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Nueva pugna entre Díaz y Calviño: Desmontar la reforma laboral vs. simplificar la contratación

Garamendi se alinea con Economía y desmarca a los empresarios del pacto de la contrarreforma laboral antes incluso de empezar a negociar

Antonio Garamendi, presidente de CEOE, junto a Nadia Calviño, vicepresidenta económica y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Antonio Garamendi, presidente de CEOE, junto a Nadia Calviño, vicepresidenta económica y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital.EFE
Raquel Pascual Cortés

El primer encontronazo entre las futuras vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya es público y notorio. Los enfoques de ambas para los próximos cambios legales en el mercado de trabajo no pueden ser más opuestos: mientras que la titular de Economía ha defendido hoy mismo que su prioridad es reducir la dualidad y la temporalidad del empleo simplificando la contratación, para Trabajo, según lo planteado ayer a los agentes sociales, lo prioritario es desmontar las partes de la reforma laboral que dan más poder unilateral a los empresarios y regular la subcontratación.

Calviño, consciente de esta discrepancia de raíz ha asegurado hoy en una entrevista en Onda Cero que comparte al 100% con la ministra de Trabajo el programa de reformas en el ámbito laboral que se ha enviado a Bruselas en el contexto del programa de recuperación económica. Y lo cierto es que en los cambios comprometidos con la Comisión Europea están tanto los que esgrime Economía como los que persigue Trabajo, el conflicto es qué abordar cómo y cuándo hacer cada reforma.

Así, el equipo de Díaz trasladó ayer a patronal y sindicatos en la mesa de diálogo social para modernizar el mercado de trabajo su prioridad es deshacer la reforma laboral de 2012 eliminando la ultraactividad de los convenios colectivos; recuperando la prioridad aplicativa del convenio sectorial sobre el de empresa; rebajando el poder unilateral del empresario en las medidas de ajuste y flexibilidad y, al margen de dicha reforma, pretende también regular la cadena de subcontratación para evitar que esta se utilice únicamente para abaratar el coste laboral.

Pero para Calviño, tal y como se ha expresado hoy, las pretensiones de Díaz, a pesar de estar incluidas en el acuerdo de Gobierno y en las reformas enviadas a Bruselas, suponen mirar al pasado y ha añadido que las reformas laborales pendientes "no deben hablar del pasado

sino del futuro". Es más, ha sugerido tácitamente que la intención de empezar desmontando la reforma laboral sería desequilibrado (hacia el lado sindical) y ha defendido que es más fácil llegar a acuerdos con los agentes sociales con un "planteamiento equilibrado".

"Sería falso y nos engañaríamos si pensáramos que cambiando un artículo del Estatuto de los Trabajadores se resuelven todos los problemas" ha añadido la ministra de Economía que también ha abogado por desplegar un conjunto de reformas "de futuro".

Pinza entre Calviño y los empresarios

En este planteamiento Calviño ha encontrado una fuerte aliada: la patronal. Ayer, los representantes de las organizaciones empresariales ya trasladaron a los sindicatos y a los responsables de Trabajo que no aceptan empezar la negociación laboral desmondando las citadas cuestiones de la reforma de 2012. Y hoy, el presidente de la gran patronal CEOE, Antonio Garamendi, lo ha dejado nítidamente claro: los empresarios no estarán en un acuerdo de contrarreforma laboral.

De esta manera, Garamendi ha desmarcado a los empresarios de este posible pacto, antes incluso de que se retome la negociación de las cuestiones que Díaz pretendía sacar adelante en los próximos tres meses a través de reuniones semanales con los interlocutores sociales.

Es más, el líder empresarial, en una entrevista en Telecinco, ha advertido a Díaz que "se equivoca" planteando que la modernización del mercado de trabajo pasa por hacer una contrarreforma laboral cuando la economía aún no se ha recuperado.

"Hablar de la reforma laboral ahora es meter mucha más rigidez al mercado cuando ya el mercado tiene un problema, no es el momento. Creo que la ministra se equivoca con los planteamientos que está haciendo", ha asegurado Garamendi

De hecho, Garamendi ha defendido nuevamente los polémicos cambios del mercado de trabajo que hizo el Gobierno del PP en 2012 porque, en su opinión ayudó, entre otras cosas a crear empleo, por lo que ha considerado que "con la que está cayendo" sería más urgente abordar otro tipo de cambios como los que afectan a las políticas activas de empleo, la dualidad del mercado laboral o el futuro de los ERTE. Con ello, el líder patronal se alinea totalmente con la postura de Calviño en esta negociación.

"La economía no se recuperaría si abordamos este tema --en referencia a la contrarreforma laboral-- porque no daría absolutamente ninguna confianza para la contratación ni a las empresas

españolas, ni a todos los inversores no solo españoles, sino extranjeros que confían en nuestras empresas", ha añadido.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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