El sector turístico se lo juega todo a la inmunidad colectiva
La campaña de verano será crucial para la supervivencia de un sector que exige al inversor una visión obligada a largo plazo
El pasado año fue el más negro para el turismo español que se recuerda. Con una estrepitosa caída del 77% en la llegada de turistas extranjeros, se volvió a niveles de hace 20 años y se rompió de forma abrupta con una excelente racha que alcanzó máximos históricos en 2019. El shock, sin que la pandemia del coronavirus dé tregua, dura hasta hoy.
Las fuertes restricciones impuestas a la movilidad han provocado una crisis sin precedentes en un sector que supone un 12% del PIB español. Y es que entre las 50 primeras economias del mundo, España ocupa el puesto octavo de los países en los que el turismo supone un mayor porcentaje del PIB nacional. Una cifra que ilustra la gravedad de la caída en los datos de turistas recibidos es que los 19 millones de turistas extranjeros que llegaron a España en 2020 equivalen prácticamente a los que envió un solo mercado (Reino Unido) o los que recibió un solo destino (Cataluña) en 2019.
La llegada de las vacunas a algunos países como Reino Unido en noviembre y semanas después a otros países europeos y a EE UU supuso un hilo de esperanza ante el panorama tan desolador que se cierne sobre el sector. De hecho, estas buenas noticias empezaron a reflejarse en los valores turísticos cotizados que no despidieron 2020 tan mal como parecía prever en un primer momento. La aparición de las primeras vacunas contra el covid llevó al sector a vivir un auténtico rally. Pese a ello, el sector turístico del Stoxx 600 despidió el año con una caída del 15,4%. Sin embargo, desde los mínimos de marzo, el sector europeo se ha revalorizado un 100% y en lo que va de 2021, gana más del 6%.
Con varios países europeos confinandos y con importantes resticciones a los viajes debido a la proliferación de las nuevas cepas, los expertos no se atreven a hacer previsiones de en qué momento se recuperarán las empresas del sector. Y la cuenta atrás hacia la insolvencia de muchas compañías avanza, con la gran incógnita de si el ocio y los viajes volverán algún día a ser como antes.
Ignacio de la Torre, analista de Arcano, explica que “la historia nos demuestra que las personas recuperan sus hábitos de viaje mucho más rápido de lo que se puede esperar, como prueba el hecho de que, en crisis pasadas, se tardó menos de dos años en alcanzar los niveles previos. De hecho, la recuperación tras el brote del SARS, que duró solo unos 11 meses, fue rapidísima. Sin duda, el alcance del Covid-19 es mucho mayor y la economía tardará más tiempo en volver a la normalidad, por lo que creemos que el sector necesitará al menos tres años para sobreponerse”. El experto añade que en el mundo post covid, se valorarán “los riesgos sanitarios antes de emprender un viaje, y probablemente se exigirá más seguridad”.
Desde el sector, los empresarios han centrado sus reivindicaciones en acelerar la campaña de vacunación en España, solicitando un gran acuerdo público-privado, para poder alcanzar el objetivo cada vez más difícil de que el 70% de la población española esté vacunada antes de verano. Y ante una más que previsible recuperación lenta y asimétrica, agrupaciones empresariales como Exceltur reclaman la activación de un rescate urgente de 5.300 millones en ayudas directas a empresas turísticas para evitar miles de cierres.
En este sentido, Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank, explica que la incertidumbre para el sector es “muy elevada si finalmente no se logra salvar una parte de la temporada veraniega, de ahí la relevancia de diseñar una estrategia común en la UE sobre la reactivación del sector, en términos de apertura de fronteras, requisitos sanitarios, etc…”. La experta señala que no se pueden descartar ayudas directas y medidas fiscales como una rebaja del IVA, como se ha hecho en otros países, entre otras medidas.
La dureza de la crisis en el sector podría llevar a algunas empresas a la extinción. Magdalena Bassi, del departamento Gestión de Patrimonios de A&G Banca Privada, explica que a la hora de saber qué compañías sobrevivirán, hay varios factores para calibrar la vulnerabilidad ante una caída fuerte y prolongada de la demanda. La experta explica que el primero es “el nivel de endeudamiento y la liquidez, indispensables para hacer frente a las pérdidas de corto plazo sin modificar su estrategia de medio plazo. El segundo es el apalancamiento operativo, y la capacidad de recortar costes”. El sector turístico, y sobre todo las aerolíneas y operadores de aeropuertos, tienen costes fijos muy altos, con lo cual las fuertes caídas de ingresos provocan caídas muy grandes en beneficios y flujo de caja. “En este sentido, continuarán siendo clave las ayudas de los gobiernos para ayudar a la supervivencia y a preserar los puestos de trabajo”, concluye.
Muchas de ellas están negociando rescates gubernamentales. Es el caso de Air France KLM que, tras presentar unas pérdidas de 7.100 millones de euros en 2020, está a la espera de un rescate.
La mayoría de las previsiones de las firmas de análisis apuntan a que los niveles de actividad de 2019 no volverán a verse hasta, al menos 2023. La peor parte puede ser para el sector de las aerolíneas si en la campaña de verano se apuesta por turismo nacional. Sin embargo, esta recuperación no será sostenible mientras que el turismo internacional no se recupere, algo que parece muy incierto ante llamamientos como el del gobierno británico, que ha persuadido a la población de realizar reservas para el verano en atención a la evolución de la vacunación y la aparición de nuevas cepas. Si esto sucede, aerolíneas y hoteles tendrán que encomendarse a inyecciones urgentes y adicionales de liquidez.
En Mutuactivos son aun así optimistas con este sector, que se beneficiará de la previsible vuelta a la normalidad y es una de las tres temáticas de renta variable que actualmente tienen en sus carteras, junto con la transición energética y las nuevas tendencias. A la hora de recomendar invertir en las compañías cotizadas del sector de viajes, los gestores diferencian entre viajes vacacionales y de trabajo. En el primer caso, Ignacio de la Torre, de Arcano cree que hay oportunidades para invertir en los hoteteles de vacaciones. “Si analizas los calendarios de producción y entrega de vacunas en Europa, es razonable que más del 60% de europeos esté vacunado en junio, lo que genera potencial alcista para comprar hoteles bien posicionados en vacacional que ahora pueden estar a precios atractivos dada la situación y el peso de la deuda en el balance”, explica el experto.
Los gestores de Trea AM sí confían en ver en verano una recuperación de la demanda de turismo nacional y destacan que IAG, Meliá y Amadeus han sabido gestionar y flexibilizar sus costes durante la pandemia de manera excepcional, ganando eficiencias, refinanciando deuda alargando vencimientos, aumentando su liquidez con líneas de crédito adicionales e incluso algunas han recurrido a ampliaciones de capital y/o cuentan con activos excepcionales para vender como es el caso de Meliá. Creen que una vez la situación sanitaria esté bajo control, la cotización de estas compañías debería reflejar rápidamente esa mejora. Mientras, la inversión en el sector turístico requiere visión a largo plazo y acierto al elegir quiénes serán los supervivientes.