación de Acciona en Vietnam.
Estación de Acciona en Vietnam.

Acciona realiza experimentos en sus plantas que complementa con los realizados en el Centro Tecnológico del Agua. Uno de los grandes proyectos en el área que ha logrado está en Vietnam, valorado en 200 millones.

Los fondos europeos, insuficientes para las depuradoras

En España, el sector de la depuración de aguas necesita 25.000 millones de euros para resolver todos los problemas que tiene, es decir, 2.500 millones anuales. Sin embargo, los fondos europeos previstos para este propósito suman solo 400 millones de euros al año durante tres ejercicios. Aunque la mayoría de las empresas de depuración de aguas da la bienvenida a estas inversiones, aseguran que no son suficientes.

“Estaremos lejísimos de resolver nuestro déficit y solo podremos utilizar estos fondos para tapar agujeros”, señala Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS). “La inversión también debería destinarse a la renovación de las depuradoras, a mejorar su tecnología digital, a la gestión de la actividad o a incrementar las soluciones de depuración basadas en la naturaleza”, subraya.

Javier Santos, director de tratamientos de agua de Suez España, recuerda que “hoy se invierte una cuarta parte de lo necesario para cumplir con los compromisos europeos sobre depuración de aguas residuales”. Y argumenta que “la gran mayoría de instalaciones de depuración tienen entre 20 y 40 años de antigüedad, por lo que se hace necesario un cambio en las inversiones, y que el esfuerzo inversor no sea puntual, sino sostenido en el tiempo”.

Aunque todavía queda un pequeño porcentaje de núcleos poblacionales sin tratamiento de aguas residuales y haya que luchar por llegar al 100% de cobertura, la mayoría de las empresas de depuración insisten en que “esas inversiones son necesarias también para renovar y mantener 2.200 depuradoras construidas en España. Si no mejoramos estas instalaciones, seguiremos incumpliendo la normativa y no mejoraremos los sistemas de saneamiento”, dicen en la asociación.

En opinión del directivo de Suez España, “el agua necesita ineludiblemente un pacto de Estado, acuerdos al máximo nivel para poner en marcha una política nacional que implemente las reformas necesarias, y un planteamiento a largo plazo que incluya el cambio climático como guía”. En este sentido, “la aparición cada vez con mayor intensidad y frecuencia de fenómenos extremos como sequías o inundaciones altera los patrones de precipitación y afectará especialmente a España”.

Por último, las empresas defienden patrones de colaboración público-privada, “donde la Administración ha de ser eficiente, eficaz y velar por el cumplimiento de la normativa, mientras que la empresa ha de aportar su conocimiento y experiencia”, apuntan.

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